Capitulo 11

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La junta había dejado absolutamente estresado y cansado a Mark, y mas aun, porque tuvo que encontrarse con Lucia en reiteradas ocasiones durante la estadia en la sala de reuniones. Quería volver a casa pronto. Quizás, escribirle a Jack, pero seguramente estaría durmiendo. Decidio no molestarlo. Y recibió una llamada de Tyler.

-Bro, tienes que venir a casa. He encontrado un par de mujeres que están para comérselas hasta los huesos –se escuchaba música fuerte de fondo.

-Mhm... sabes, Tyler, he estado todo el dia en la oficina, y...

-Vamos, no seas marica. Serán solo un par de horas, te puedes quedar aquí –Mark pensó un poco. Al otro dia no trabajaba, quizás un poco de alcohol le relajaría. Le dio una respuesta afirmativa a su amigo. Cambio la ruta, y dio vuelta hacia la casa del tipo. Llego, con la chaqueta de su traje al hombro. Entro a la casa, música fuerte, botellas de alcohol por todas partes, mujeres y hombres que seguro eran amigos de Tyler bailando con ellas, echándose un par de líneas. La típica fiesta de Tyler, drogas, alcohol, putas, música... quizás, Mark, se estaba hartando de ser un maldito adicto.

Se metio a la habitación de Tyler, cerrando la puerta, para acallar el sonido de afuera, poniendo sus codos sobre las rodillas, entrelazando las manos delante de el. Entro al baño privado de la habitación del hombre, busco algunas pastillas para el dolor de cabeza en el botiquín, se metio y tomo agua directo del grifo. Espero un par de minutos. Luego, salio de allí y de la habitación de Tyler, y se dirigio directo a la fiesta.

En un sillón se encontraba el hombre, con dos mujeres, una a cada lado. Se las presento.

-Chicas, chicas, aquí les presento a mi gran amigo, Mark –el nombrado noto el hambre de codicia en los ojos de las muchachas. La lujurias y las ganas de acostarse con un millonario tan sexy.

-Hola, un gusto –Tyler le dio una mirada de "¿en serio?". Normalmente Mark se llevaba a la que mas le gustaba y hacia unas horas de sociales para llevársela a casa.

-Disculpenlo, esta super estresado por su trabajo. Ya saben, hombre de negocio.

-Oh, lo entiendo perfectamente –dijo, una chica de piel blanca, con la cara extremadamente maquillada. A Mark le daba la impresión de que si le tiraba agua se le caerían hasta las pestañas. –Creo que hay una forma de solucionarlo.

A Tyler le brillaban los ojos. El tipo era un adicto a la vida insana, en todos los aspectos posibles. El si que había salido de las tinieblas gracias a su madre, una famosa empresaria. Realmente, todo lo que tenia salía del bolsillo de ella. Prefirió dejar de pensar. La muchacha antes mencionada se le acerco. Parecía tener veinte años.

-Puedo ayudarte a olvidar tu estrés, cariño –hablaba como una puta profesional. Mark no pensaba, no movio un solo musculo.

-Ire por un par de tragos –articulo, alejándose un poco. En realidad, no debería de pedir ningun tipo de alcohol, ya que había tomado medicamentos hacia no menos de media hora. Pero debía alejarse de la chica lo mas rápido posible.

-Esta bien, lindo. Te acompaño –mierda, pensó. No sabia como decirle que quería estar solo. Pero en fin, fue a buscar en el bar de Tyler y saco un whisky, hielo, y dos vasos. Sirvió.

-A tu salud.

-Salud –ambos chocaron sus vasos.

La música de fondo seguía igual de fuerte. Tyler pasaba de aquí para alla, con la mujer que seguramente llevaría a su habitación aquella noche. Y Mark, miraba, tratando de mantener la compostura. Mirando la hora en su celular de vez en cuando. Hasta que se le ocurrio mirar el perfil de Jack. En su foto, salía el chico de cabello verde, sentado al costado de un muelle, con su pantalón negro roto en la rodilla. Sonrio al verlo, tan tierno, tan lindo.

-¿Quién es? –se había olvidado por completo de la chica que lo acompañaba. Bloqueo rápidamente el móvil.

-N-Nadie en particular...

-Me parece un chico muy lindo.

-Si que lo es –Mark se dio cuenta de lo que había dicho. La muchacha lo miro, divertida.

-Asi que, ¿eres gay? –el moreno hervía, no sabia si de vergüenza por lo que había dicho hacia unos segundos o por aquella pregunta tan inusual.

-¡No! Claro que no, quiero decir, puedo opinar acerca de su aspecto.

-Ah... -la chica, estaba allí, aun mirándolo incrédula. –Pues, para mi si se me hace atractivo. –Mark no dijo nada. La hora pasaba cada vez mas lenta. Un whisky tras otro, y veía a la chica que le ofrecia un par de líneas para acelerar el proceso de quedarse completamente inconsciente. Antes de que todo fuera mas lejos, el hombre fue al baño, vomito todo lo que tenia dentro. Luego de recomponerse, volvió al lugar, y se dirigio afuera. Saco un cigarrillo común de su bolsillo. Lo encendio.

-Es una noche preciosa, como para desperdiciarla –creia que se había librado de la muchacha.

-Lo se. No veo el momento de ir a la cama –Mark se referia a descansar en paz, no a tener sexo.

-Podriamos ir, tu y yo. Ya sabes, yo también estoy algo cansada de estar aquí... -lo tomo la mano. El moreno sintió un escalofrio, y no del bueno. La miro, y ella le sonreía, traviesa. A pesar de todo el alcohol que había estado tomando, aun no sentía aquella excitación por ver a la mujer. Ni a ninguna de la fiesta en realidad. Siguió fumando su cigarrillo.

-No tenia intención de llevarme a nadie a casa esta noche, ¿sabes?

-Oh... eso es bastante decepcionante.

-Lo se, ni yo me lo creo.

-Tyler me había platicado de ti bastante.

-Es un buen amigo, llevamos la misma vida... pero quizás me estoy convirtiendo en un verdadero adulto –volvio a besar el cigarro.

-Pues, me parece perfecto.

Dicho eso, Mark se dio media vuelta, tiro la colilla y se fue a la habitación de invitados. Se tiro en la cama, deshecho, cansado. Se quito los zapatos, y miro al techo. Saco su celular.

Mark 5.23 a.m.:

No tienes idea de lo que apreciaría que estuvieras aquí.

Espero respuesta del muchacho, pero seguro dormia. Pasaban los minutos, la fiesta fuera ya se tornaba peligrosa. Dejo el móvil debajo de la almohada. Y sintió que la puerta se abria, al tiempo que se cerraba sigilosamente. Sintió un peso sobre si, olor a alcohol. La muchacha sobre el, lo obligo a besarla, al tiempo que se abria paso con una de sus manos por su camisa, y la otra en su pantalón, intentando torpemente tocar su miembro. Mark reacciono algo enojado.

-¿Qué sucede?

-Quiero cogerte, Fischbach.

-Oh, no, creo que eso no sucederá esta noche -Levanto a la chica, y la puso a su lado, al tiempo que el se levantaba de la cama, prendiendo su camisa. y sin darse cuenta, la mujer ya estaba arrodillada, y otra vez intentando abrir paso entre sus pantalones.

-Al menos, déjame chupártela. –Mark agarro a la mujer suavemente por los hombros, y la levanto.

-Mira, no se ni siquiera como te llamas. Por favor, solo vete de mi habitación.

-Al final, Tyler resulto ser un charlatan acerca de lo que dice de ti –la mujer si que parecía enfadada. Mark pensó unos instantes, Jack se le venia a la mente, de cualquier forma. Luego pensó en el sueño.

-Tyler no es ningun charlatan. Es solo que ahora, no tengo animos –ella tomo su miembro por encima del pantalón, apretándolo fuertemente. El seguía pensando en el sueño, y se estaba excitando.

-Asi que, te gusta duro. Genial -¿realmente creía que lo había excitado? Ella no hacia nada... era... Jack.

Mark volvió en si. Se alejo de ella, salio de la habitación, y se dirigio al auto.

Prohibeme Pensar en TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora