Cuestión de Orgullo (JJBA)

Capítulo I

Una vida acomodada llena de lujos es algo que haría a cualquier persona feliz y posiblemente petulante. Pero eso no pasaba con él.

Jonathan Joestar provenía de una familia bastante rica de Japón, sin embargo su actitud siempre fue la de un joven humilde. Jamás aspiró a grandes cosas ni mucho menos creía ser superior por el hecho de tener dinero. Nunca fue alguien ambicioso o con grandes anhelos. De hecho, su sueño siempre había sido estudiar "Literatura Inglesa", carrera que, si bien no era la más bien remunerada del mundo, lo apasionaba en demasía, y con tal de hacerlo en un buen lugar que le entregara las herramientas necesarias para desempeñarse en el mundo laboral le bastaba y sobraba, independiente del costo que ella tuviera.

(...)

El primer día de clases era bastante tranquilo en realidad, ya que básicamente lo único que se hacía era una ceremonia de iniciación y luego se les asignaban las habitaciones a los nuevos estudiantes.

—Con permiso... —dijo el chico de cabellos azulados, golpeando la puerta de la habitación que le había sido asignada.

—¡Adelante! —se escuchó como respuesta del otro lado de la puerta, una voz bastante amable.

Jonathan ingresó de inmediato al oír tan amable voz, para toparse con un chico pelirrojo que le sonreía y se acercaba a él con intenciones de saludarlo.

—Noriaki Kakyoin, un gusto.

—Igualmente, soy Jonathan Joestar —respondió sonriente el peliazul, estrechando la mano de su compañero.

—¡Oh! Tú eres Jonathan, mi compañero de cuarto —comentó el de ojos violeta a través de una nueva sonrisa —espero te sientas a gusto con mi compañía.

Qué chico tan amable pensó el de cabellos azules, la verdad estaba bastante nervioso de entrar a la universidad, sobre todo porque no conocía a nadie y no sabía como serían sus compañeros.
Dejó sus maletas y bolsos sobre la cama y procedió a desempacar, traía bastantes cosas a decir verdad.

—¿Dónde planeas meter todo eso? —preguntó intrigado Kakyoin —el closet que nos dieron es bastante pequeño —acto seguido, señaló hacia el lugar donde se ubicaba dicho closet.

—Vaya, pensé que sería un poco más grande a decir verdad —confesó Jonathan algo avergonzado. Al ser de una buena familia estaba acostumbrado a tener todo para el solo, las cosas más costosas y grandes, era normal que aquella habitación no le fuera del todo grata.

—Quizá podamos hablar con el encargado de las habitaciones para que nos den uno más grande. Yo puedo dejar mis cosas en la habitación de mi novio por ahora, ¿te parece? —preguntó el pelirrojo.

¿Novio? ¿acaso escuché bien? Jonathan se quedó algo dubitativo ante las palabras de su compañero. A decir verdad su forma de ver la vida era bastante conservadora, y no le era del todo común compartir con personas que tuvieran una pareja de su mismo sexo.

—No tienes que molestarte, Kakyoin, de veras..

—No es molestia —el de abrigo verde se sonrojó bastante —así tengo una excusa para estar más tiempo en su habitación —soltó una pequeña carcajada al observar el rostro horrorizado de Jonathan. —¿te ayudo a desempacar?

—Oh, bueno... gracias.

Mientras ordenaban la inmensa cantidad de prendas del chico nuevo, Kakyoin pudo notar que estas eran de marcas sumamente caras. Y, teniendo en cuenta sus modales y la forma tan correcta de hablar, no pudo más que deducir que su actual compañero de habitación provenía de un familia bastante rica. Aún así no quiso preguntarle nada de ello, al menos no por el momento. Sentía que quizá no era correcto hacerlo y que podría incomodarlo.