Beginning

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Suena la alarma. Son las 6.30 a.m. Jack entreabre un ojo, mirando hacia la ventana un poco abierta, la cortina corrida y el canto de los pajaros ya se podían escuchar. Se tapa y pone la almohada sobre su cabeza.

-¿No me pueden dejar dormir aunque sea hasta las 7? –no era de sus mejores despertares. Al ver que la almohada no silenciaba del todo aquellos sonidos, se resigna a levantarse. Se sienta a la orilla de la cama, con sus codos sobre las rodillas y sigue maldiciendo aquel cantar que todas las mañanas acababa con sus tan felices sueños. Visualiza a su alrededor, buscando la ropa que había tirado la noche anterior después de llegar de la universidad, muy cansado, sin pensar siquiera en jugar, solo en irse a dormir.

Entra al baño, ni siquiera tiene ganas de darse una ducha. Se mira al espejo, sus ojeras son terribles. Lava su cara, cepilla sus dientes, peina un poco su alborotado flequillo verde, y asi, baja a desayunar. Normalmente su madre preparaba el desayuno, pero desde que vivía solo, se había acostumbrado a comer una taza de cereales con leche y se limitaba a no pensar en su agotador dia. Luego de aquel gratificante desayuno, toma su bicicleta, sale a la calle y en dirección a la universidad.

Por otro lado, aquella misma mañana, en otra parte, otro muchacho se levanta.

-Jodida alarma. Jesucristo, ¡deja de sonar! – la noche anterior había sido alocada. Se había puesto demasiado. Un poco de extasis le había dejado completamente fuera de si. Miro a su lado y suspiro, al ver a una chica no mucho mayor que el, desnuda en su cama, profundamente dormida. "Mierda, tengo que dejar esta vida", pensó Mark. En sus 27 años, siempre había sido un chico malo, afortunado con las chicas, el codiciado. Pero el alcohol, las drogas, y mas aun las mujeres, no llenaban el vacio que sentía por dentro. Todas las veces que despertaba de esa manera, se preguntaba porque. Lo tenia todo, y aun asi se sentía extrañamente vacio.

Se levanta y se dirige a la ducha. Luego de eso, se mira al espejo. Hombre, se veía fatal, le dolían los musculos y se sentía algo deprimido. Y debía irse a trabajar en un par de horas. Como fuera, volvió a la habitación donde aun se encontraba aquella amante de una noche, mira dentro de su placard y busca algo de ropa decente y limpia. Empieza a cambiarse. Ajusta su corbata, arregla su cabello, y antes de salir de la habitación deja una nota a la mujer.

"Lamento tener que dejarte sola, pero debo ir a trabajar. Toma lo que quieras, desayuna, tienes todo en la nevera. Fue una noche fantástica. Mark"

Hecho esto, se da media vuelta y se dirige al garaje, donde lo espera su Mercedes Benz. Un auto que le había costado mucho de su tiempo y trabajo conseguirlo. Puede que sea el hijo de un multimillonario, pero el, había conseguido todo lo que tenia gracias a su habilidad con los videojuegos; tanto es asi, que había conseguido ser el patrocinador de un nuevo juego aun a la espera de su lanzamiento. Pensando en su largo dia, Mark puso en marcha el Mercedes y se dispuso en camino a su jornada laboral.


NOTA: pongo las canciones con las que me inspiro para escribir :3

Prohibeme Pensar en TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora