✧Amigos de la infancia; m.b.✧

❥Capítulo 6

•Narra _____•

—La que tengo hacía ti. Siempre me tratas mal, seguro no me quieres y no entiendo el porqué.- dijo mi hermana muy triste.

Mi corazón se rompió literalmente, ella tenía razón. Y era por el echo de que ella no era mi hermana de sangre. Ella ni siquiera lo sabía, pero mi mamá decidió ponerle su apellido.

—Lo siento, tienes razón.- le dije aún más triste.- Te propongo algo. Tú y yo vamos a convivir más, de una forma buena.- le sonreí.- pero..., debes de caminar tu actitud y dejar de molestar a tu compañera ¿vale?

—¿Cómo se que lo dices en serio o que lo cumplirás?

—¿Acaso no confías en mí?-. Me asombré.

—¿Quieres que te diga la verdad?

—No, mejor déjalo así.- me reí.- intentémoslo.

—Bien, pero solo si no le dices a mi mamá lo que te dijo la directora de mi preparatoria.

—Trató echo. Tendré que pedir un justificante en mi universidad para ir a tu preparatoria.

—No es necesario que vayas.

—Si lo es, sino estarán buscando la manera de tener contacto con mamá para decirle.

—Lo siento, sé que no te gusta faltar a la universidad, y ahora lo harás por mi culpa.

—Realmente es mi culpa, por tratarte mal.

—¡Ya!-. Sonrío.- No importa, mejor cuéntame ¿Cómo vas con tu novio?

—Genial.- sonreí también.- lo terminé hoy porque estaba cansada de él.

—¿De verdad? ¿Y por qué estás tan normal?-. Me pregunto sorprendida.

—Por que no era una relación buena, no nos queríamos.

—Cuando los vi parecía que derramaban miel con tan solo verse.

—Te diré algo. Siempre buscaba una excusa para pelear, pero cuando estábamos bien, cuando el no quería pelar todo era increíble. Sinceramente eran más momentos de peleas que momentos felices.

—Claro, te entiendo.

—¿Y qué hay de ti? ¿Tienes novio? ¿Te gusta alguien?-. Pregunté emocionada y ella negó con la cabeza.

—No quiero entrar a esa etapa de sufrir por algún amor o de cambiar por tener un novio. Creo que estoy bien así y no necesito de un hombre en este momento para ser feliz.

Ella era muy inteligente y no me había dado cuenta de eso por no intentar llevarme bien con ella, además sus pláticas de reflexión eran interesantes.

—Pero a lo largo de la preparatoria ¿haz tenido algún novio?

—Sí, pero no parecíamos novios.- rodó los ojos.

Platicamos hasta que terminamos de comer pero eso no fue impedimento para seguir platicando. Me gustaba la forma de ella, como me contaba sus experiencias y su pasado.

Dieron las cinco y mi madre llegó directamente a comer.

—Hola mamá.- la saludé.

—Hola muñeca. ¿Como te fue?

—Muy bien... ¿Puedo salir?