"Porque cada vez que me tocas, yo muero en tus brazos —Justin Bieber."
—No entiendo —dije frunciendo el ceño— eres bueno en biología, incluso mejor que yo. ¿Por qué vas mal? ¿Por qué se supone que necesitas un tutor?
—No lo necesito, es cierto —dijo divertido— este culo a parte de ser jodidamente caliente es también inteligente, te lo he dicho Bunny, soy un hombre multifacético....
—Pero ¿por qué la profesora dice que lo necesitas? No tiene sentido —dije ignorando su momento de egocentrismo.
—Esa profesora me ha visto crecer —sonrió un poco— fue mi maestra desde primaria, así que sabe por todo lo que he paso, supongo que sabe que mi polla se alegra contigo y quiso hacer de celestina.
—No puedo creer que hayas dicho eso —exclame haciendo una mueca de asco.
—¿Qué? ¿Qué mi polla se alegra con tu vista? Es creíble Bunny, y no soy el único, tienes que ver a todos esos cerdos bastardos tocarse su...
—¡Vale! No necesito detalles —prácticamente grite.
Eran como las 10 de la noche y ya habíamos terminado con todos los trabajos, normalmente me tardaba días haciéndolos, pero con Justin fue rápido, a demás de que el era un genio en biología (lo cual me sorprendió mucho), sus chistes sádicos hacían que la noche de fuera rápido.
Quise preguntarle porque estaba aquí y que tenía este lugar de especial para que el se fuera en medio de clases hasta aquí, pero no me sentía segura y no creía que Justin me lo fuera a contar.
—Son las diez, debería irme —dije agarrando mis cosas y metiéndolas en mi bolsa.
—¿Qué? ¿Hasta New York? ¿Tienes un instinto suicida o algo parecido? Son las diez de la noche Bunny, Nueva York está como a veinte horas y además, esta lloviendo.
Vale, tal vez era un poco peligroso.
—No son veinte horas, y he tomado como siete tasas de café, créeme, podré soportarlo, además, no esta lloviendo tan fuerte —dije con condescendencia.
Pero no sirvió de mucho porque cuando termine de decir a penas eso, un enorme trueno sonó y un relámpago ilumino toda la sala. Inevitablemente grite e inevitablemente Justin comenzó a reírse como loco.
Y para completar la luz se fue.
—¿pero qué coño? —dijo Justin cuando todo se volvió oscuro— maldición, tu no te mueves de ahí como un demonio Bunny, iré a buscar una lámpara, espera aquí y te quedarás hasta mañana, ¿entendido?
Yo solo asentí porque le tenía tanto miedo a la oscuridad que no está consciente de lo que me decía, luego me sentí estúpida porque el no lograba mirarme.
—Justin... ¿Te puedo acompañar? Es que le tengo miedo a la oscuridad.
—Siempre hay un brazo musculoso en mi cuerpo dispuesto a protegerte. Maldición, sabía que este día llegaría.
{...}
Justin y yo estábamos sentados en la cama de su habitación, no podíamos ver mucho porque el aún no encontraba las linternas pero por extraño que fuera podía oír su respiración.
—¿Nada aún? —pregunte odiando la manera temblorosa que salió mi voz.
—Lo siento Bunny, nunca se había visto una tormenta así antes cuando he estado aquí, así que no se dónde están —dijo y puedo jurar que su voz se escucho tan cerca.
Me erguí para sentirme más valiente pero eso hizo que sintiera un cuerpo detrás de mi y que mi corazón se acelerará a mil pulsaciones por segundo, ¿pero qué?
—Pero... Sabes Bunny, podríamos tener un poco de diversión en la oscuridad —susurró en mi oído.
Ese imbécil, me había dado un susto de mierda y no estaba buscando nada, sólo estaba disfrutando de mi miedo irracional a la oscuridad.
—Eres un idiota —sisee con voz envenenada— será mejor que busques esa linterna o como sea, te sacó tus bonitos ojos.
—¿eso que escuche ahí fue indirectamente un halago?
—¡Justin! —lo regañe.
—Vale —dijo en un tono de voz divertido.
—Será mejor que te cambies de ropa —dijo Justin y pude escuchar la sonrisa en un voz.
—¿Por qué? ¿Qué tiene de mala la que tengo? —pregunte a la defensiva.
Tenía puesto una camisa manga larga color gris y encima un suéter negro, unos vaqueros y unas botas Dr. Martens, era algo cómodo para manejar.
Justin había "buscado" las linternas, digo "buscado" porque no podía ver en la oscuridad y tampoco lo escuchaba moverse. Tenía los nervios de puntas, no había encontrado nada aparentemente y a diferencia de él, cada vez que colocaba un pies en el piso se escuchaba por todos lados.
Además de que mi respiración acelerada era nuestra música de fondo.
—Porque estas muy tapada y se te hará incómodo dormir así por favor Bunny, duerme desnuda, no tienes nada de que preocuparte, esta oscuro, no puedo verte.
—Pero si tocar, y eres alguien que no puede mantener las manos quieras.
—Bueno, ahí tienes un punto, ¿Y si te presto una camisa mía? Con confianza Bunny, te diría que durmieras en la habitación de huésped pero creo que eso no te haría feliz, porque con ese miedo a la oscuridad que tienes, podría darte un infarto.
—¿Estas disfrutando con esto, verdad?
—Como no tienes idea.
—Bien, pásame la camisa —dije resignada mientras ponía la mano a ciegas para que me la diera.
Cuando la sentí, la tomé de golpe, comencé a quitarme el abrigo y la camisa rápidamente a pesar de que estaba oscuro, lo mejor era prevenir.
La camisa me quedaba por los muslo y era tan cómoda como estar tocando el cielo. Y maldita sea, olía a Justin, un aroma con el que estaba comenzando a obsesionarme.
Me acosté en la cama y escuche como esta crujía bajo mi peso, me puse lo más cercano a la orilla para así no tener mucho contacto con Justin pero de nada sirvió cuando sentí el espacio de mi lado hundirse y luego dos brazos rodear mi cintura.
Su aliento acariciaba mi oreja y su nariz mi cabello.
—Buenas noche Bunny —dijo Justin es un suspiro.
No respondí, espere hasta que su respiración se volviera casi nula y su peso se volviera como el de un muerto. Me di la vuelta aún entre sus brazos que se recusaba a dejarme y pegué su nariz con la mía.
—Buenas noche... Justin —susurre para luego cerrar los ojos.
Hace mucho tiempo que no dormía tan bien.
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10 things i hate about you.
RomanceElla está rota y esconde varias cicatrices en su corazón. Él tiene varios problemas consigo mismo. «Porque puedes vendar los daños, pero nunca podrás arreglar un corazón»