Capítulo 10

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La situación se estaba tornando insufrible para Nicky.

Ver a Lorraine y no poder expresar lo que sentía, era ya una tortura.

Mil besos que no podía dar, abrazos que debía reprimir, sus sentimientos se estaban saliendo de control.

— ¡Hey... Nicky... Nick! —Gritó Lory, sacudiendo al tiempo a su amiga que parecía estar fuera de este mundo, la chica saltó del sillón como si la hubiesen pinchado.

—¡Me has asustado, Lory! — Exclamó la muchacha con los ojos muy abiertos.

—Hace rato estoy hablándole a la nada. ¿Qué te ocurre?—

La joven fijó la mirada en su amiga y con lentitud comenzó a tratar de hablar, su balbuceo no era del todo claro, por lo que Lorraine, trataba de entender con el ceño fruncido y cara de sufrimiento.

—Mira pequeña, no te estoy entendiendo... ¿podrías hablar un poquitín más alto? —Su expresión no le ponía las cosas más fáciles a su amiga, quien bajó el rostro y lo cubrió con ambas manos, para luego deslizarlas por su cabeza, hasta la nuca, dejándolas unos instantes allì.

—Lory...si sintieras que amas a alguien de forma loca y desesperada, si sintieras tu corazón latir con fuerza al sentir su cercanía, si tu piel se erizara solo con imaginar su piel tocando tu piel y esta persona no lo supiera...¿qué harías? ¿qué harías si fueras consciente de que podrías perderla si se lo dices y no lo soportarías? —Preguntó en un tono serio y sin animarse a verla a los ojos.

Lentamente fue alzando la mirada para encontrarse con la de la otra chica, que la escuchaba con atención.

—Pues...trataría de darle señales...no lo sé...¿estás enamorada y no eres correspondida, Nicky?— interrogó, tomando a su amiga de las manos.

—Sabìa que algo así estaba sucediendo...estás temblando, cuéntame por favor —increpó Lorraine, la otra joven al sentirse presionada, se levantó rápidamente, soltándose con cierta brusquedad de las manos que la sostenían.

—Ahora sí que me preocupaste. ¡No vas a salir de aquí sino hasta que me lo digas!— dijo enérgicamente, poniéndose frente a frente con su amiga. —Estoy esperando.

La joven palideció, quería decirle, quería gritarle "Es a tí, a quién amo", pero solo quedaba mirándola sin reaccionar, no siendo capaz de emitir sonido alguno.

— ¡Nick...por favor, sabes que eres como una hermana para mí...cuéntame...—

— "¡Por favor, Lory...por favor...no, no me desarmes, ¿una hermana?"...— Suplicó en un susurro interno, sus lágrimas estaban a punto de saltar.

—No estoy entendiendo qué te ocurre, hace bastante tiempo que noto que estas rara, que ya no eres como antes, ni siquiera quieres quedarte a dormir, ya no vemos películas juntas como solíamos hacerlo, algo está ocurriendo y de aquí no saldrás hasta que me lo digas...¡Me preocupas, Nick!— Exclamó tomando nuevamente a su amiga de las manos y luego por los hombros.

—Mírame, dime... ¿que está ocurriendo contigo?—

Mil cosas pasaban por su mente, sus manos no dejaban de temblar, sus ojos no pudieron retener más su llanto. Lory, no comprendía y estaba dispuesta a saber qué o quién estaba afectando así a su amiga. Con un suspiro profundo, bajó la mirada y la invitó a sentarse... Nicky no lo hizo, no podía moverse ni articular palabra siquiera, solamente se quedó quieta, sin poder parar de llorar. El silencio solo era roto por las hojas del árbol al pie de la ventana y los sollozos de la joven, desconcertando aún más a su amiga, quién había entrelazado sus manos en señal de espera. Al final, el silencio se rompió.

—Yo...no se como decirte esto...no encuentro palabras ni explicación, es demasiado difícil para mí, no sé hasta qué punto podrás comprenderme, Lory. "Te amo a ti, te amo, te amo tanto" gritaba su mente.

—Inténtalo...— dijo, clavando sus ojos verdes en el rostro lloroso que tenía ante sí.—No debe ser tan difícil de decir, somos amigas, no tenemos secretos, algo te está afectando y por lo que veo, no estás teniendo control sobre ello... —

La joven sentía que el corazón se le salía del pecho, rebeldes mechones negros le cubrían el rostro, unas manos tiernas acariciaron sus mejillas apartándolos...

—Cariño...siempre pensé que Dios te había enviado para salvar mi vida. Cuando Frank se fue...yo sentía que moriría con él...tú apareciste como un milagro, todo lo que a ti te afecte, me afectará también...confía en mí, déjame ayudarte. La abrazó como presintiendo que era la última vez, sintió el latir de su corazón al unísono con el suyo, por unos instantes la sintió tan dentro, que por poco pierde la cordura, era demasiado fuerte su amor, no podría controlarlo por más tiempo, y ahí entendió que era el momento preciso para hablar. Se apartó de ella sin dejar de mirarla a los ojos.

— Me enamoré de alguien, ese alguien no tiene ni la más remota idea...no sé cómo sucedió, no debió haber pasado, pero se metió dentro de mí como un puñal, y estoy segura que jamás seré correspondida...—

—¡Oye pero, eso...— interrumpió Lorraine, deteniéndose ante el gesto de la mano de Nicky.

—¡No!...déjame terminar. — Expresó con voz suplicante.

—Ella no sabe que la amo con todas las fuerzas de mi alma...esto no tenía que haber sucedido jamás, pero, ¿como controlas al amor?—

—¿Es porque es una chica?...Me has dicho "ella", ¿es una chica? eso no debería detenerte para confesarle tu amor. ¿Porque controlar lo que sientes?, si de verdad la amas, que importa...dime... ¿eso es lo que te tiene tan angustiada?— preguntó Lorraine, buscando su mirada...— ¿Es solamente eso?—la muchacha tenía una sonrisa asomando en sus labios.

—No...no es eso lo que me detiene...— La joven mujer se dejó caer en el mullido sillón.

—Entonces si no es por su género, dime, ¿porque razón es que no te declaras? ¿es casada, muy hetero o algo así? creo que para el amor no existe género, solo existe la persona y tu amor por ella, no sabrás si te corresponde hasta que te decidas a darle "algún tipo de señal", se sabrá luego si te rechaza, podrás entristecerte, no antes, ahora si tu congoja es porque esa chica tiene pareja, es diferente la situación, dime ¿la conozco? —

— No Lory...ella está sola...y si, tienes razón, para el amor no existe género, solo existe la persona y mi amor profundo e incondicional por ella. —Se detuvo un instante en los bellísimos ojos verde aceituna que la enloquecían, y continuó.

—Lo que me detiene es que por sobre todas las cosas, y es necesario que lo sepas, amo a Sara y se que en este preciso momento la estoy perdiendo, y muriendo por eso, más ya no soporto esta situación... porque a quien amo con toda mi alma y sin poder evitarlo...es a ti.

Un silencio profundo se apoderó de toda la habitación, Lorraine palideció y no articuló palabra alguna, ante el silencio que dijo tanto, la otra joven bajó la vista, tomó su abrigo y sin poder decir más, se retiró del lugar, dando antes de salir una última mirada a la chica que había quedado sentada, inmóvil, con la sonrisa congelada y sus ojos verdes perdidos en el vacío.

Sin alientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora