✧Amigos de la infancia; m.b.✧

❥Capítulo 21

•Narra Mario•

Quite mi dedo rápidamente del timbre y esperé a que la puerta se abriera.

Saak estaba despidiendo a _____. Y lo único que pude hacer fue observarla a ella.

—Hola Mario.- me dijo Saak al verme.

—Hola.- lo salude mientras chocábamos nuestras manos.

—¿Cuanto tiempo llevas ahí?-. Saak se miraba nervioso y no entendía el por qué.

—Nada, realmente acababa de pararme aquí para tocar el timbre pero justo tú empezaste a abrir.- contesté a su pregunta.

—Pues estás de suerte, no tienes que mover ni un solo dedo.- hablo ella intentando ser graciosa y claro que lo fue.

Me reí por lo bajo y negué con la cabeza.

—A ti es a quien vengo a ver.- la mire a los ojos.

—Eso es absurdo. Vives al lado de mi casa.- ella se carcajeó.

En sus ojos podía notar una pizca de nerviosismo. Saak empezó a retroceder dándome espacio para entrar y estar más cerca de ella.

Me acerqué lentamente y la observe fijamente a los ojos.

—Ya regreso.- dijo Saak.

—No podía esperar a que llegaras a casa, así que vine a buscarte.- le dije a _____ sin tomarle importancia a Saak.

—¿Ah si?-. Alzó una de sus cejas.- ¿Para que?-. Preguntó curiosa.

—Para que tú misma veas lo que provocas en mí.- tome una de sus manos, la izquierda para ser exactos y la puse en mi pecho para que sintiera como latía mi corazón.

—¿Que significa eso?-. Preguntó con los ojos abiertos al tope.

—Significa que con tan solo escucharte hablar, con tan solo acercarte un poco a mi, con tan solo una mirada tuya aceleras mi corazón.

—Oh Dios.- murmuró mientras quitaba su mano de mi pecho.

•Narra _____•

Mario estaba expresando sus sentimientos hacia mi. Eso me ponía demasiado nerviosa, ni siquiera sabía que contestarle.

Quite mi mano de su pecho mientras susurraba solo para mí.

Necesitaba llegar a casa rápido pero no sabía cómo decirle a Mario que debía de irme.

—Te invito a cenar mañana.- él no dejaba de verme a los ojos.

—Me parece una excelente idea.- le sonreí ampliamente.

—Paso por ti a las seis en punto.- me guiñó un ojo.

—Espero que no gastes demasiada gasolina.- bromee.- no llegues tarde Bautista.

Le pase por un lado y camine hasta mi auto. Me subí rápidamente y empecé a conducir hasta mi casa.

Al llegar, me baje del auto rápido con mi mochila en mi hombro para estar en casa aunque sea minutos antes.

Entre a casa y mi mamá estaba en la sala de estar viendo la televisión.