❥Capitulo 18

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•Narra _____•

—Eso me alegra. Seguro Hatziry está encantada.- dije satisfecha.

—No creo que sea tan bueno, Jan tiende a emocionarse de más y probablemente se le salga algo al respecto en la comida, y mi mamá si se entera que no fue a la prepa lo va a regañar.

—Pero supongo que él sabe lo que le conviene ¿no?

—Créeme que no.- dijo gracioso.

Me quede callada y me dediqué a ver el perfil de Mario. El iba concentrado sin quitar la vista de la carretera, su nariz era perfecta.

Mario sintió mi vista fija en su rostro y volteo a verme. Me sonrío y yo solamente le regrese el gesto, después volteé a ver el cristal.

Nadie más menciono una palabra hasta llegar a casa, pero el silencio que había en el auto era cómodo.

Al llegar a casa me despedí de Mario con un beso en la mejilla y el rápidamente me entregó las llaves de mi auto.

Entre a mi casa y me dirigí a mi habitación corriendo. Busque entre mi ropa un vestido lindo y no me decidía si ponerme uno azul o uno blanco.

Tomé ambos vestidos y salí de mi habitación, caminé hasta la de Hatziry. Golpeé la puerta con la punta de mi pie y segundos después escuche sus pies arrastrarse.

Cuando la puerta se abrió lo primero que hice fue reírme por su explosión en su cabello.

—Ve pensando en una linda muerte para ti.- dijo sería.

—Quiero morir cuando sea anciana, cuando ya no pueda con mi vida. ¿Cómo te fue con Jan?-. Le pregunté emocionada.

—¡Fatal!-. Gritó.- Yo no le decía nada, el solo me hacía preguntas para sacarme plática. Aún no estaba preparada para tener un día con el.- me regañó.

—Tranquila hermana.- le dije intentando calmarla.- ¿El blanco o el azul?

Ella analizó ambos vestidos. Mientras miraba el vestido azul negó con la cabeza.

—El blanco se ve más formal.- opinó.- ponte el blanco.- decidió por último.

—Bien. Mientras tanto ve preparando tus diálogos par tu cita con Jan. Es este sábado.- bromeé y corrí hasta mi habitación.

—¡No!-. Gritó.- Estas loca, _____.- cerró de un portazo.

Me carcajeé fuertemente mientras dejaba el vestido blanco en mi cama y el azul lo guardaba.

Camine hasta el baño para darme una cálida ducha.

Me tarde varios segundos en salir ya que el agua era muy tibia y eso era lo que más me agradaba.

Al salir me puse el vestido rápidamente y baje hasta la cocina a hacer comida para mi mamá y mi hermana.

Cuando termine de hacer la comida subí de nuevo a mi habitación. Yo no iba a comer ya que no tenía hambre por qué iba a conocer a mi papá.

Ya en mi habitación empecé a maquillarme solo un poco y también me planche el cabello.

Tarde más en plancharme el cabello ya que necesitaba secarlo primero.

Justo cuando termine de alistarme mi mamá había llegado, así que suponía que mi papá no tardaba en llegar.

—Mamá, mañana saliendo de la universidad iré a hacer un proyecto a la casa de un compañero.- le avisé.

—Está bien. ¿A qué hora regresaras?-. Me preguntó mientras se sentaba al comedor para comer.

—No lo se, pero intentaré llegar antes de que tú llegues.- le prometí.

—Me parece bien.

El timbre sonó justo cuando ella dijo la última palabra.

—¡Ya llegó!-. Susurré emocionada.

—Suerte hija.- me sonrió.

—Nos vemos más tarde.- besé su mejilla y camine rápidamente hasta la puerta principal.

Me preparé una vez más frente a la puerta y la abrí. Nos vimos fijamente a los ojos mientras sonreíamos.

—Te pareces mucho a mi hija.- dijo sonriente.

—¿Será porque soy tu hija?-. Le pregunté graciosa.

—No me refería a eso.- negó con la cabeza.- anda, dame un abrazo.

Me acerqué a él y lo abracé fuertemente.

—Vamos.- se soltó.- nos espera una gran tarde.

Caminamos hacia el auto de mi papá y me fue inevitable no voltear hacia la casa de Mario.

El estaba sentado afuera de su casa viendo hacia otro lado.

—Hola Mario.- lo saludé.

—Hola _____.- me dijo amable.

Mi papá me abrió la puerta de su auto y me subí mientras le agradecía. El rodeó rápidamente el coche y se subió.

Empezó a conducir e intentó sacarme plática.

—¿Y el vecino es muy amigo tuyo?

—Sí. Podría llamarlo mejor amigo.- le contesté sin más.

—¿Y tienes novio?

—No, terminé con el hace tres días.

—Que bueno, no necesitas de un hombre para ser feliz.- intentó sonar celoso.

—Lo se.- le contesté irónica.

No le había quedado en lo mínimo que me hubiera dicho eso. Lo sabía perfectamente, fui feliz con mi mamá durante 21 años sin él. Probablemente me afectó pero era feliz.

Desde ese momento me sentía incómoda y preferí no mencionar nada.

Al llegar a su casa me llevó con su nueva familia e hicimos una breve presentación. Su hija realmente se parecía a mí y le pedí que nos tomáramos una foto para mostrársela a mi mamá.

•Narra Mario•

Salí nuevamente afuera de mi casa para ver si _____ salía y platicar con ella. El día anterior había echo lo mismo pero ella no salió.

Estaba pensando en distintas cosas cuando un auto se estacionó enfrente de la casa de _____.

Un señor se bajo y camino hasta la puerta principal. Escuche que tocó el timbre y rápidamente me volteé hacia el lado contrario pensando en que se parecía bastante a _____.

—Hola Mario.- dijo _____.

Rápidamente voltee a verla. Ella se miraba hermosa, sus vestidos resaltaban sus curvas pero sin duda alguna la curva que más me gustaba era la de su sonrisa.

—Hola _____.- le dije lo más amable que podía.

Ella camino hasta el auto y se subió.

Supuse que era su papá quién había ido a recogerla y estaba feliz por ella.

A mí me gustaría que mi mamá solo una vez dejará su orgullo a un lado y le creyera a mi papá ya que él decía que había dejado el alcohol un año después de que se separaron.

Pero si eso era mentira tampoco me gustaría que mi mamá se la pasara sufriendo con él.

Empecé a sentirme triste por las cosas que estaba pensando pero no iba a fumar, lo haría por _____. Me metí a la casa y fui hasta mi habitación. Tomé mi guitarra eléctrica y empecé a tocar unas melodías que me hacían sentir mejor a mí mismo y hacían que me distrajera de mis problemas.

❥ 10 votos, 5 comentarios y sigo.

✧Amigos de la infancia; m.b.✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora