Mi nombre es ______ Müller, y cómo deben de estar pensando, si, soy hermana de Thomas Müller el futbolista alemán y jugador del Bayern München. No soy alemana como mi hermano, yo nací en España.
•Llamada•
-Thomas por milésima vez, no me voy a ir a vivir a Múnich- dije harta.
-¿Pero por qué?- preguntó.
-Porque no- respondí.
-Esa no es una respuesta válida- dijo.
-Porque me gusto esta ciudad y quiero quedarme aquí- contesté torciendo los ojos aunque el no pudiera verme.
-Sabía que era mala idea que te fueras a estudiar a Manchester- dijo bufando
-Esa fue la mejor decisión que pude tomar- dije yo.
-Sabes que, has lo que quieras- dijo el.
-Esta bien- asentí y escuche como bufó.
-Tengo que ir a entrenar, adiós- se despidió.
-Adiós- dije y colgué.
•Llamada•
Me encontraba caminando por la ciudad de Manchester, hace poco había terminado la universidad y había decidido quedarme a vivir aquí. Desde que terminé mis estudios, mi hermano me ha estado insistiendo en me devuelva a vivir a Munich, lo cual yo no quiero. Estaba caminando de lo más normal cuando un grupo de personas se me acercó a pedirme fotos.
-Déjenme pasar porfavor- pedía, pero nadie se iba.
-Tengo boletos para el partido de basket de esta noche- gritó un chico entre la multitud, y ahí fue cuando me di cuenta que estábamos afuera de uno de los estadios.
-Hey, te la compro- dije y le extendí el dinero, el lo recibió y me entrego las entradas.
Salí corriendo y entre al estadio, era mi única solución ya que suponía que ninguna de estas personas entraría a ver ese juego.
Me senté en el asiento que indicaba el boleto y justo cuando lo hice comenzaron a salir los jugadores.
A mi lado estaba un chico, lo observe por unos cortos segundos, se me hacía muy conocido pero no lograba decifrar quién era. El volteo a verme al sentir mi mirada sobre él y frunció el ceño al no saber quién era yo. Era muy guapo.
-Papi, quiero otras gomitas- dijo un niño al lado de él.
-Hijo ya comiste muchas- le dijo. ¿Uh tiene hijo?, ya no es tan guapo.
-Pero quiero- suplicó.
-Esta bien, iré a comprarlas no te muevas de aquí- lo señaló y el niño asintió, yo solo observaba la escena.
-Hola- me sonrió el niño cuando su papá se había ido.
-Hola- le sonreí igual.
-¿También te gusta el basket como a mi papi y a mí?- preguntó.
-No- negué.
-¿Y qué haces aquí?- dijo.
-No tengo idea la verdad- dije y comenzó el juego y por ende nuestra conversación se terminó.
El papá del niño volvió justo cuando empezó el juego. Ambos comían gomitas, a veces el chico le metía las gomitas a la boca de su hijo y este reía, se veían muy lindos.
Trate de concentrarme en el juego pero no daba. Nunca me ha gustado el basket, nisiquiera me había interesado, yo soy más de fútbol.
Desbloquee mi celular como para quemar tiempo para que el partido se acabara, y comencé a hablar con una amiga.
Observe que el primer tiempo ya había acabado, de la nada la gente comenzó a dar chiflidos y a hacer bulla, no presté mucha atención y entonces seguí hablando con mi amiga.
-Oye- escuche una voz y luego sentí como me tocaban el hombro.
-¿Si?- pregunté cuando volteé y vi a un hombre ni tan viejo ni tan joven.
-Mira allá- dijo señalando hacia el frente.
Volteé para mirar lo que me había señalado el señor, era una pantalla... Pero ¿QUÉ?. En la pantalla decía "Es tiempo de la Kisscam", habían muchos corazones en los bordes de la pantalla y en el centro estába yo con el chico del al lado, el que se me hacía conocido y era guapo. Él estaba muy concentrado en su celular y al parecer no se había dado cuenta.
-Beso, beso, beso- comenzó a gritar la gente.
-No no- comencé a hacer señas de negación.
-Beso, beso, beso- seguían gritando y ahí fue cuando el chico levantó la cabeza.
Vi como levantó la cabeza y miro a su alrededor, frunció el ceño al ver que la gente lo miraba, su hijo le tocó el hombre y le señaló hacia la pantalla. Él subió su mirada hacia dónde su hijo le había señalado y abrió la boca.
-Beso, beso, beso- esta gente como que no se cansa.
-No, yo tengo novia- decía el chico.
-Beso, beso, beso- la gente seguía insistiendo.
-No podemos- dije yo.
-Beso, beso, beso- al parecer no se callarían hasta que nos besáramos.
-¿Pico corto?- me preguntó el chico, al parecer sabía que esa era la única solución.
-Va- afirmé.
Él se acercó a mí, apoyó sus brazos el descansabrazos y me dio un piquito en los labios y enseguida se separó. La verdad ni pude sentir bien sus labios.
-¿A eso le llamas beso?- dijo un hombre que tenía un micrófono, al parecer era el encargado de esto.
-Beso de verdad, beso de verdad, beso de verdad- comenzó a decir la gente y yo torcí los ojos.
Vi como el chico se volvió a acercar a mi, entonces voltee para que no me tomara desprevenida, pero al hacerlo nuestros labios se chocaron. El comenzó a mover sus labios, yo al principio me quedé quieta, pero luego empecé a mover mis labios al compás de los suyos. El beso era lento, y algo tierno, este chico besaba muy bien. Él se fue separando lentamente de mi, la gente aplaudía.
-Eso sí fue un beso- dijo nuevamente el señor con el micrófono.
Dos minutos despues de nuestro beso, comenzó el segundo tiempo del partido. Me la pase todo ese tiempo pensando en el beso que me acababa de dar con ese chico, la verdad me había encantado. Si Thomas se enteraba le daría un infarto.
El partido terminó y la gente comenzó a salir del estadio. Yo me quedé sentada esperando a que todo el mundo se fuera, ya que no quería que me pasara lo mismo que me había pasado antes de venir al partido. El chico con el que me besé también se quedo sentado con su hijo.
-¿Queres una gomita?- me preguntó el niño estirándome una gomita en forma de tiburón.
-Gracias- le dije cuando la agarré.
-Le diste un beso a mi papi- dijo riendo y yo me puse colorada.
-Ben...- le dijo el chico a su hijo y este lo miro.
-¿Qué?- preguntó y su papá no respondió.
-¿Cómo te llamas?- le pregunté al niño.
-Benjamín, pero me gusta que me digan Ben- me sonrió.
-Que lindo nombre- le sonreí yo también.
-¿Y vos?- preguntó.
-_______- contesté- ¿Eres de Argentina?- pregunté.
-Si- asintió. El padre de Benjamin no decía nada, solo nos observaba.
-_______ ¿Qué?- preguntó el chico, pensaba que no iba a hablar nunca.
-Müller- me conteste.
-Alto, ¿Sos la hermana de Müller?- preguntó.
-Antes de contestar debo preguntar, ¿Eres un fanático loco?- pregunté aterrada.
-Pues no soy loco, tampoco fanático exactamente, pero me gusta como juega- dijo encogiéndose de hombros.
-Entonces si, si lo soy- contesté.
-Sabía que te conocía de algún lado- dijo el.
-¿Y tú cómo te llamas?- pregunté.
-Sergio Agüero, pero todos me dicen Kun- me dijo y yo abrí mis ojos más de lo normal.
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Hola!, buena esta es la primera novela que hago sobre el Kun, espero que les guste.
Me gustaría que en esta novela, al igual que en las otras dos que tengo, haya muchos votos y comentarios.
Voten y comenten.
-L💕
