Capitulo 24

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Al otro dia, se despertaron y se miraron el uno al otro, sonriendo por aquella hermosa noche que habían pasado en la intimidad. Por haber cruzado una línea. Por tenerse uno al otro.

Se ducharon juntos y luego pidieron el desayuno a la habitación. Hablaban sobre el viaje, sobre que se extrañarían, y Mark esperaría paciente el regreso de Jack para poder visitarlo nuevamente. Los dos querían quedarse juntos, pero era necesario el separarse para que Mark no perdiera el trabajo.

Al caer la tarde, le ayudo a hacer las maletas, ya que al otro dia saldría a primera hora. Luego de eso, Mark llevo a Jack a su casa, donde almorzaron (algo tarde) junto a su familia. El semi asiático era bastante bueno haciendo chistes, tanto que había hecho llorar de la risa a la propia abuela de Jack. Todos estaban encantados con aquel hombre, y el irlandés sonrio, Mark era muy carismático. Se hacia de noche, y ya se acercaba el momento de la separación.

El domingo por la mañana temprano, ambos estaban en el aeropuerto. Chica ya había sido llevada a la jaula, toda adormilada por la pastilla que le habían dado. Mark se acerco al muchacho, asegurándose que no hubiera miradas indiscretas a su alrededor, lo abrazo fuertemente, y le deposito un suave beso en la comisura de sus labios.

-Te veo en un par de semanas.

-No me extrañes mucho.

-No prometo nada. Te llamare apenas llegue.

Se fundieron en otro abrazo, hasta que llamaron para arribar el avión. Mark tomo su bolso de mano, y salio hacia la plataforma. Nuevamente, ambos se sintieron vacios por tener que separarse. El viaje de vuelta se le hizo pesado y aburrido a Mark, mientras que Jack se había quedado dando vueltas por el aeropuerto, esperando que su padre fuera por el.

-A que no sabes a quien me encontré hoy –dijo el padre, apenas entro Jack al auto.

-No lo se, papá.

-A la hija de los Lynch. Fueron muy buenos amigos en su infancia. –el peli verde trato de hacer memoria.

-Realmente no la recuerdo.

-Oh, le dije que fuera a merendar a la casa. Ella si se acuerda de ti, esta sumamente emocionada por verte de nuevo.

Jack le dio vueltas al asunto, incluso al llegar a casa tomo un álbum de fotografías. Su madre le señalo a su amiga, y Jack recordó finalmente. Selena Lynch. De pequeña había sido muy inteligente y mandona con los juegos. Siempre "al papá y la mamá" donde sus hamsters eran sus hijos. No compartieron colegio, solo eran amigos del barrio hasta que se mudaron. Jack sonrio al poder reencontrarse con alguien después de casi 13 años.

La tarde de domingo se hacia presente. Llamaron a la puerta principal, Jack esperaba en su habitación, jugando algo en su antigua computadora.

-¡Jack! ¡Baja al living! –la voz de su madre; el muchacho dejo el juego y fue directo al lugar. –Oh, que bien que ya estas aquí, hay alguien que quiere verte.

En el sillón del living esperaba una chica, de su edad, palida, de ojos claros, esbelta y muy bonita.

-H-Hola, Jack. Ha pasado un tiempo.

-Hey, Selena. Es bueno verte otra vez.

El chico se le acerco y le estrecho la mano. La chica tenia ahora un tono rosado en sus mejillas.

-Quizas quieran salir a pasear hoy –su madre estaba encantada con aquella visita. Mucho mas que con la de Mark. De hecho, muchas veces habían bromeado acerca de que Jack y Selena serian novios al crecer, y ellos como niños que eran, solo se sacaban la lengua y se limitaban a hacer gestos de asco.

-Si, porque no. Me ire a poner zapatillas –tenia puestos unas pantuflas de osito. La muchacha se rio bajito, y Jack sonrio.

En el escritorio yacia su celular, que estaba sonando. Atendio el teléfono.

-¡Mark!

-Hey, chico, disculpa la tardanza, pero perdieron mi valija y estuve en el aeropuerto un largo tiempo. Acabo de llegar a casa.

-Oh, que imbéciles. ¿Qué tal el vuelo?

-Agotadoramente aburrido. Mañana a volver a la oficina. Tengo unos pendientes. ¿Tu que tal?

-Pues... una amiga de la infancia vino a casa. Saldremos a pasear.

-Esta bien, Jackaboy. Espero que se diviertan –a Jack se le hacia sumamente tierno que Mark usara su apodo. Como salía de su boca, era una maravilla para el muchacho.

-Estaremos en contacto. Te hablare en cuanto regrese.

-Ok. Te mando un beso... en la boca –el tono sensual en el que dijo aquello fue detonante en la piel del irlandés. Ambos cortaron la llamada. Y Jack quedo embobado un rato, atándose los cordones una y otra vez. Cuando estuvo listo, bajo de nuevo al encuentro de Selena; cuando estuvieron listos salieron a recorrer aquellas familiares calles irlandesas.

-Entonces, te dejaron irte del país a estudiar –pregunto Jack.

-Pues si. No fue fácil convencer a mis padres. Pero, veras, consegui la beca completa, asique cuando se enteraron de eso estuvieron mas que satisfechos. ¿Y tu?

-Bueno, me hicieron prometer que no gastaría mi tiempo en videojuegos. Pero rompi esa promesa hace como tres semanas –Jack se rasco la nunca, sonriendo.

-Siempre fuiste muy bueno jugando. Deberíamos juntarnos en casa, ahora que estamos de vacaciones. Ya sabes, ponernos al dia.

-Me parece una muy buena idea.

-¡Genial! Si te apetece, puedes venir a cenar a casa.

-¡Claro! Nada como compartir con viejos vecinos las anécdotas.

Al caer la noche, se dirigieron a la casa de la muchacha. Cenaron con su familia, y luego, cerca de la medianoche, Jack se despidió. Quería volver a casa y hablar con Mark acerca del gratificante dia que había tenido.

-Me siento feliz por ti. Es lindo revivir viejas épocas. Lo que daría por volver a esos días de gloria.

-Es una chica muy simpática. De pequeños solíamos jugar juntos.

-Estoy seguro que no es tan simpática como tu lo eres.

-Ay, Mark...

-Te soy sincero. Eres el hombre mas bello que he visto en mi vida entera –Jack se sonrojo. –Se que te he ruborizado, anda. Merezco un premio –el chico rio y le aplaudio.

-Tienes el don ja, ja, ja.

-Hey, debo irme a dormir, pequeño.

-Esta bien. Descansa.

-Tu también... desearía que estuvieras aquí para hacerme compañía.

-Desearia estar ahí para abrazarte.

-Hasta mañana, Mark.

-Hasta mañana.

Prohibeme Pensar en TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora