Capítulo II

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Luego de colgar la llamada con Erina, Jonathan se tomó bastante tiempo para vestirse y arreglarse. Quería verse bien aquella noche, dar una buena impresión a sus compañeros con los cuales conviviría por varios años (los que duraba su carrera).
Ya que nuestro protagonista tenía un poco de miopía, llevo consigo sus lentes de marco azul (que usaba ocasionalmente), vistió con una camisa blanca, un sweater sin mangas azul y pantalón negro, ajustado a la cintura. Suspiró, nervioso, y partió camino a la casona donde se llevaría a cabo la fiesta.

El recinto donde se realizaba el evento aquella noche era sumamente espacioso. No es de extrañar, considerando que debía albergar a más de 900 alumnos en un solo lugar.
La música sonaba bastante fuerte para el gusto de algunos, sobre todo para nuestro peliazul, quien se sentía algo fuera de lugar en dicha fiesta.
Una vez llegó ahí pudo divisar a sus compañeros que había conocido más temprano aquella tarde, Kakyoin y su novio, Jotaro. Al ver a Jonathan a la distancia, Kakyoin sonrió ampliamente y se acercó a él.

—¡Me alegra tanto que vinieras, Jonathan! —decía mientras bebía un vaso de jugo —¿qué te parece la fiesta?

Jonathan rascó su nuca, sin poder quitarse esa extraña mezcla de miedo y ansiedad del cuerpo.

—Uhm... es... distinto a lo que sale en películas. Es más... uhm... ¿colorida? —destacó al ver la cantidad de luces y cambios musicales que habían en el lugar.

—No me digas que es primera vez que vienes a una fiesta, Jonathan —Kakyoin observaba a su compañero algo confundido y tímido de estar ahí. Sonrió para darle confianza.

—¡C-Claro que no! —Jonathan frunció el ceño tratando de mostrar seriedad —¡soy un gran experto en fiestas! —se auto apuntó con el pulgar, algo que hizo reír a Kakyoin en demasía.

—Claro, claro, disculpa por eso —el pelirrojo continuó riendo, era obvio que Jonathan era completamente inexperto en materia de fiestas, sin embargo le pareció que no debía molestarlo mucho más con el tema. Lo había conocido hace un par de horas y quizá lo haría enfadar, no tenía la confianza suficiente para gastarle bromas aun —¿por qué no vienes con Jotaro y conmigo? —señaló hacia unos sofás cercanos donde Jotaro estaba sentado.

Algo inseguro, el peliazul asintió y siguió a Kakyoin. Este último se detuvo un momento frente a una de las mesas que tenían varios vasos con tragos de colores y comida por montones.

—Toma, es sólo jugo de naranja —decía Kakyoin mientras extendía un vaso a su compañero después de olerlo para cerciorarse que efectivamente no contenía alcohol. Intuyó que podría no estar acostumbrado a beberlo. —Cuando busques un trago, procura olerlo antes.

Agradecido por su amabilidad con él, Jonathan caminó hasta el lugar indicado por Kakyoin. Una vez ahí, el de cabello negro abrazó a su novio con mucha ternura y besó sus labios en repetidas ocasiones, algo que hizo incomodar bastante a Jonathan. Inconscientemente, el chico nuevo aclaró su garganta para que los enamorados se separaran, quienes de inmediato rieron ante la indirecta propinada por el peliazul.

—Que bueno que viniste, Jonathan —comentó Jotaro al tiempo que estrechaba la mano de su nuevo amigo.

—Gracias Jotaro, mi novia fue quien me convenció de venir —comentó recordando las palabras de Erina y sonriendo al instante al recordar su bello rostro. —Además creo que es una buena oportunidad para familiarizarme con el ambiente de la universidad.

—En eso tienes razón —comentó el de la gorra negra, luego de darle un sorbo a su lata de cerveza. —Y bueno, Jonathan, ¿de dónde vienes?

Jonathan dudó un poco si contarles o no de donde venía, no le era del todo cómodo hablar de su situación económica frente a desconocidos, sin embargo como ambos chicos se veían buenas personas optó por informarles.

Cuestión de Orgullo (JJBA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora