Capítulo 11

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Seguimos sentadas, en silencio. Ella mira su desayuno como si fuera lo más importante que existiera en este momento. Ahora ella está pasando un mal rato y tengo que estar a su lado, apoyarla, incluso sostenerla con mi hombro mientras ella procesa lo sucedido.

-Hay muchos más peces en el mar. No te calientes la cabeza por un insignificante ser vivo. -al fin se me ocurrió algo decente para decir.

-Pero yo quiere ese pez y ningún otro. -me responde aún sollozando, después un momento de silencio habla otra vez- Es increíble como unas simples palabras te rompen completamente... No lo sabía hasta ahora.

-Pero ya lo superarás y sólo será un mal recuerdo. Como cuando me decías que todo pasa por algo, después de malo viene lo bueno, ¿Recuerdas?

-Si, pero duele de una manera que ni te imaginas.

-Me imagino y te creo cuanto duele, pero al pasar del tiempo lo olvidarás, después te preguntarás como fue posible que te gustó ese hombre.

Soltó una pequeña risa, eso indica que ya está un poco mejor.

-Siempre pasa eso. De que estás completamente embobada por alguien, luego te decepciona, lo superas y luego te preguntas como fue posible que te gustó si ahora lo hayas horrible...

-Pero cuando estabas perdida en su encanto lo encuentras como el ser más perfecto de todos. -sonrío con la boca cerrada, esto es tan verdad.

-Cosas que pasan.

Pasamos a otro silencio, pero este ya es más tranquilo, sé que mi amiga ya ha procesado todo y se está calmando.

-Vamos, falta poco para que empiece la primera clase del día. -dice Julie mientras se pone de pie para proceder a hacer la acción que acaba de decir.

-Si, vamos.

Salimos de la cafetería no sin antes pasar a un basurero a botar los restos del desayuno que mi amiga no quiso comer.

Un mal rato te deja sin apetito.

-Tengo que ir al baño para poder mojarme la cara y tratar de que no se note que estuve llorando.

Tomamos camino para los baños de mujeres más cercanos que tenemos. Es verdad que cuando una llora se hinchan en seguida los ojos, se forman ojeras y se nos pone la cara roja, bueno, a mi me pasa eso, -a mi amiga también- entonces no puedo pasar inadvertida cuando me desahogo.

Ya en el baño Julie se lava la cara repetidas veces, también se ve al espejo todos los detalles que revelen su mal momento.

-Ya ni se nota, deja de mojarte. -le digo después de unos cuentos minutos a la chica que tengo al lado que sigue repitiendo la acción de mojarse y mirarse en el espejo, una y otra vez.

-Si, ya está.

Salimos del baño rápido, nos ponemos a caminar más deprisa porque falta poco para que comience la clase. Llegamos a la entrada de la sala, estamos por entrar, pero Julie se detiene abruptamente.

-¿Qué sucede? -le casi grito por repentina acción.

-Mierda y más ¡Mierda! -dice enojada, pero no gritando.

-¿Qué pasa? -vuelvo a preguntar.

Toma un poco de oxígeno y habla;

-Nos toca con el profesor Eduardo. -dice calmada.

Ahí caigo en cuenta por su raro actuar, es por él. Miro hacia el interior de la sala y me doy cuenta que el profesor aún no llega.

-Amiga. -me ubico al frente de ella, la tomo por los hombros y hablo- Estarás bien, ni te darás cuenta que él te está haciendo clases.

Él tiene un pasado oscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora