Prohibeme Pensar en Ti

Capitulo 29

Jack aun estaba en trance. No podía creer que Mark... el hombre que le había movido tanto el universo... solo lo veía como un juego. Se encerro en su habitación, cerro con el pestillo, y se tiro en su cama, a sollozar. Aquellas fotos, aquel mensaje, lo destruyeron por completo. Había apagado su celular, su computadora, su consola. Se suponía que ambos pasarían los últimos días de vacaciones juntos, y ahora, solo era una promesa rota.

-Maldito imbécil –decia una y otra vez con su cara pegada a la almohada. Se maldecia a el mismo también, por haber creido en aquel idiota, por haber pensado que ambos sentían lo mismo.

Jack se equivocaba demasiado. A Mark él le importaba, pero aquel mensaje destruyo lo que ambos habían construido. Y ahora solo pensaba que Mark era el tipo mas despreciable de todo el mundo.

Durante los días siguientes, no durmió bien. Pensaba constantemente en su estupidez. Bajaba poco a comer, y cada vez que se miraba al espejo, veía las ojeras crecer. Su madre varias veces intento hablar con el, pero solo le decía que estaba jugando por demás, aprovechando el ultimo tiempo de vacaciones. Pospuso su viaje dos semanas mas, para asi poder llegar a casa una semana antes del inicio del nuevo año universitario. Ni de casualidad quería encontrarse con Mark.

Pasaron los días volando. Mark miraba su celular una y otra vez, esperando que le devolviese las llamadas siquiera. El dia del lanzamiento se acercaba. Debía atender ambas cosas que lo tenían angustiado.

Dan 2.46 a.m.:

Genial! Entonces te vere en la estación de trenes para entonces.

Jack 2.50 a.m.:

Si, necesito realmente una compañía buena ahora mismo

Dan 2.51 a.m.:

¿Estás bien?

Normalmente eres mucho mas expresivo.

Jack 3.00 a.m.:

Te lo explicare todo en cuanto vuelva a casa, ¿va?

Jack estaba haciendo sus valijas, para partir de nuevo al extranjero. Su familia lo despidió, sus padres lo acompañaron hasta el aeropuerto. Esperaban volverlo a ver lo mas pronto posible.

-Salúdanos a Mark, por favor –dijo su padre. Jack solo sonrió. Abordo el avión, y se sento junto a la ventana. Con lágrimas en sus ojos, completamente devastado. El solo hecho de escuchar su nombre le causaba un malestar emocional. En las ultimas dos semanas había considerado atender a las insistentes llamadas de Mark. Quizás tenia algo que decir en su defensa, pero luego pensaba en que seria una molestia mas. El avión alzo vuelo. Otra vez volver a la rutina, a su vida en la universidad.

Mark se había pasado las ultimas dos semanas yendo y viniendo del aeropuerto, esperando ver aquel cabello verde, aquellos ojos azules por algún lado. Pero no se habían aparecido por allí. Entre el y Mathias no habían podido contactar con Jack, y su frustración aumentaba. En dos días seria el lanzamiento del juego. y se estaba dando por vencido ante aquella situación. El irlandés había cambiado la vida del moreno en muchos aspectos, pero ahora todo parecía una fantasia lejana, de aquellas que el tenia de joven junto a una bella mujer, pero que ahora había reemplazado a esa mujer por un hermoso muchacho con un universo en sus ojos. Mark estaba completamente perdido; Mathias trataba de no hacer preguntas al respecto de porque era tan importante aquel muchacho para él.

Cada dia que pasaba, Mark consumia aun mas cigarrillos. Mathias había adoptado la costumbre de llevarle una o dos cajas por dia.

-¿Mark? –entro su asistente, muy bien vestido. –Este... ya se están reuniendo en el salón.

-Ire en cinco minutos –el moreno estaba de espaldas a la puerta de la oficina, mirando por la ventana, con su traje y su cabello peinado.

-Avisare a los presentes entonces –Mathias salio, dejando una vez mas en soledad a Mark, quien hasta aquel preciso instante se preguntaba en donde estaría su chico irlandés. Un par de lagrimas salieron y luego se arreglo el traje y salio hacia el salón en donde se daría el grandioso lanzamiento de aquel juego en el que tanto habían trabajado.

-Es un placer para mi –dijo en un hombre, parado sobre una tarima, frente a una audiencia llena de periodistas, jugadores, y otras prestigiosas personas –Dar por finalizada la etapa Beta de este, nuestro mas grande juego; y anunciar que la versión completa esta ya disponible en tiendas virtuales y físicas a partir del dia de hoy al mediodía –todos en la sala aplaudieron, sacaban fotos, hacían comentarios. –Tambien, es un honor para mi, presentarles al nuevo vicepresidente de la compañía, un muy querido patrocinador nuestro, Mark Fischbach.

¿Acaso su renombre tenia significado? ¿Acaso Jack estaba ahí con el para compartir su felicidad? A Mark no le importaba lo mas minimo ponerse frente a tantas personas, para responder sus preguntas sin sentido, sus quejas y otras cosas. Había sido indulgente demasiado tiempo frente a las estupideces de los periodistas. Se acerco al estrado, y el presidente de la compañía le extendió la mano; casi robóticamente, Mark se la estrecho. Todos aplaudían, y el no podía dejar de pensar, quería de una buena vez que aquello terminara. Todos esperaban que diera un gran discurso.

-Agradezco a todos y cada uno de los que participaron en el desarrollo de este juego, y a ustedes por participar de esta nueva etapa, y a usted señor Presidente, por darme esta oportunidad –se callo, y todos aplaudieron. Mark dio una falsa sonrisa a los presentes, bajo del estrado, y se perdio entre el bullicio. Mathias le seguía el paso.

-Mark... ha llegado un mensaje al correo –al moreno se le iluminaron los ojos.

JackSepticEye: Espero que sea un gran dia para ti. Adiós.

El corazón le dio un vuelco. Realmente, Jack le había escrito, después de casi un mes sin saber nada uno del otro.

-Mathias, ¿sabes conducir?

-Si, señor.

-Pues, prepárate, porque esta noche, saldremos de la ciudad.

Luego del agasajo, en donde todos los trabajadores del juego y las autoridades disfrutaron de su descanso en meses, Mark se despidió, y salio junto con Mathias, en el Mercedes.

-No tenemos mucho tiempo, lleva lo necesario, te recogeré en exactamente media hora –dejando al secretario en su casa, partio a la suya. Chica le recibió completamente contenta. –Nena, iremos a buscar a Jack –la perra movia la cola y ladraba. Mark hizo un pequeño bolso de mano con un poco de ropa. Metio a la perra al auto y salio en busca de Mathias, quien tomo el lugar del conductor en cuanto Mark bajo del auto. Emprendieron, entonces el viaje.