Capítulo 9

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La luz del contestador parpadeaba, mostrando que había un mensaje de voz pendiente. Nicky llegó de su caminata, había olvidado su móvil en la casa, al revisarlo noto que también tenía llamadas perdidas. Soltó de la correa a Niza, quien saltó alegre en busca de la pelotita amarilla que había dejado una hora antes debajo de la mesa de la cocina.

Nicky, soy yo, necesito que hablemos, llegaré un poco tarde, pero es necesario hablar. Nos vemos.

Nicky escuchó la voz de Joshua y notó algo extraño en ella, no sabía de qué necesitaba hablarle; una inquietud se apoderó de su estómago. No entendía el porqué, ella sólo necesitaba estar sola y esa noche no era precisamente la adecuada para hablar, sin embargo decidió hacerlo. La historia entre ellos dos estaba terminada para ella, sólo debía tener el coraje de decírselo de la mejor manera posible.

La tarde transcurrió lenta para su gusto, la noche se acercaba sin apuro.Se dispuso a esperar a Joshua luego de darse un baño.

—Hola, Nicky. —Besó levemente los labios de la chica -- .Ven, vamos a sentarnos, necesito que hablemos.

Se sentaron frente a frente, la joven se mantenía en silencio; esperaba lo que el chico tenía para decirle.

—Nick......, amm......, mira, lo que viví contigo, todos estos años fue maravilloso, incluso estando enferma siempre me has dado lo mejor de ti, sin embargo, en los últimos meses, después de la cirugía, te has vuelto indiferente, distante...

—Joshua... —quiso interrumpir.

—No, espera, escúchame por favor, permíteme terminar —expresó con un gesto, tomándole la mano—. Dios sabe que no quiero herirte, hace unos seis meses conocí a alguien... No sé cómo ocurrió, pertenece a la Cruz roja, nos vamos de misión en un par de días, lo siento Nicole......, lo siento pero no podría irme sin decírtelo, lo siento. —Intentó abrazarla.

—¿Seis meses......?, ¿por qué no decírmelo antes, Josh?

—Perdóname, Nicky, ¡lo siento tanto! —Logró abrazarla.

La joven no sabía qué sentir, si alivio o alegría, ella no había tenido que terminar definitivamente la relación y eso la hacía feliz. El muchacho, aunque la dejaba mucho tiempo sola por su trabajo, no era un mal compañero y ella no quería lastimarlo.

Lo apartó sonriendo y trató de ser lo más honesta posible con él.

—Josh..., me alegro por tí y quizá no sea la respuesta que esperabas de mí, fuiste una muy buena persona conmigo, creo que ambos lo fuimos, a nuestro modo llevábamos la relación pero en ella no había amor verdadero, no existía esa pasión que es precisa para sobrevivir juntos... Agradezco tu sinceridad, podemos ser buenos amigos, me has demostrado que eres un buen hombre, un hombre de verdad, con todas las letras.

...

—¿Y así nomás? ¿Casi cuatro años y "conocí a alguien bla bla bla?"—Lorraine caminaba de un lado hacia el otro interrogando a su amiga luego de que esta le contara lo ocurrido—. Yo no quería sentir esa cosa por él, es muy desagradable ese sentimiento por el marido de tu mejor amiga —seguía argumentando Lorraine mientras la otra chica la escuchaba con ambas manos sosteniendo su rostro.

—No era mi marido, Lory —anunció la joven por milésima vez a su eufórica amiga.

—Imagina que hubiese sido al revés, ¡imagina que tú te hubieses enamorado de otro, Nick!

—¿Y por qué no, Lory? El amor aparece sin avisar y te asalta el corazón, no pide permiso, simplemente aparece y hace desastres contigo—. Nicky hablaba con un intenso sentimiento, su amiga la escuchaba con asombro, lentamente tomó asiento frente a ella.

—¡¿Qué?! —exclamó viéndola a los ojos—.Ya no había nada entre Joshua y yo Lory......, una persona puede enamorarse sin querer hacerlo, porque así somos, imperfectos a veces en nuestros sentimientos, entonces erramos cuando pensamos que amamos a alguien, pero de pronto cuando el verdadero amor aparece te das cuenta de que estabas viviendo una mentira.

Me alegro por Josh... Me alegro mucho por él, me ahorró el trabajo de tener que decírselo primero.

—Nicky... ¿Estás enamorada y no me has contado nada?,¿te ahorró decirle que amas a alguien más?

La muchacha sintió vértigo, levantó sus ojos llorosos enfrentando la mirada interrogante de su amiga

"Te amo a ti con toda mi alma y mi ser entero" hubiese querido decir...

—¿Y? Vas a decirme quién es el afortunado, porque yo no me puedo dar cuenta de quién pueda ser — dijo viéndola de lado y achinando los ojos.

Nicky abrazó con infinito amor a su amiga en un intento de encontrar refugio.

"Te amo tanto que no puedo soportarlo más" pensó, separándose muy lentamente de ella.

—No, Lory... No existe ningún chico —le dijo tomando su barbilla y acercándose peligrosamente a ella de una forma que hizo que su amiga se sobresaltara. Se apartó de ella, dando un paso atrás al ver a Lorraine palidecer —. Lo siento, Lorraine... Yo...

—Está bien, yo sólo sentí... No importa, Nicky, son locuras mías, me afectó demasiado tu ruptura, Frank me hubiese matado si me hubiese dicho lo que Joshua te dijo a ti...

—Dime que sentiste, es diferente, yo no amo a Joshua como tu a tu esposo.

Lorraine bajó la mirada unos instantes, luego de un eterno minuto la miró con ojos inundados en lágrimas.

—Tomaste mi barbilla como lo hacía Frank... me impresioné porque sentí su contacto... estoy muy exaltada, no me des importancia, todo esto me afectó mucho, lo último que quisiera en la vida es verte sufrir, Nicky. Te quiero mucho, no se que me ocurrió, perdóname.

Se dio media vuelta y se fue al cuarto de baño a mojarse el rostro. La otra muchacha quedó quieta, sentándose lentamente en el sillón mecedor.

¿Lorraine habrá sido capaz de sentir su amor?

Todo había sido muy confuso, se maldijo por haber perdido la cordura y haberla asustado de esa manera, estuvo a punto de poner en peligro la amistad que las unía y ella no podía permitirse cometer ese error nuevamente, pero ¿como iba a ser capaz de soportar el inmenso amor que estaba sintiendo por ella? Un deseo casi incontrolable de besarla la consumía.Había pensado en alejarse pero no podía hacerlo, amaba muchísimo a su ahijada, la pequeña Sara. Se sentía entre la espada y la pared y no sabía cómo resolverlo, sentía que se le estaba yendo de las manos, ya no tenía control de sí, no iba a ser capaz de esconderlo por mucho tiempo más. Estaba asustada, por nada del mundo quería perderlas, y estaba segura de que si confesaba la verdad, las perdería para siempre.  

Sin alientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora