Capítulo 4 |T.3|

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—Bien tórtolos, es hora de irnos—tomo el brazo de Magnus y la mano de Alec para aparecemos afuera de una lujosa casa. Los tres nos adentramos, se veía que tenia buen ambiente. Al entrar un brujo se nos queda viendo feo a Alec y a mí, ya que el vestido hacia mis runas visibles y bueno, Alec huele a Nefilim.

—Magnus, ¿Seguro que fue buena idea venir?—le pregunto en un susurro a Magnus

—Sí, mejor que venir solo—responde igual y lo regreso a ver—estoy bromeando, te amarán, eres una de nosotros y es una buena forma de que te relaciones con mas brujos, así armas una...reputación—me guiñe y Alec lo ve con el ceño fruncido. Avanzamos un poco y regresaban a vernos con repudio. Alec toma mi mano.

—Que los vean así no significa que no puedan divertirse—dice Magnus al ver lo incómodos que estábamos.

—Lo dices porque a ti te conocen de hace siglos, yo soy una pulga comparada con ellos—.

—¿Crees que es es algo bueno? Créeme, no quiero quedarme más de lo necesario pero, es tradición que el Gran Brujo saliente le pase la posta a su reemplazo—regresa a ver a un hombre con barba y coleta.

—¿Es él?—pregunta Alec escaneándolo de pies a cabeza.

—El incomparable: Lorenzo Rey, el nuevo Gran Brujo de Brooklyn—lo dice con desprecio Magnus.

—¡Magnus!—escuchamos que llama y Magnus trata de huir pero lo detengo y Lorenzo se acerca a nosotros—Magnus Bane. Viniste y trajiste unos amigos—me escanea de pies a cabeza y nos pasa unos tragos.

—Hola, me presen...—me corta

—____ Morgenstern la mestiza más codiciada, al parecer—regresa a ver a Alec—novia del director del instituto de Nueva York, Alec Lightwood, el cual espero ver bastante en las reuniones del submundo—Okay you weirdo mal educado, sabelotodo—¿Sin resentimiento?—le pregunta esta vez a Magnus.

—Al contrario. Estoy feliz con mi nuevo trabajo, ser el Gran Brujo es algo ingrato, mucho trabajo, poca paga. Pero seguro no le importa eso a un joven—termina Magnus.

—No seas tan cínico. Tendré 484 años, pero tengo experiencia en servicio. Tantos años trabajando para el Gran Brujo en Madrid, me han preparado bien—alzo ambas cejas y Lorenzo regresa a ver a Alec—Aunque quizá yo no sea tan amable con usted—Alec frunce el ceño confundido— ya que debo servir a los brujos, no para llevarte por el mundo como un servicio especial—sonríe hipócritamente.

—No aceptaría otra cosa—responde Alec tratando de ser cordial.

—Espero con ansias nuestra primer reunión. Disfruten la fiesta—se marcha.

—¿Quién lo designó?—pregunta Alec.

—Nadie. Hubo una votación y Lorenzo puede ser encantador, si te agradan los falsas, negomaniacas posturas de...—Alec lo corta.

—Cuida tus palabras—dice al ver a Madzie venir hacía nosotros.

—¡Alec!—ella corre hacia él y este la carga

—¡Madzie! Mi pequeña hechicera favorita—le da vueltas en el aire y yo los veo con amor.

—No puedo creer que hayan venido—saludo a Catalina.

—Fue algo imprevisto—respondo y los tres vemos a Alec con Madzie jugar.

—Es bueno con los niños, espero te animes pronto a tener uno _____—el comentario de Catalina hace que me sonroje.

—Sería un bebé hermoso, con cabello negro y ojos azules como sus padres. Oh, estaría encantado de ser el padrino—responde eufórico Magnus.

—Sería encantador—dice Catalina. Magnus ve su bebida con el ceño fruncido—¿Qué pasa con tu bebida?—pregunta ella—la mía sabe al mismo infierno—suelto una pequeña risa y segundos después comienza a temblar.

—¿Qué pasa?—pregunto preocupada.

—No puedo controlar mi magia—responde Catalina. Todos comenzaban a mostrar sus marcas de brujos. Me acerco a Alec y a Madzie, ella me abraza y la cargo.

—Tranquila, todo estará bien—le digo y Alec pone su mano sobre Madzie.

—Me voy de aquí—dice un brujo y trata de hacer un portal, pero este de alguna forma se revierte y comienza a desintegrarlo, el ataque parecía venir directo a nosotros y le doy a Alec a Madzie rápidamente para con un movimiento desintegrar el ataque. Lorenzo y los demás brujos se me quedan viendo, como si estuviera petrificados y sin creer lo que pasó.

—¿Qué esta pasando?—pregunta Alec.

—No tengo idea—respondo.

Tras unos minutos en shock, los invitados comienzan a irse y nosotros no somos la excepción.

—Nos vemos Magnus, cuídate y cualquier cosa, llámame—lo abrazo y el asiente para después irse.

Alec y yo nos vamos a mi departamento, el cual no he visitado desde hace días.

—Aún estoy temblando—digo al llegar

—Lo bueno es que no pasó a mayores, no sabemos que hubiera pasado si esto se hubiera salido de control—toma mis manos.

—Tienes razón—le sonrió y besa mis manos.

—Vamos a la cama—caminamos hacia la habitación.

—¿A descansar?—pregunto picara y el sonríe de lado.

—No lo creo—cierra la puerta de la habitación y me acorrala entre su pecho y la madera.

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⏰ Última actualización: Jun 27, 2020 ⏰

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Shadowhunters "Begin"(Alec Lightwood y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora