capítulo 25

77 14 0
                                    


Escucho lo que dijo y es como si la palabra destruir  me lastimara a mi misma.

- No no puedes destruirlo  - digo sin pensar en su reaccion.

Sus ojos se enrojecen por completo  - ¡claro que puedo! Acaso piensas que soy el mismo imbécil de siempre  - se acerca y coje violentamente mi brazo.

- Tú lo elegiste a él  ahora yo elijo lo que se me pegue la gana  - me suelta y toma su cabello.

- Yo no lo elegí  - me acomodo mejor y busco sus ojos  - nunca pude elegir.

Las lágrimas comenzaron a salir de mi rostro y lo limpio de inmediato.

- ¡Yo nunca elegí! - gritó  - ustedes me enredaron en este mundo que ni sabía que existía  - me detuve al no poder controlar mis lágrimas  - no tienes derecho a reclamar nada, tú me involucraste en todo esto.

Lo veo y esta de espaldas tocando su rostro nervioso.
Veo voltearse y su rostro es totalmente diferente sus ojos estan normal el mismo celeste que conocí siempre.

- Lo....lo siento  - se acerca y veo su cansado rostro  - no puedo controlar mi lobo  - hace una pausa para luego mirarme  - te extrañe tanto.

Sin aviso se lanza a mis brazos dándome un cálido abrazo mientras unde su cabeza en mi cuello.
- lo lamento  - escucho su suave voz en mi cuello y no puedo evitar sonreír por la cosquilleo que siento.

Me alejo al recordar como se comporto y lo empujó suavemente.

- Sé que tal vez no me creas pero a estas alturas me imagino que ya sabes que todos somos hombres lobos  - hace una pausa mientras se sienta a mi costado.
- cuando me convertí yo dominaba a mi lobo pero no me podía comunicar con él, pero él día que te perdí ese día donde casi muero, él salió y tomo posición de mi cuerpo. Cuando él domina mi cuerpo no puedo hacer nada y me convierto en alguien muy violento  y casi siempre lastimo a quienes mas amo.

Lo escucho y mi corazón se oprime,  no lo puedo creer siempre creí que tu lobo te protege.

- Debe ver alguna manera de controlarlo  - digo sorprendida  - no puedes seguir así.

Me acercó y lo abrazo, no soporto ver a mi amigo de esa manera yo estoy acostumbrada a verlo seguro feliz y tranquilo, el mismo Tomás de siempre.

Algunas lágrimas inundan mi rostro, al recuerdo todo lo pasado porque algo me dice que jamás volverá a ser igual.

- Te quiero Tomás, eres mi mejor y único amigo. Gracias por estar siempre a mi lado  - dejó un pequeño beso en su rostro y me separó.

Tomás sonríe, pero de inmediato baja la mirada es como si de pronto hubiera recordado algo.

- Ivonne tengo algo que contarte  - dice preocupado   - es sobre cuando nos conocimos.

Entonces recuerdo ese día lo conocí :
Hiba muy rápido a mi primer día de clases en la universidad, estaba muy nerviosa y feliz a la vez. Hiba estudiar la carrera que me gustaba.

Llego en el estacionamiento bajo de mi auto y camino hacía un costado sin percatarme que un auto acababa de llegar .
Solo siento un fuerte golpe y caigo al suelo. Me levanr mareada al escuchar la voz de un joven.

Tomás estaba frente a mi muy preocupado, me pedía disculpa a cada minuto  yo no me cansaba de  que estaba bien.

Vuelvo a la realidad al escuchar a Tomás.
- Cuando nos conocimos todo fue    - hace una pausa  - planea...

Escucho la puerta abrirse y veo ingresar a Roger con una gran sonrisa. Tomás no termina y se pone de pié para saludar a su padre.

- Papá.

- Tomás no hables de mas  - dice Roger  - la señorita necesita descanso.

Tomás asiente mientras su padre lo mira como advirtiendolo.
Pero que me hiba decir porque Roger no querra que hable algo anda mal.

- ¿Por qué? ¿qué tiene que decir? - pregunto mirando a ambos.

Tomás evita mirarme y me da la espalda mientras mira por la ventana. Roger se acerca.

- No es nada, solo quiero que descanses  - mira directo a mi cuello justo dónde mi marca  - vas a necesitar muchas fuerzas para lo que se viene.

Entoncese me doy cuenta que lo que se viene tiene que ver con Efrén y por la cara de Roger esta planeado algo muy malo.

- ¿Qué vas hacer?  - pregunto algo nerviosa.

Roger sonríe cínicamente al ver mi preocupación.

- Lo que se merecía hace mucho preciosa  - se acerca y pone su rostro muy cerca a mi cara  - morirá lentamente, él mismo matará a quiénes más ama  - susurra.

Me quedo estática al imaginar todo eso no puedo evitar sentir un fuerte dolor en mi pecho.  Efrén no puede sufrir de esa manera yo no lo puedo permitir.

- No .. no puedes hacer eso   - digo mientras Roger se incorpora y finge no tomar importacia a lo que digo  - ya tuvo suficiente ¡destruiste su manada!

- Pues no basto, él aún está vivo y se arrepentira mil veces de haber nacido  - grita con furia.

- ¿Pero que te hizo? ¿por qué lo oídas?  - me siento.

Roger sonríe con maldad.

- ¿Qué me hizo? - suelta una estrepitosa carcajada  - ¡nada! Y eso es su error no hacer nada.

Me quedo boca abierta al escucharlo, ¿entonces por qué lo odia? Y todo viene a mi mente, un Efrén frío con ganas de venganza si Efrén no hizo nada entonces el que hizo algo es Roger, él es el causante de todo esto.

-¿Qué quieres de él?  - pregunto asustada, todo esto me da miedo y ahora no sé donde estoy mas segura aquí o con Efrén.

- Quiero que se retuersa de dolor quiero que sufra  - sus manos estan en un puño mientras sus ojos se comienzan a tornar rojos  - ¡lo quiero muerto! Y todo su maldito linaje extinto.

- ¿Por qué?  - él no responde.

- ¡Tomás!  No puedes permitir esto  - digo suplicante  - no es justo.

Pero de inmediato veo a Tomás voltearse con los ojos completamente rojos y me doy cuenta que su lobo volvió a tomar posición de su cuerpo.

Me mira con una sonrisa macabra  - Claro que es justo yo mismo lo mataré lentamente  - dice con una voz gruesa.

- Tomás por favor tienes que reaccionar  ... te necesito  - digo suplicante.

Pero el me ignora y mira a Roger como esperando una orden.

- Jamás te ara caso, será mejor que te vayas olvidando de él.

- Tomás prepara todo para destruir a Efrén, debemos encontrar a su hermana que esta en París, si es posible tu mismo ve por ella.

Tomás asiente y sale del lugar sin siquiera mirarme.

- Su hermana no tiene la culpa, por favor Roger para.

- ¡No! Por supuesto que no.
Y tú preciosa también vas ayudar mucho sobre todo cuando te vea morir  - me mira con pena.

- ¡no! Por favor sacame de aquí.

Trato de ponerme de pié necesito salir y avisar todo a Efrén no puedo permitir que le pase algo.
Roger se acerca y me empuja para volver a caer en la cama veo sus manos y tiene una larga jeringa.

- Hora de dormir  - sonríe  - aquí tres días te veo preciosa.

Trato de liberarme pero me es imposible veo como clava la aguja en el suero y de inmediato siento mis párpados pesar.

No sé que hacer, pero hasta ahora me doy cuenta cuanto quiero a Efrén y lo mal que lo jusge siempre creí que él era el malo de la película, pero ahora todo es al revés.

A lo lejos escucho la voz de Mara, quiero mantenerme lúcida pero apenas escucho como un eco.

- Juana acaba de llegar. .. Efrén esta. ......

Es lo último que escucho antes de caer en la inconsciencia.

Siempre  Fuiste Tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora