Prohibeme Pensar en Ti

Capitulo 31

Jack no había podido conciliar el sueño de la siesta. Dan entro a la habitación, lo levanto. El otro, automáticamente, entro al baño. Estuvo largo rato ahí. La hora pasaba. Hasta que por fin salio. El muchacho se había tomado el trabajo de arreglar la ropa que se pondría. Algo muy al estilo Jack. Jeans negros, zapatillas, una camiseta mangas largas algo holgada, y su campera. El irlandés se cambio, y salio a la calle.

La noche se ponía algo fría, por lo que subio el cierre de su campera y se puso la capucha en la cabeza. Camino unos quince minutos hasta llegar a la plaza. Mark no había sido exacto con la hora, por lo que dio un par de vueltas, pero allí, parado junto a un poste de luz, estaba aquel hombre. Iluminado por el faro. Jack se paro un momento. Realmente quería correr a los brazos de el. Quería sumergirse en la tibieza y la paz que solo el le daba. El otro hombre, levanto la vista. Ambos cruzaron miradas, inmóviles; Mark avanzo un par de pasos. Y luego corrió, literalmente, hacia el irlandés, rodeándolo con sus trabajados brazos, hundiéndolo en su pecho, inhalando el aroma. Jack, sin tiempo a reaccionar, se quedo inmóvil. Y poco a poco, a medida que el abrazo se intensifico, él también se fundio en el.

-Oh, Jack... no sabes cuanto te he extrañado... déjame explicarte todo, por lo que mas quieras. Ha sido todo un mal entendido –el moreno sonaba triste, y un par de sollozos se silenciaban ya que tenia la cabeza hundida en el hombro del peli verde.

-Deberia escucharte... quizás... he interpretado todo tan mal...

-No fui yo... fue mi ex asistente... quiso hundirme de muchas formas, y esta vez casi lo logra. Oh... si te perdiera, mi vida también perdería su rumbo –Jack trago saliva, ya que tenía un nudo en la garganta. El moreno era un tipo honesto, y si no le dijo nada acerca de lo que estaba pasando, quizás solo fue para ahorrarle a él el mal trago.

-Perdoname, Mark... -Jack lo separo de el, mirándose a los ojos. –Perdoname por todo. He sido un completo idiota. Mi cabeza maquinó el peor de los escenarios. Ni siquiera te di la oportunidad...

-Ahora que estas aquí, me estas dando una chance. Quizás pude haber sido descuidado, pintándote el mundo y diciéndote que todo estaría bien...

-Si, fuiste descuidado...

-Ahora... ambos estamos aquí... no puedo prometerte a partir de ahora que todo estará bien, pero te aseguro que nunca me ire.

-Mark

-Eres lo mejor que me ha pasado, Jack –tomo su cara entre ambas manos, mientras que al muchacho se le llenaban los ojos de lagrimas. –Eres lo único en lo que pienso desde que te conoci. Has cambiado mi vida. Se que no te lo había dicho antes, pero, debes saber que estoy dispuesto a todo por ti...

No le dejo terminar su frase, Jack no se contuvo mas. Aquel hombre era lo que él quería, lo que deseaba. No era solo atracción física, era mucho más que una cara bonita. Se acerco a su rostro y lo beso. Con furia, con pasión, con enojo, y muchas emociones mezcladas. Mark paso sus dedos por sus mejillas mojadas de lagrimas. Cerraron sus ojos, unidos en un abrazo, frente contra frente. Había empezado a caer una leve llovizna, y ellos aun seguían entrelazados en la oscuridad, únicamente iluminados por el farol.

-Te quiero –susurro Jack.

-Yo también te quiero –dijo Mark, acercando sus cuerpos.

La leve llovizna pronto se convirtió en una lluvia intensa. Ambos hombres, tomados de la mano, corrieron por la plaza hasta la calle, donde Jack resbalo y cayo sobre un charco de agua. Mark lo levanto entre sus brazos y termino de cruzar a la vereda de enfrente. Entonces allí bajo al muchacho y siguieron la carrera hasta la casa de Jack.

Entraron riendo, empapados hasta el ultimo centímetro de su cuerpo. En la sala estaba Dan, jugando en el portátil.

-Oh, creo que todo ha ido bien.

-Dan, este es Mark.

-Lo supuse, imbécil –estrecharon las manos. –Yo me ire ahora, mi madre ha de "estar preocupada". Me dijo que regrese para la cena. (guiño,guiño)

-No te preocupes, Dan. Te vere el lunes en la universidad.

El otro muchacho salio en medio de la lluvia. Solo vivía a un par de cuadras asi que no era problema. Jack entro a su habitación y tomo un par de toallas. Le tiro una a Mark. En el living, Mark se saco la camiseta empapada, secando su torso y espalda. Las gotas caian de su cabello, recorriéndolo. Jack se había sentado un poco mas lejos, pero lo observaba, como antes, como siempre lo había hecho. Entonces, fue cuando perdio de vista al moreno, quien se puso detrás de el, abrazandolo. Jack no opuso resistecia. El moreno lo levanto de la silla, y lo llevo asi, hasta la habitación del irlandés. En aquella pequeña cama, tumbo al menor, besándolo, despojándose ambos de la ropa que les era innecesaria. Jack ya no se contenia, gemia por el toque de Mark, y este se excitaba de solo ver la cara de su pequeño. Se encontraron sus bocas en reiteradas ocasiones, entre rasguños, mordidas, lamidas; la ausencia de ambos les había dejado con las intensas ganas del reencuentro.

-Q-Quiero sentirte dentro mio –dijo, sonrojado, excitado, Jack. Mark noto que el menor guiaba su miembro hasta la entrada de su ano, y estaba perdiendo los estribos. –Hazlo...

El hombre accedió a la petición, e ingreso, lenta y pausadamente. El peli verde gimoteaba debajo de el, apretando las caderas del mayor, invitándolo a entrar mas, invitándolo a dejarse llevar. Jack lo miraba, excitado, Mark tomo su pene y empezó a masturbarlo al tiempo que daba pequeñas estocadas, para que se acostumbrase a su presencia, gimiendo. Sudaban y el mayor empezó a acelerar sus penetraciones. Jack se movia debajo, señal de que estaba alcanzando el orgasmo: salio el liquido del pene del menor, e instantes después, Mark acabo dentro del ano de Jack. Agotado, el mayor cayo encima del pecho del menor, aliviado, feliz, totalmente en paz, de poder por una vez en su vida, hacer las cosas bien. Ambos descansaron en aquella pequeña cama, abrazándose, sintiendo el aroma, la piel, los latidos. Se susurraron un "te quiero" al unisono, sonriendo, y dejándose llevar por el sueño.