Capitulo 19

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Mark despertó primero que Jack. Lo vio a su lado, completamente tranquilo, babeando la almohada. Rio un poco por aquella visión tan pura del muchacho. No como en las películas, que siempre se levantan bien peinados y ni una pizca de cansancio.

Se levanto con cuidado, y se arreglo un poco, para ir a preparar el desayuno. Luego se lo llevo a la cama, dejando las tazas de café en la mesa de noche. Mark poso un suave beso en la mejilla de Jack, quien empezó a reaccionar poco a poco.

-Ah... solo cinco minutos mas... -se tapo la cabeza con la almohada.

-Vamos, levántate, pequeño perezoso. Te he traido el café.

Jack reacciono. Se dio cuenta de que, aquello no había sido un sueño: todo había sido putamente real. Se sento en la cama, y le sonrio a Mark mientras este le alcanzaba la taza.

-¿Cómo te sientes? –pregunto el irlandés.

-Mejor que nunca. ¿Y tú?

-Nunca había sido un despertar tan gratificante –le dio una calida sonrisa, mientras sorbia un poco del café. Mark llevo el portátil a la cama, y vieron películas hasta que se hizo mediodía. Salieron a almorzar, pasearon un poco, se rieron. Pero, la vergüenza y el "que diran", les impedia tomarse de las manos. Quizás al menos por ahora, lo mejor era mantenerlo en secreto.

Mark tomo a Jack por los hombros cuando estuvieron en un lugar mas o menos iluminado.

-Sonrie –alzo su móvil y se tomaron una selfie. Ambos completamente felices.

-Espero que no traiga problemas.

-Te preocupas demasiado, Jack.

El peli verde se encogio de hombros. Mark le dio una sonrisa, para que dejara de pensar tanto. Era solo una fotografía, no podía ser mas que eso.

Volvieron a la paz del hogar. En solo tres días partirían a Irlanda. Jack estaba impaciente, y Mark emocionado. Cuando pasaron el umbral, Jack tomo la mano del semi asiático, y le dio un pequeño beso en la comisura de los labios.

-Eres tan tierno –susurro Mark, posando sus labios en la frente del chico. Entraron tomados de la mano, y el moreno guio a Jack hasta su habitación. Chica descansaba en la cama de Mark, pero no fue problema, porque pronto se bajo y dejo el espacio libre. -¿Te apetece ver alguna película mientras preparo algo de cenar?

-Mmm... una película animada... quizás, Pesadilla antes de Navidad.

-Gran elección –Mark abrió Netflix en su Smart TV y le dio el móvil a Jack. –Solo escribe el nombre y volveré en cuanto todo este listo.

El chico obedecio. Nunca antes había probado nada de esto. Busco la película. Mientras, Mark preparaba algo no muy elaborado. Quizás, unas papas fritas con aderezo y refrescos. Escucho que sonaba el teléfono fijo, pero ni se molesto en atender, entonces salto la contestadora:

-Mark, soy Lucia. Estoy en la puerta de tu casa, abreme por favor. No me ire hasta que me abras.

-¡Jodida perra! –se estremecio Mark. Realmente era una mujer densa. No sabia que hacer. Entonce fue a la habitación. –Jack, recibire una visita corta, ¿te molesta si te dejo un momento? –Jack negó con la cabeza. Mark termino de freir las papas y se las llevo junto con aderezo y el refresco. –Volvere pronto, no te las acabes.

Dicho eso, cerro la puerta de la habitación, y se dirigio a la puerta delantera. Detrás del porton, estaba Lucia.

-Gracias por atenderme.

-No tengo mucho tiempo, ¿Qué quieres?

-Ya sabes porque estoy aquí. ¿Me dejaras entrar?

-No, Lucia. No puedes pasar.

-¿Acaso hay alguien ahí?

-Nadie que pueda interesarte.

-¿Ah, si? Pues mira, se ha corrido el rumor de que estas saliendo con un muchacho -¿Qué?, pensó Mark. –Si. Sabes, una conocida mia me dijo que estuvo contigo no hace mucho en una fiesta. Me dijo que eres gay –Lucia sonrio con malicia.

-¿Y que con eso? Son solo rumores de la gente –recordo a la mujer de la ultima fiesta, que se había colado a su habitación.

-Seria una gran pena que se enterasen.

-Nadie tiene pruebas, ni tu, ni ella, ni nadie. Si viniste hasta aquí a extorsionarme, pierdes tu tiempo. Asi que, por favor, te pido que te retires de mi casa. Ahora –Mark empezaba a perder la cabeza. La tipa quería de alguna manera poseerlo a él, a toda costa. Aun si eso significaba romper la reputación que tenia el hombre.

-Puede que no tenga pruebas, pero... ¿crees que no me he dado cuenta que has estado saliendo con aquel joven de la Beta? –a Mark le dio un vuelco el corazón. Lucia estaba completamente obsesionada, y ahora lo comprobaba.

-Mira, si no quieres una orden de restricción, o algo, es mejor que te largues de aquí.

-Tus amenazas no me dan miedo. Deberías tu tener miedo de mi. En cuanto pruebe todo esto, ¡zas! Adiós a todo lo que alguna vez conociste.

-Por mi, puedes hacer lo que quieras. ¿Sabes que? Me da igual. Pero no vuelvas a pisar nunca mas mi casa –Mark se acerco, amenazante a la mujer, quien lo miraba fijamente, aun riendo maliciosa.

-Entonces, nos veremos luego. No puedes esconderte para siempre

-Lo mismo digo –Lucia se perdió en la oscuridad de la noche y Mark susurro un zorra, antes de volver a entrar. Cuando paso el umbral de su casa, vio a Jack, completamente palido.

-Sabia que no era una buena idea...

-Hey, espera...

-Esa mujer, lo sabe, Mark –empezo a sollozar.

-No, no, no... Jack, mírame. ¡Mirame! –el chico alzo la vista, con ojos vidriosos. –Te dije que todo estaría bien. Esa mujer no es nadie, ni siquiera tiene pruebas, solo palabras. Escucha, yo arreglare todo lo que ocurra. No te preocupes... ¿confias en mi?

Jack estaba en silencio, mirando a sus ojos, y asintió. Mark le dio un fuerte abrazo, dejando que el chico se hunda en su pecho y también abrazandolo.

-No quiero que pase nada malo...

-Todo estará bien...

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Prohibeme Pensar en TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora