Capítulo XXXIX

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El fin de semana siguiente se veía bastante similar: Jonathan extrañaba muchísimo a su amado, solo quería ir a verlo y besarlo como antes.
En medio de sus pensamientos hacia Dio, recibió una llamada en su teléfono. Era su viejo amigo, Speedwagon.

—¿Hola? —contestó.

¡Jonathan! ¿cómo estás? ¡han pasado meses sin saber de ti!

—¡Oh! ¡Speedwagon! perdona por no haberte llamado antes. Estuve muy ocupado.

Ya veo —rió. —La universidad ha de ser difícil. —Speedwagon no estudiaba en la universidad aún, estaba trabajando para conseguir dinero y poder entrar —¿Sabes? este fin de semana lo tengo libre ¿qué dices si nos vemos en un rato?

—Está bien —contestó el peliazul —sería fantástico.

Podría ir a verte a tu universidad. Siento curiosidad por ver como luce.

—¡Te va a encantar! —dijo más animado ahora Jonathan.

¡Genial! ¿me das la dirección? iré enseguida.

Luego de que Jonathan le diera la dirección a su amigo, Speedwagon llegó en cosa de media hora. Lo llamó para avisarle que estaba ahí, y que fuera a buscarlo, a la entrada. Una vez lo vio, le saludó a lo lejos.

—¡Speedwagon!— exclamó feliz el de ojos azules.

Speedwagon también sonrió al ver a su amigo. Corrió a abrazarlo pues no lo veía hace tiempo.

—Oh, Jojo. Ha pasado tanto... —se separó de su amigo y de inmediato pudo notar algo extraño en él —estás delgado... ¿te encuentras bien? —se preocupó un poco.

—Eh... sí— Jonathan rascó su nuca, nervioso —es solo que... han pasado muchas cosas. Demasiados exámenes, trabajos... —mintió, era horrible mintiendo.

Desde luego Speedwagon no le creyó. Era su mejor amigo, no en vano lo conocía en años, sabía cuando le mentía.

—Jonathan, ¿qué estás ocultándome? —ladeó la cabeza. Su amigo no se veía nada bien ahora que lo veía de cerca. Se veía algo pálido y sus ojos lucían cansados y tristes.

—¿Por qué no hablamos en otro lado? Aquí es peligroso— advirtió el peliazul.

—C-claro —el rubio no entendía su comportamiento, pero lo siguió rumbo a su habitación. Kakyoin no estaba así que no había nadie más que ellos dos.

Una vez adentro, Jonathan le pidió que tomara asiento en una de las sillas.

—¿Quieres algo para beber?— le ofreció a su viejo amigo.

—Sí, gracias —Speedwagon observó la habitación —¡que bonita! —sonrió y vio una fotografía en una mesita —¿ese es tu compañero de cuarto? —era una foto de Kakyoin y Jotaro.

—El de cabello rojo sí, el otro es su novio—sonrió —son como dos polos opuestos —añadió.

—¿De verdad? se ven simpáticos ¿Por qué dices que son polos opuestos? ¿No que eran novios? suena algo extraño —rió.

—Un poco— Jonathan soltó una carcajada. —me refiero a sus personalidades: son distintos, pero se aman igual. Jotaro -el más moreno- es tosco y poco sociable. En cambio, Kakyoin -mi compañero de cuarto- es muy amable y más sociable que Jotaro. Al principio creí que Jotaro era una piedra —rió —pero luego me di cuenta que no lo era tanto.

—Se ve algo intimidante —comentó el rubio.

—Así es, creí lo mismo la vez que lo conocí— dijo Jonathan.

Cuestión de Orgullo (JJBA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora