Because Of You ⇝ Min YoonGi

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Baram no se imaginó que el lugar en donde supuestamente Yoongi «aprendería a ser todo un caballero» fuese un bar bastante desaliñado con pinta de que hubiera más animales que personas. Además, no lo entendía, Yoongi no podía beber al igual que ella, no tenía caso estar ahí, sentados sobre la barra esperando lo que sea.

—¿Desean algo?

—Una cola con Whisky y... — Yoongi volteó hacia Baram esperando a que ella le dijese algo cosa que nunca ocurrió. — nada má-

—Agua, por favor. —le cortó.

El joven se giró dejándolos nuevamente en silencio. El sonido de aquel lugar era bastante alto y en la pista de baile había muchísima gente con signos de estar más que ebria bailando. Aunque, a juzgar por lo que veían sus ojos, parecía un lugar de apareamiento.

—Oye quiero irme a casa. — gritó Baram esperando una reacción de Yoongi, quien lucía más perdido que nunca.

Él la ignoró recibiendo los vasos que el joven les tendió sobre la mesa. Agarró su pedido y lo tomó de un solo trago raspándole la garganta.

Baram lo observaba bastante sorprendida. Ella sabía que Yoongi no podía beber, pero no sabía por qué y tampoco quiso preguntar. Tomó su vaso y lo bebió lentamente mientras Yoongi pedía la misma bebida una y otra vez.

Se sentía bastante preocupada, ¿Cómo lograría que Yoongi sea todo un caballero? A Haeun le gustaba los chicos lindos con bastante clase y muy bien portados y, viendo a Yoongi, todo eso se derrumbaba. Pero lo pensó un poco y se dio cuenta que más fácil es cambiar la mentalidad de su amiga que la del subnormal que ya tenía unos tres vasos encima. Baram empezó a paniquear cuando Yoongi se dejó caer encima de la barra. Ella no tenía ni la menor idea de cómo era Yoongi ebrio. Agarró su móvil con intención de pedirle ayuda a Jimin, pero el otro fue más rápido y se lo quitó para guardárselo en su chaqueta.

—Devuélvelo.

—Yo no tengo nada. — sonrió inocente mientras alzaba sus brazos en el aire.

—Vale Yoongi, no tienes nada— Baram decidió seguirle el juego, tenía bastante paciencia y esperaba que Yoongi no la sacara de quicio en ese momento. —, pero si revisaras el bolsillo de tu chaqueta talvez...

—Nop no hay nada.

—Sólo dámelo, haré una llamada y luego lo puedes guardar dónde quieras.

—¿A quién llamarás? — preguntó confundido.

—A Jimin.

Yoongi hizo un puchero e hizo el ademán de levantarse. — Vale lo pillo, lo pillo. No quieres pasar tiempo conmigo, está bien.

—Yo no he dicho es-

—Que venga Jimin, tomen y que te lleve a casa. ¡Ah! — se tambaleó un poco y continuó. —, y follen en un hotel, no quiero oír gemidos ni esas mierdas. Además, aquí entre nos... — se acercó a Baram. — Eh oído que Jimin la tiene chiquititit-

—¡Iugh cállate! — chilló Baram. —No quiero saber eso.

Yoongi la miraba muy divertido. — ¿No habéis follado aun? Valla, ustedes van muy lento. —volvió a su asiento y comenzó a jugar con los vasos.

—Yoongi, ya has tomado suficiente. — Baram trató de razonar con él. — Anda, vamos a casa.

—¡Que no me voy, no me voy, no me voy!

—Ya has tomado mucho, tío estás ebrio.

—No estoy ebrio. —sonrió. — Solo veo a dos Baram regañándome y es divertido.