Ella era diferente y él lo sabía. Sabía que había algo en ella que la hacía diferente a las demás ShadowHunters y cuando lo descubrió lo hizo quererla más, ese detalle era su esencia, inigualable, único de ella.
Novela basada de la seria de Shadowhu...
Siento un escalofrío recorrer por mi espalda y abro mis ojos. Los recuerdos de la noche anterior llegaron a mi y sonrío. Estoy dándole la espalda a Alec así que me volteo para verlo.
Sus manos habían estado trazando figuras abstractas desde que él despertó.
—Hola—lo saludo con media sonrisa y vuelvo a cerrar los ojos.
—¿Cómo has amanecido? ¿Te duele algo? ¿Puedo ayu...?—Sonrío y lo veo.
—Estoy bien, Alec. Nada de que preocuparse, no por el momento—acaricio su mejilla y este cierra los ojos ante mi tacto.
Nos quedamos unos segundos en silencio, ambos pensando.
De verdad quiero a Alec, lo quiero muchísimo. Este hombre me hace extremadamente feliz.
—Hay que darnos una ducha para poder ir a desayunar—se levanta a buscar su ropa interior, cuando se para de la cama su trasero queda a mi merced. ¡Delicioso!. Imagínense a ese hermoso hombre de más de 1.80 parado frente a ustedes mientras les da la espalda y aprecian su trasero desnudo. Se me corta la respiración.
Se mete al baño. Cuando escucho la regadera me levanto para observar las sábanas, solo tiene unas pequeñas manchas de sangre.
Me pongo la camiseta de Alec, tomo las sábanas y las llevo a la lavandería de la casa. Las meto en la lavadora junto con detergente y las dejo lavando en lo que me ducho.
Subo a mi habitación para buscar ropa limpia, toma mis sandalias de baño, una toalla y me voy a la habitación de Jace para ducharme.
***
Terminé de ducharme y me dispuse a vestirme.
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Entre a mi habitación y vi a Alec recostado en la cama con una sonrisa.
—¿Qué te pone de buen humor?—pregunto entrando al baño para cepillarme los dientes.
—Tú. Despertar junto a ti me pone de buen humor porque me haces feliz—Estaba recargado en el marco de la puerta del baño viéndome cepillar mis dientes.
—Tu me haces más feliz—logro decir y él se ríe.
Termino de cepillarme los dientes y salgo. Alec se sienta en la cama viendo cada uno de mis movimientos. Tomo el cepillo para el cabello y comienzo a desenredar.
—Déjame intentarlo—extiende su mano para que le de en cepillo y lo miro con inseguridad—¡Vamos!—dice con una sonrisa y le doy el cepillo. Me siento frente a él y comienza desenredar con suma delicadeza.
—Tampoco tan lento, tienes que deshacer los nudos—lo regaño
—¿Así?—pregunta y me jala horrible
—¡No!—me agarro el cabello para evitar el dolor—Ya, dame eso—me paro frente a el y frunzo en ceño haciéndome la enojada
—Se que no estas enojada—pone cara picara y hace que una sonrisa aparezca en mi cara.
