✧Amigos de la infancia; m.b.✧

❥Capítulo 7

•Narra _____•

Saque el móvil del bolso de mi mamá y de nuevo jalé a Mario hasta mi habitación.

Ya en mi habitación, busqué en el móvil de mi mamá el número de mi papá, estaba sentada en mi cama mientras Mario exploraba mi habitación.

Marque al número y sonó un par de veces pero no me contesto. Volví a llamar y de nuevo no me contesto.

Mi desesperación y enojo empezaban a crecer. Decidí llamarle por última vez y de pronto escuche la grabadora que dice que dejará un mensaje después del tono.

—Cuando comparó una foto tuya con mi rostro puedo notar tus rasgos, mi mamá cada día se sorprende por lo mucho que me asemejo a ti.- dije nerviosa.- Siempre te mantienes lejos y solo envías cartas cuando cumplo años. Sé que trabajas mucho y por eso no me quejo aunque en ocaciones me hacen falta tus consejos, pues he tenido dudas en temas que son complejos y cómo voy creciendo no sé cómo los superarlos. No sé que decidir pero mamá se ha esforzado en enseñarme el bien para no andar equivocada. ¿Porque no me has visitado? Hace años me dijiste que vendrías a buscarme, estaba muy contenta... vaya, que forma de ilusionarme. Tenía planeado correr a ti para abrazarte, pero me quede dormida por qué nunca llegaste. ¿Dónde estabas? Será que fue la misma situación cuando me quede esperando en mi primera graduación o cuando estuve enferma esperándote y pasaban horas pero no, nunca llegaste. Mi madre se quedó sola pero no te preocupes que ella nunca se da por vencida, ella prefiere no comer para que nosotras tengamos comida. Te llamo, te busco y no tengo tu atención ¿Dónde estás? Soy tu sangre, tu hija, carente de tu amor. Te doy gracias por ser vida de mi vida.- dije por último y colgué.

Voltee a ver a Mario y él estaba viendo una repisa en dónde tenía fotos. Camine hasta él y empecé a ver las fotos junto con él.

—No entiendo porque estoy en esta foto.- señaló a un amigo que yo tenía hace mucho. Cuando estaba pequeña.

—Oh no.- negué con la cabeza mientras sonreía.- él era mi mejor amigo cuando estaba pequeña. Ellos vivían en dónde tú vives ahora, pero se mudaron por problemas familiares y llore demasiado. En verdad lo quería mucho.

—No estoy bromeando, ese niño soy yo, tengo la misma fotografía.- se asombró.- y mi mamá me había contado que hace mucho vivíamos en nuestra casa actual.

—¡Sí!-. Grité.- Eres Mario.- dije muy emocionada dando pequeños brincos.

—Pero yo no te recuerdo mucho.- hizo una mueca y después me vio a los ojos fijamente.

—Hombres y su mala memoria.- rodé los ojos.- esto lo tiene que saber mamá.- de nuevo lo jalé del brazo hasta dónde estaba mi mamá.

Ella estaba en la sala viendo la televisión.

—¡Mamá!-. Grité feliz.

Mi mamá se levanto rápido y sonrío.

—¿Cuando vendrá?-. Preguntó pensando que mi papá me había contestado.

—No lo se, él no me contestó, pero debes de saber otra cosa.- sonreí ampliamente.

—¿Que cosa?-. Frunció su entrecejo.

—¿Recuerdas a Mario?

—Sí hija, acabas de presentármelo hace unos minutos.