capítulo 14

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- Lo sé, pero eres su mate y solo tú lo puedes cambiar, entiendo que lo odies pero no quiero perder a mi hermano -baja la mirada y limpia algunas lágrimas de su rostro.

La verdad me sorprende escuchar eso de ella, debe querer mucho a Efrén. Pero que puedo hacer yo, todo esto es muy complicado de un momento a otro me entero que existen hombres lobos y que todo el tiempo estuve rodeado de ellos.

-¿Tú también te conviertes en lobo? -pregunto tratando de cambiar de tema.
Ella sonríe -sí, no te asusta ¿ verdad? -me mira tratando de adivinar lo que pienso.

-No...no -la verdad ya me estaba acostumbrando - y tú ya encontraste a tu mate.
Baja la mirada, y su semblanza se vuelve triste.

-No, en realidad llevo buscándolo 50 años y no lo encuentro hasta ahora, es muy frustrante no poder estar con la persona que amas -dice lo último casi para ella.

- Como que mas de 50 años, eres joven no comprendo - la miro sorprendida.

-Lo siento olvide decirte que no envejecemos como los humanos, nosotros demoramos un montón - dice sonriendo.
Pero como aparte de ser sobrenaturales no envejecen, esto es muy raro cada vez me sorprendo más.

-Tranquila no te asustes no somos demonios -dice al ver mi cara de espanto.

-Lo...lo siento es que no lo puedo creer.
-No te preocupes lo entiendo, si yo fuera en tu lugar saldría corriendo. Pero vamos a comer debes tener hambre -se levanta y camina hacía la puerta.

- Luisa - ella voltea - y qué sucede si no estas con tu mate sino con otra -tenía que saber la respuesta ya que Efrén tiene a otra y tal vez me deje ir.

-Nunca será feliz completamente por que con quién estés no es para ti -dice volviendo hacía dónde estoy.

-Pero Efrén ya tiene a Juana por qué quiere que yo este aquí -digo ya más directa.

-Ivonne yo sé que él no la quiere, solo es físico lo que le atrae, pero lo otro es diferente y él se va terminar dando cuenta - dice lo último acariciando mi cabello - y tú también.
¿Yo?, escuche mal, eso nunca yo, no soy loba.
- Se que no me crees pero eso sucederá inevitablemente si sigues cerca de él.

-No comprendo él esta con ella y yo lo acepto no me afecta, solo quiero que me deje libre - digo suplicando.
-Tranquila, tal vez eso pase, mi hermano es muy orgulloso y no creo que deje a Juana. Por ahora dejemos eso, vamos a comer algo.
Me pongo de pié y la sigo, estoy muy confundida, no sé que puede suceder en el futuro pero lo único que quiero ahora es salir de este lugar antes que todo se complique mas.

Después de haber comido Luisa me estaba enseñando algunas revistas, pero yo no prestaba atención, mi mente estaba muy lejos, mi familia estarían preocupados y Tomás y Mara cómo estarán.

Levantó la vista al ver llegar a Juana con una sonrisa en su rostro. Al verme se le borro la sonrisa.
-¿qué haces en mi sala? -se acerca hacía dónde estoy y me jala del brazo. Pero quien se cree, la empujó hacía atrás y me liberó de su agarré.

-Que te pasa, no te han enseñado a respetar o qué -digo parandome frente a ella.

Ella se pone rojo de la furia.

-¿respetar? Estas loca ¡es mi casa para tu información!

-pero también es la mía, así que déjala -Luisa se para en el medio.

-No lo puedo creer, cuando diablos se largará tu amiga, acaso piensa vivir aquí -grita.

Luisa sonríe al escucharla.

-Pues díselo a mi hermano, tal vez quiera -dice sarcástica

Ella al escucharla se sorprende.

-¿Ha que te refieres con eso? ¿que estas insinuando?

-No lo sé cuñadita es solo una sugerencia -dice burlona.

Ella me mira con odio y sale del lugar.
-Tranquila, Efrén no va permitir que te trate así - Luisa me abraza.

Luego de eso subí a mi cuarto y me encerré. No sabía que hacer, creo que si estoy un día más aquí voy explotar. Me voy a dar una larga ducha, me pongo mi pijama, me estoy por dormir pero escucho la voz de Efrén.

-¡Ivonne abreme la puerta ahora! -toca la puerta de forma violenta.
Me levantó de golpe y camino dudosa, no sé si abrir o no, siento que Efrén esta muy molesto.

-¡maldición! Abre de una vez no me obliges a derrumbar la puerta -lo escucho gruñir.
Comienzo a temblar involuntariamente agarro la manija y abro lentamente, pero Efrén al escuchar el sonido empuja haciendo que caiga al suelo.
-¡Te he dicho que me abras! -me toma del brazo.
Trato de equilibriarme y logró ponerme de pié junto a él.

-¡sueltame! -me alejo de él.

-Quién diablos te crees para faltar el respeto a Juana ¡te prohibo que le hables así! Es mas no vas a salir de aquí -dice muy molesto botando chispas por los ojos.

-Entonces que me deje en paz -respondo retrocediendo.

En un abrir de ojos lo tengo frente a mí, estampa un fuerte golpe en mi cara haciendo que me tambalee.

- Te odio -digo sobando mi cachete.
-Sabes que no me importa -Retrocede y sale del lugar.

Me encojo y me dejo caer al suelo, escondo mi cabeza en mis rodillas y me suelto a llorar, odio cuando se porta así ¿quién se creé? Sin darme cuenta me quedó dormida.

Me despierto al sentir que alguien abre la puerta, Efrén entra con una bandeja de comida. No me levantó solo me abrazo mas a mi misma.

-¿Por qué dormiste ahí? ¡Levanté!

-¡Que te importa! Déjame en paz -vuelvo a hundir mi cabeza entre mis rodillas, pero siento sus manos en mi espalda, me jala del cabello haciendo que de un fuerte gritó.
-¡Sueltame! Pero que te pasa -gritó tratando de alejarme de él.

-Nunca me vuelvas hablar así, ya te dije que el que manda aquí soy yo - sus ojos estaban completamente rojos.

-Ok ya entendí -dije desesperada para que me suelte.
Sonrió con maldad y me solto, haciendo que vuelva a caer al suelo.

-Que bien, asi me gusta, mas te vale entender -se aleja y me mira con cólera.

Yo solo me vuelvo a enrollar y aguanto mis lágrimas, nunca volvere a llorar frente a él.

-Como ya te dije no saldrás de este lugar, hasta que aprendas a respetar a Juana -dicho esto sale dando un fuerte portazo.

Me levantó tambaleante, me meto en la ducha y me quedó ahí, ya no tengo ganas de nada ¿qué hice para merecer esto? Cuando ya no siento mi cuerpo salgo del agua y me pongo un camisón, me envuelvo con las sabanas y me quedó así hasta la noche, no tenia hambre ni ganas de vivir, algún día lograría salir de aquí me pregunto a cada momento.

Siento que la puerta se vuelve abrir, pero no volteo ya no me da ganas de volver a verlo. Camina hasta la pequeña mesa del costado.
- No Comiste nada, bueno no es mi problema - se lleva todo y sale del lugar.
Me sentía agotada, ya no tenia fuerzas para llorar ni nada, no sé que pasará mañana ni el resto de los días por ahora solo quiero dormir.

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Hola :-)
Cómo les pareció el capítulo, les dije que no confiaran en Efrén. Pobre Ivonne, ya veremos que sucede en el próximo capítulo.

Gracias por leer, besos para todos :-*

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