✧Amigos de la infancia; m.b.✧

❥Capítulo 4

•Narra Mario•

—Sí, pero su novio me odia, siempre que estoy con ella, él se la lleva.

Sin darme cuenta _____ llegó casi corriendo y tomó a Nirvana del brazo.

—Chicos me la robaré tantito.– dijo para después llevarse a Nirvana unos cuantos pasos lejos de nosotros.

Mauricio y yo nos quedamos viéndolas y ella parecía estar hablando apurada.

Su novio paso al lado de nosotros de nuevo empujándome con el hombro y gritó el nombre de _____.

Ella se volteo y empezó a hablar con el. Nirvana volteo a vernos y sacudió su mano como si estuviera preocupada. Vi que Alex tomo a _____ del brazo y se la llevó hacia afuera del edificio.

Nirvana camino hacia nosotros y tenía sus ojos abiertos al tope.

—_____ lo termino pero él se enojo.

Los tres estábamos callados viéndonos unos a otros. Era extraño lo que estaba pasando, y más por qué era mi primer día de clases y no sabía con quienes trataba, solo sabía cómo era Mauricio.

Alex entró de nuevo al edificio golpeando todo lo que se le cruzara por enfrente. Su vista se enfocó en mi y camino en dirección hacia mi.

Su mirada era pesada, pero no más que la mía, el frunció sus labios y yo hice lo contrario, le sonreí para hacerlo enojar más.

Él, por tercera vez consecutiva golpeó mi hombro, pero esta vez con más intensidad.

—Oigan, ¿y _____?-. Preguntó Mauricio después de varios segundos.

—Síganme.– dijo Nirvana empezando a correr hacia afuera del edificio.

Al salir, ella estaba tirada en el suelo, con sus ojos cristalizados. Ella reflejaba dolor, coraje, pero sobre todo tristeza.

Nirvana rápidamente se acercó para ayudarla a levantarse, por instinto yo me acerqué también con el mismo fin, al igual que Mauricio.

_____ abrazó a Nirvana y escuchaba murmullos entre ellas dos.

Cuando se separaron _____ se limpió las lágrimas que había derramado. Se me hacía muy injusto que una mujer derramara lágrimas por un hombre que simplemente no supo valorarla.

—Gracias chicos.- dijo tratando de sonreír, pero esa sonrisa no era sincera.

Mauricio y yo asentimos con la cabeza. No era necesario que nos agradeciera.

_____ empezó a caminar hacía adentro del edificio con una gran sonrisa en su rostro. Era lo más increíble que había visto probablemente en mi vida y quería ser como ella.

Después ellas se fueron a otro lado, Mauricio y yo caminamos hacia la cafetería platicando sobre lo que acababa de pasar.

Ya en la cafetería nos encontramos con Juan Pablo, Saak, Rix, Juca y Screamau. Nos sentamos en la mesa de ellos y Mauricio rápidamente empezó a platicar con ellos... pero yo no, y era por el simple echo de estar pensando en _____.