"Estoy aquí porque he venido, y me alegro de ello aunque no lo quiera admitir. —Anónimo."
Habían pasado una semana desde ese día. Comencé a evitar a Justin porque tenía que arreglar mis ideas y el me lo puso fácil al faltar a casi todas las clases, al menos falto a todas las que tenía conmigo. Estaba en biología mirándome las uñas hasta que llegara la hora. Anoche me acosté tarde pensando en nada y todo a la vez y había llegado tarde, me tuve que sentar con el tipo gótico con el cabello largo sucio y vestido de negro con perforaciones. Le tenía un poco de miedo.
Pero él era inofensivo aparentemente hasta que intento invitarme a salir. Un chico, creo que se llama Noah, rió y dijo algo como que sí no se apartaba Justin iba a romper su culo. Sus palabras, no las mías. No llegue a entender.
Sonó el timbre y comencé a meter mis libretas y bolígrafos en el bolso, luego me levanté dispuesta a irme. La profesora de biología era una mujer regordeta, alta y parecía sacada de una película de los 70 con sus lentes y sus pantalones verdes campana, me llamó para acercarme.
—¿Si, profesora? —pregunte. Ella era muy dulce, creo que era de los pocos profesores que me caían bien y muchos pensaban lo mismo.
—________, hola —saludó sonriendo nerviosamente— hace tiempo que no sabemos nada de Justin, ya es viernes y no se a aparecido ni siquiera ha llamado para avisar o algo, estoy un poco preocupada, he visto que eres amiga de él, ¿sabes que ha pasado
—No, no lo sé, disculpe. Pero puede preguntarle a Jazmin Bieber, su hermana.
—Oh, si, pero ella sabe menos que nada, sus padres están divorciados y creo que viven con distintos padres.
—Uhm, vale —dije un poco dudosa. No sabía a que venía todo esto.
—Si tal vez pudiera una amiga cercana a él... Como tu... No se, hablar con él y pedirle que vuelva además de llevarle su tarea, sería... Fantástico.
No. No. Ella no podía obligarme a enfrentarlo. Estuve huyendo y ella no podía llevarme hasta el como un tornado. Sus pausas para poner palabras suaves me estaban volviendo loca.
—No creo que sea convenient...
—Bueno, sabía que eras un amor —me interrumpió rápidamente. Sacó una resma de como 100 hojas y me las pasó— esa son todas sus clases, gracias por aceptar, hasta podrías ayudarlo, ya se puedes ser su tutora, eres muy buena en biología, uhm, si, perfecto, déjeme anotar aquí... —sacó un bolígrafo y comenzó anotar algo en un papel— esto te subirá mucha nota, gracias linda, en serio...
—Pe... Pero yo no dije nad...
—¡Será mejor que te vayas! —exclamó alegremente mientras tomaba mi brazo y me jalaba hasta la puerta— ¡que tengas un buen fin de semana!
Y para completar. Me cerró la puerta en la cara.
¿Qué acababa de pasar? ¿Y cómo llegue a ser la tutora de Justin Bieber?
{...}
Cuando salí llame a Jazzy rápidamente, ella no contestó así que intente con Caleb. Respondió rápidamente.
—Mis ojos no pueden creer lo que estoy viendo —exclamó divertido— ¿Es mi imaginación o _______ Buckner me esta llamando?
—Sin las payasadas por favor... Necesito que me digas algo, primero ¿Dónde rayos esta Justin y por que no ha venido?
—Ah, no lo sé a veces le sucede, le pasa algo y se encierra, desaparece de la faz de la tierra y luego aparece como si nada, es común en él —dijo sin una pizca de emoción— ¿Por qué el interés?
—Bueno, parece que la profesora de Biología tiene algo por querer salvar almas perdidas porque me encargó ir a su casa y ser bueno, la tutora de Justin —exclame con fastidio intentando ocultar lo nerviosa que me encontraba.
—Si, su talón de Aquiles es Justin, lo ve como un hijo supongo, o como un amante potencial, misterios de la vida, pero lo mejor será que lo hagas, todo lo que te pide, si no esa vieja te hará la vida un infierno.
—Ni siquiera me dejo hablar —me queje— entonces necesito ir a donde vive pero no tengo idea.
—Bueno, según vive con su padre pero desde el año pasado se fue a un departamento, no creo que lo encuentres ahí pero puedes hablar con su vecina, es una viejita muy cotilla, ella te podrá contar hasta que come.
—Vale, mándame la dirección a teléfono —le dije y se formó un pequeño silencio— gracias Caleb, se que no hemos hablado mucho pero en serio es bueno tenerte... No... No le digas a nadie lo que te dije, por favor.
—Tranquila Maria, para eso estamos los amigos, te mandaré un mensaje y por favor María —había diversión en su voz— sigue manteniéndote María a pesar de que Justin te quiera convertir en Fulana, eres la primera Maria que en verdad me gusta.
—Espera, ¿Qué significa eso...?
Entonces colgó. Eso fue extraño. Mi teléfono vibró y ya tenía una dirección.
{...}
La primera vez que fui al departamento de Justin me había encontrado con un señora que me trato muy mal. Desgraciadamente era la misma de la que hablaba Caleb. Al principio se rehusó a decir algo pensando que era una agente rusia o alguna locura así dijo, pero al final había dicho que Justin estaba en la casa de campos de sus padres.
Luego de tres jodidas horas de camino mi trasero dolía como mil infierno. Y para enfocar mi dolor, jure como un millón de veces cosas no aptas de repetir.
Había decidió ír hoy mismo porque, primero estaba un poco extasiada con todo lo de encontrarme con Justin luego de lo que pasó con su abuela, y segundo, porque quería salir rápido de todo esto, pero no imagine que llegaría cuando ya estuviera oscuro.
Lorette se volvería loca, le mande un mensaje rápido diciendo que me quedaba con Jazzy y que llegaría tarde al día siguiente, me quedaría en un hotel cercano, menos mal y tenía algo de dinero.
Estaba parada justo en frente de la casa de campo de Justin y era enorme, era hermosa y muy campestre, no se porque pero me recordó tanto a mamá que dolió, o al menos a la imagen que tenía de mamá, aparentemente la persona que creía que era sólo fue producto de mi imaginación.
Apague el auto y salí para tocar el timbre, estaba un poco oscuro y parecía que no había nadie.
Luego de diez intentos un Justin Bieber sin camisa y con botas apareció delante de mi. Tuve que reír.
Para alguien que podría ser la imagen de Nueva York le quedaba muy bien ir en vaqueros, botas de campo y... Sin camisa. Tenía el cabello más largo y la sombra de una creciente barba.
—¿Bunny? Oh Dios, estoy alucinando? ¿Estoy teniendo como un sueño erótico? —fue lo primero que dijo y no podía mentir al decir que no era algo de lo que me imaginaba que diría.
—Algo mucho mejor —saque las hojas de biología—tarea —le dije mientras movía las pesadas hojas.
Pero Justin aún estaba quieto, congelado en su lugar y yo sólo podía sentir el calor que su cuerpo dejaba en el aire junto con su aroma. Mierda, estaba hablando procesando todos esos detalles estúpidos que me daban un salto de emoción en el pecho. No.
—Bunny, en verdad eres tu —frunció el ceño— ¿Qué haces aquí?
—Bueno, al parecer necesitas una tutora y yo como que lo soy. ¿Puedo pasar?
El pareció reaccionar y se apartó de la puerta con una gran sonrisa.
—Así que eres como mi tutora, eso es interesante, recuerdo cuando tenía como 14 años y Caleb me regalo una película porno. Era sobre una tutora y su alumno —me dijo con picardía mientras movía sus cejas. Yo pase a su lado ignorándolo.
Suspiré pesadamente. Iba ser una noche larga y estaba cansada de tanto ajetreo por ir buscando a Justin Bieber. Además, me estaba preocupando por nada, el estaba igual que siempre o más hormonal aún.
Y lo peor de todo, es que mi corazón latía cada vez que escuchaba su voz. Y eso era un gran problema porque el habla a mucho.
Oh Dios.
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10 things i hate about you.
RomantizmElla está rota y esconde varias cicatrices en su corazón. Él tiene varios problemas consigo mismo. «Porque puedes vendar los daños, pero nunca podrás arreglar un corazón»