capítulo 30

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NARRA IVONNE :

Estaba en el hospital cambiando mi ropa para huir con Luisa, fue mucha sorpresa saber que era ella, pero también me senti feliz ya que podría ver ha Efrén.
Todo estos días fue un infierno, el dolor de mi pecho cada día aumenta más.

Recuerdo el día que desperté después de haber dormido 3 días me sentía tan débil no podía ni mover mis brazos.
Comenze a pedir ayuda a gritar, tenia que salir para ayudar a Efrén. Pero de inmediato ingreso un Roger furioso que comenzó a golpearme.
Estaba furioso, no sé porque razón, pero Mara me ayudo, ella detuvo a su padre antes que continue.
Sentía tanto dolor mis brazos estaban morados al igual que mi cuerpo.

Veo mis brazos y ya no estan tan visibles los golpes. Termino de hacer una coleta.

Escucho un sonido y veo entrar a Luisa, por fin escaparia. Después de pregutarme si estoy bien salimos muy rápidos ya que Roger y Tomás nos seguían.

Cuando los perdimos mi corazón comienza a latir cada vez más rápido al saber que estoy cerca de Efrén.
Se detiene el auto y veo a Efrén. Cuando me mira nuestros ojos se conectan, lejos de sentir miedo siento tranquilidad por fin se que estaré bien a su lado.

Lleva puesto un jeans negro como siempre con un polo del mismo color y su cabello alborotado sus ojos verdes se clavan en mi rostro mientras una pequeña sonrisa se forma en su rostro.

Se acerca y abre mi puerta me tiende sus manos; al verlo lo dudo solo un segundo, pero lo tomo, cuando toco sus manos siento una corriente recorrer todo mi cuerpo.
Cuando estoy de pié no sé que decir solo bajo la mirada.

- Hola, hermosa - escucho su suave voz. Mientras su delicioso aroma inunda mis fosas nasales.

Levantó la mirada para ver sus hermosos ojos y el dolor de mi pecho desaparece y siento un gran alivió y paz.

- Gracias - susurro. Mientras lo abrazo y descanso mi rostro en su duro pecho.

Siento sus labios en mi cabello dejando pequeños besos.

- No sabes cuánto te extrañe, eres todo para mí - susurra en mi cuello haciendo que me extremesga.

Me alejo y limpio algunas lágrimas que salieron involuntariamente.

- Yo.. yo también.

Sonríe mostrando su perfecta dentadura, mientras se acerca lentamente, solo puedo ver sus hermosos labios acercándose cierro mis ojos mientras siento sus labios chocar los míos y siento miles de emisiones revueltos.
Me apego mas y paso mis manos por su suave cabellera.
Pero de inmediato escuchamos un fuerte sonido de un auto. Efrén me abraza y me pone detrás de él para protegerme, veo bajar a Roger con un arma y apunta a Luisa, Efrén se tensa y aprieta mis manos. Pero Hugo se lanza en cima de Roger, pero de inmediato baja Tomás con los ojos totalmente rojos y apunta con un arma a Luisa.

Cuando Tomás sube a Luisa a su auto veo a Roger retroceder mientras saca su arma y dispara justo dónde estoy, pero Efrén se interpone provocando que la bala le caiga en su abdomen.
De inmediato siento un dolor desgarrador que me hace caer al suelo, siento como si a mí me hubiera caído la bala.
Efrén se retuerce, pero al verme gritar se acerca con su ropa manchada de sangre.

- Tranquila... her...hermosa - susurro mientras toca mi rostro.

Hugo llega con Sebastián ambos lo suben al avión mientras tratan de curar ya que la bala era de plata.

- De inmediato llevenlo donde la manada, solo Nicolás podrá ayudarlo - mira a Efrén - yo me quedare tengo que ayudar a Luisa.

Dicho esto baja del avión mientras despegamos.
Trato de controlar mi dolor y me acercó a Efrén, mientras trato de curar sus heridas.

- Vas estar bien....

(Horas después. .. )

Veo salir a Nicolás de la habitación de Efrén, esta muy sudado y un poco nervioso.

- ¿Efrén está bien? - me a acercó.

- Sí, logre sacar la bala ahora solo queda esperar a que su cuerpo se regenere - da una suave sonrisa - estará bien.

Siento un gran alivio, durante el camino Efrén se había desmayado y el dolor en mi pecho crecía, y no sabía que hacer para controlarlo.

- Quiere verla señorita - vuelvo a la realidad.

- Si, gracias Nicolás.

- Fue un placer ayudar al alfa.

Ingreso al espacioso cuarto, todo el fondo era gris las paredes y las puertas.
En una cama matrimonial estaba Efrén, su rostro estaba pálido por la pérdida de sangre, su cuerpo estaba lleno de vendajes.
Al verme sonríe, me acercó tímidamente y me paró a su costado.
- Te sientes mejor - susurro.

- Sientate conmigo por favor - me señala la silla .

Me siento a su lado y observo su hermoso rostro.

- Estoy bien si tú estas bien preciosa - dice a acariciando mi mejilla con sus dedos.

Me hace sentir tan bien. Cuando esta cerca el dolor desaparece y solo puedo sentir paz.

- Te quiero ... Ivonne.

Me quedo quieta ante sus palabras en realidad es algo que no lo creo, siempre se porto mal conmigo que siento que no es real. Aunque me muero de emocion al escuchar esas palabras sé que no son reales o eso es lo que creo.

- No es necesario mentir Efrén - veo su cara de espanto ante mis palabras, me pongo de pié - no me iré porque no podre vivir lejos de ti.

Sus ojos verdes me miran con desesperación, trato de sentarse pero un gritó de dolor lo detiene.
Al verlo así quiero acercarme decirle que este tranquilo que yo también lo quiero, pero no quiero sufrir más, ni tampoco más mentiras.
Así que me contengo y sigo firme frente a él.

- No .. no es mentira. Todo este tiempo lejos de ti me di cuenta cuanta falta me haces Ivonne - busca mi mirada - hasta siento que te am...

- No no te atrevas - interrumpo - eso es por la marca - toco mi cuello - si esto no estuviera aquí no sentirias nada y me trataras como siempre lo as echo.

Termino de hablar con un fuerte dolor en mi pecho que me avisa que esta sufriendo.
Me vuelvo a ver sus ojos y por primera vez veo lágrimas en ellos. Mi corazón se oprime tanto que no me deja respirar.

- Te traté mal lo sé, pero ahora lo único que quiero es estar contigo, no me importa si existe o no la estúpida marca yo te amo - limpia sus lágrimas y se vuelve a echar - pero si tú estas confundida, entiendo, pero esperaré todo el tiempo que sea porque te amo.

Yo no sé que decir solo salgo de su habitación corriendo sin siquiera ver su rostro, llego al inmenso jardín y me siento a lado del rosal.
Siempre de pequeña cuando sentía tristeza o mis padres me golpeban, yo corría donde los árboles y lloraba todo lo que podía hasta cansarme.
Ahora estoy en la misma posición solo que con mis sentimientos echo un lió.

Me quedo largo rato pensado en todo lo que sucedió, en Luisa cómo estará ahora, si Roger la abra echo algo.
Pero sé que Mara o Tomás no permitirán ninguna maldad o almenos Mara ya que últimamente desconozco a Tomás, se a portado tan diferente.
Unas lágrimas caen por mi rostro al recordar como es ahora mi amigo de siempre.

- Así que volviste.

Volteo al escuchar una voz chillona y lo que veo frente a mí me hace recordar todo ¡Juana! Ella qué hace aquí.
Vienen las palabras de Mara a mi mente.

Papá Juana ya esta aquí.

Acaso se refería a ella.

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