Capítulo doce.

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" Es gracioso ver como Justin es un grandísimo idiota  —_______ Buckner (si, como oyen, ya me tocaba a mi)"


 Abrí la puerta cuidadosamente, evitando causar ruido alguno. Si Lorette se daba cuenta que estaba llegando a casa a las cinco de la mañana, ella me mataría. Después de la brutal pelea de lodo con Justin, ambos terminamos inesperadamente dormidos y cubiertos del lodo encima del capot de ...su auto. Acabábamos de despertar hace poco, técnicamente fue un gran logro despertar a Justin, quien estaba en un profundo sueño.

— ¿Crees que este despierta? —preguntó Justin en un susurro.

—Oh, claro que sí —respondió ella.

Lorette estaba enfrente de nosotros. En su rostro se podían presenciar pesadas ojeras debajo de sus ojos, su pelo castaño claro estaba despeinado, y traía encima su bata de dormir. No parecía nada contenta.

—Hola. Nosotros… salimos a correr muy temprano. Yo… nosotros… nos caímos en un charco de lodo y eso —traté de arreglar la situación pero la mentiras me iban fatales.

— ¿Si? ¿Desde cuándo te gusta correr? ¿O desde cuando te gusta correr con vestido a las cinco de la mañana? —me interrogó— tratar de mentirme a mí no les va a ayudar mucho que digamos. Hora de confesar, ¿Dónde estaban?

—Nos quedamos dormidos —explicó Justin— No pasó nada. Aunque quisiera —murmuró la última parte, solo audible para mí, le di un fuerte codazo en su abdomen, pero solo logré que se riera.

— ¿Quién me explica el lodo? —preguntó, su mirada viajó desde Justin hacia mí.

—Ciertas personas son muy vengativas —respondió Justin adelantándome.

—Hablaré de esto contigo más tarde —me dijo— Vayan a darse una ducha, y pueden bajar a desayunar. Pondré café.

Asentí con la cabeza, e hice mi camino hacia las escalares. Cuando pisé el primer escalón de este, pude notar la presencia de Justin detrás de mí.

— ¿Disculpa? ¿Se te olvido algo? —me volteé para verlo cara a cara, pero en realidad era cara a pecho. Justin me podría llevar una cabeza entera.

— ¿A mí? No —respondió confundido.

— ¿A dónde crees que vas?

— ¿No oíste? La invitación de la ducha también fue para mí, no sé tú, pero yo si quiero esa ducha —dijo como si de verdad creyera que lo dejaría entrar.

— ¿No quieres ir a tu casa y ducharte tranquilamente ahí? Yo solo digo, solo quiero lo mejor para ti —dije solo con un pequeño tono sarcástico.

—No. Ahora, con permiso.

Justin logró evitarme, y subió las escaleras corriendo. Lo imité, alcanzándolo justo cuando el entraba a mi habitación. Se quitó su camiseta arruinada, y la arrojó al suelo. Su abdomen estaba bastante marcado, y la vista era cruel. Sus manos bajaron hasta el cierre de sus pantalones. Bajo sus pantalones, dejándolo únicamente en sus boxers y los dejo tirados al lado de su camiseta, estaba segura que él estaba enterado de mi presencia. Porque sonreía coquetamente, con una sonrisa torcida. Sus manos bajaron hasta el dobladillo de sus boxers, cuando me percaté de lo que estaba a punto de hacer.

— ¡Alto ahí, campeón! —lo detuve antes de que se desnudara enfrente mío. Aunque eso no iba a ser malo. Demonios, ¿desde cuándo me había vuelto tan pervertida?

— ¿Qué pasa?

—Creo que deberías dejar el resto del show para el público del baño.

— ¿enserio? Pensé que lo estabas disfrutando, bunny —mis mejillas se apoderaron de un estúpido color carmesí.

—Vete, ahora —dije empujándolo hacia el baño de invitados que estaba al lado de mi habitación. Tener a Justin caminando en ropa interior por el pasadizo de mi casa, no era algo que me hubiera imaginado algún día. De repente, me puse nerviosa al recordar que estaba se mi desnudo, y mis manos estaban sobre él.

— ¿Sabes que deberíamos hacer? ¡Ahorrar agua! ¡Bañémonos juntos! —exclamó emocionado.

—Nunca va a pasar, apúrate —dije cerrando la puerta cuando él ya estuvo adentro.

{…}

Luego de eso, Justin se fue, o mejor dicho, lo corrí y pude ponerme rápido el uniforme saliendo antes para evitar hablar con Lorette, aun así recibí una siniestra mirada por la ventana. Escalofriante.
Llegue lo más rápido que pude con todo mi cabello revuelto y con una horrible cara, uhg hombre estaba hecha un asco. Lo único que me alegraba un poco era ver que Justin tendría que llegar tarde, él siempre lo hace pero hoy según era un día importante, así que no se iba a salir fácil con esta.

Con esos pensamientos entre al auditorio donde todos estábamos reunidos para la sorpresa que nos dijeron. Mi sonrisa se congelo al instante. Ahí estaba Justin como si nada fuer pasado, el maldito engreído se veía increíble, como si no fuera pasado la noche lleno de lodo, a diferencia de mí.


Me acerque a ellos porque ya ven que son mis únicos amigos.

Justin sonrió grande al verme mientras que Logan y Matt me dieron sus asentamientos de reconocimientos y Jazzy lanzo sus brazos a mí alrededor.

—Bueno, hola tu —canturree— alguien está muy animada, ¿Qué ha pasado? —pregunte un poco tímida por la muestra de cariño.

—Nos acaban de informar cual es la sorpresa —sus ojos brillaron como dos estrellas— ¡vamos a ir de excursión a la playa! Eso es tan malditamente increíble, ¡imagínate! Chicos sexys semi desnudos y desconocidos, creo que estoy llegando al éxtasis.

Hubo un gemido colectivo de parte de los chicos, Jazzy solo les saco la lengua causando que Justin y Logan colocaran los ojos en blancos.

— ¿a la playa? —pregunte inconscientemente—, ¿no necesitamos como permisos y eso?

—Dios ________, esto es una escuela para ricos once de cada diez padres no les importa que nos pasa, solo que no metamos la pata y los humillemos —me dijo Justin.

—Bueno —suspire de mala gana— como digan, ¿y para que clase es?

—Solo a ________ le interesan esas cosas —bufó Justin— escucha, cada año la señorita Julian saca cualquier excusa para salir, el año pasado no sé cómo hizo pero nos llevó a Hollywood.

—Oh, wow —exclame sorprendida— ella es realmente genial.

—Y hablando de la profesora, creo que no hemos comenzado con nuestro trabajo —sonrió inocentemente Justin.

{…}

—Bien chicos estamos oficialmente aquí, como pueden ver, las casas del fondo son donde dejaremos nuestras cosas, la idea es ir y venir hoy mismo, vamos a observar el ciclo de la naturaleza, que sea lo que sea que sea no importa, yo solo quería broncearme —rió un poco— ahora escuchen, es importante, solo tienen que dejar sus bolsos en una de las cuatros habitaciones y tienen que estar lo más juntos pasibles de sus esposos, y bueno ¡a divertirse! —concluyó la profesora Julian con un grito de emoción.

Sigo preguntándome como consiguió su título.

Jazzy, Caleb, Logan y Matt fueron a buscar a sus parejas y yo solo quede con el idiota de Justin respirando en mi cuello. De forma literal.

— ¿ves, Bunny? Todo el mundo quiere que estemos juntos —sonrió grande como un niño pequeño en una juguetería— deberíamos agarrarnos de la mano y todo, tal vez hacer manitas y luego…

—Sigue soñando —interrumpí gruñendo.

—Es cierto, al menos yo si lo admito —en ningún momento quito su engreída sonría de su rostro. No valía la pena, suspire y comencé a caminar hacia la cabaña donde ya la mayoría estaba.

Justin camino a mi lado y sin tomarse la molestia de preguntar tomo mi mano, lo primero que pensé fue, imbécil y lo segundo en sus manos grandes, las mías se veían mucho más pequeñas y de cierta manera encajaban perfectamente, tenía un sentimiento raro con ese conocimiento que ni siquiera aparte la mano hasta llegar a la cabaña.

Por alguna extraña razón Justin estaba en silencio y parecía complacido, no quería ni saber ni vagamente por lo que pasaba por su cabeza.

—Pongamos las bolsas en el cuarto uno, es mi número de la suerte —me dijo Justin mientras agarraba las maletas que estaban en la entrada. Cuando todos llegamos colocamos las maletas en la entrada y fuimos a escuchar lo que decía la profesora.

Antes habíamos ido cada quien a busca trajes de baños, protectores solares, toallas y “libretas de investigación”.

Justin agarro su maleta y la mía, iba a protestar pero ciertamente me dolía el trasero de estar sentada como por media hora en el autobús. No me queje a lo que dijo Justin, solo me encogí de hombros, porque oye el chico estar llevando mis maletas y de verdad me dolía mi trasero.

Fuimos los últimos en entrar, esa era mi idea, no me importaba lo que Justin iba o quería hacer, yo había agarrado el libro de mi tía (si, el erótico, me gusto aunque no lo admita jamás en voz alta) y pensaba sentarme en la habitación para no llevar sol (oye, tengo una piel delicada).

Justin comenzó a sacar su camisa y yo aparte la vista, lo había visto semi desnudo antes pero aun no me acostumbraba al cuerpo masculino y aún menos con el cuerpo de modelo que tenía Justin.

Justin quedo en pantalones y cerró la puerta, de inmediato me tense.

—Tranquila, gata, solo no quiero que me vean quitarme el pantalón, hay chicos gays por ahí —sonrió perversamente— no voy a comerte.

—Muy gracioso Justin —dije sarcásticamente para ocultar mi nerviosismo.

Justin solo se encogió de hombros y no insistió en el tema, pero al ver que me sentaba en el piso y abría mi libro solo logro desabotonar su pantalón y se quedó mirándome con sus manos en las caderas. Yo estaba como hipnotizada pero lo veía de reojo con el libro tapando mi cara.

—Dos cosas, primero, el libro está al revés —me miró divertido. Tenía razón— segundo, ¿Por qué te sientas? Tenemos que ir a la playa.

—Uh bueno, no tenía muchas ganas de ir la verdad… cosa que por cierto no te concierne, y quería estar aquí, al menos no hace tanto calor como afuera.

—Oh vamos, ¿en serio, Bunny? De verdad ¿eres así de aburrida?

—No tengo nada que demostrar —dije secamente.

—Dios Bunny, ven, vamos a divertirnos, sal de este lugar soso —se acercó hasta mí y agarro mi mano haciendo que me levantara— será grandioso, hace un estupendo sol, mira, hasta me sacrificare y dejare que uses camisa si te incomoda estar en traje de bajo, aunque joder, me muero por verte así.

—Justin no —dije reusándome mientras él me jalaba.

Comenzó a jalarme con más fuerza y yo solo me rehusaba más, era de cierta manera gracioso, nos veíamos ridículos, como niños jugando, y en un momento me distraje pensando y deje que me jalar tan fuerte que prácticamente caí encima de él, causando que el estante de arriba de la puerta cayera cuando ambos nos golpeamos con ella y todas las cosas de la repisa y la repisa cayeran.

Justin suspiro.

—Vas a venir —dijo y luego comenzó a buscar la manilla de la puerta— uh, bunny —sonrió inocentemente— creo que la manija se rompió.

10 things i hate about you.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora