✧Amigos de la infancia; m.b.✧

❥Capítulo 5

•Narra _____•

En cuanto escuche la campana me levante de mi lugar, me despedí y empecé a correr hacia mi salón. Odiaba llegar tarde a las clases.

Está vez iba corriendo con demasiada precaución para no chocar con alguien y aterrizar en el suelo de nuevo.

Estaba a unos cuantos metros de llegar al salón pero fui detenida por un chico al cual ya le había dado un par de consejos.

—¡Hey! Hola.- sonrió.

—Lo lamento, tengo que ir a clases, no quiero llegar tarde.- le dije preocupada.

—Es algo importante.- su cara cambio radicalmente.

Pensé unos segundos en las opciones que tenía. Llegar tarde por primera vez y que me regañaran o que una persona se quede sin ser escuchado.

Me puse en los zapatos del chico y me di cuenta de que no me gustaría que alguien no me escuchara así que llegaría tarde a mis clases.

—Entonces te escucho.- le sonreí.

—Bueno..., acabo de enterarme que terminaste con Alex y pues...- lo interrumpí.

—Si tú pregunta es que si como me siento. No te preocupes, me siento mucho mejor que antes.

—No..., yo quería preguntarte que si te gustaría salir conmigo a cenar o hacer algo esta tarde.- dijo muy nervioso.

Mientras analizaba lo que el me había dicho el grupo de mis amigos paso al lado de mi y entraron al salón.

—Claro, nos ponemos de acuerdo más tarde.- hable rápido.

—¿Porque no de una vez?-. Sonrío.

—Tengo que ir a clases.- repetí.

—Si quieres dame tu número y nos ponemos de acuerdo por mensajes ¿si?

—Por supuesto.- dije preocupada.

El saco su móvil y empezó a teclear... después de un par de segundos me volteo a ver y empecé a decirle mi número.

—Bien, entonces nos vemos más tarde.- dijo feliz.

—Hasta pronto.- dije después de empezar a caminar.

Quería recordar el nombre del chico al que le acababa de dar mi número, pero tratar de conocer a todos los de la universidad era imposible.

También debía de dejarle claro al chico que está salida no iba a ser como una cita ya que no quería estar de nuevo sintiendo la presión de una relación.

Golpeé la puerta levemente ya que está había sido cerrada por el maestro de cálculo.
Esperé unos cuantos segundos y el maestro abrió la puerta. Al verme fuera del salón se sorprendió mucho.

—Llega tarde señorita Cameron. Le pido que sea la primera y la última vez.- fingió estar molesto, pero me guiñó el ojo para que mis compañeros no sintieran el favoritismo.

Aunque tampoco sabía por qué lo hacia, yo merecía ese regaño.

—Lo lamento tanto, le prometo que no lo volveré a hacer.