Capítulo 9 / Un paseo por las nubes.

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Ahora que estoy a solas, con las dos personas que dicen ser mis mejores amigos, tengo que aclarar algunos puntos que no cuadran en las historias que me cuentan, tengo más que claro, que no me dan toda la información, que hasta ahora me han dado respuestas con una versión ligera.

– Sheryl, por favor, siéntate junto a Joshua.

Ella lo hace sin rechistar, Joshua estaba en el centro del sillón y se hace un lado, el sillón es de tres plazas, así que su gesto es exagerado, tanto, que Sheryl le empuja fastidiada, los dos me ven con el ceño fruncido.

El sillón en el que están sentados está a mi derecha y antes Sheryl estaba sentada en el de mi izquierda, voy preguntar cosas que han omitido en sus relatos, por tanto necesito ver sus rostros, si los tengo a cada uno en un extremo, no podré ver sus reacciones, al menos no la de los dos al mismo tiempo.

– Gracias–. Joshi, tiene cara de haber escuchado un chiste y no una palabra de agradecimiento. – Vosotros dos–. Les señalo. –Sabéis mucho más de lo que me contáis–. Evidentemente, con él, no he tenido tiempo suficiente para hablar, pero parece ser el único dispuesto a no cortarse como el resto, aun así no les voy a dar tregua.

– Tengo muchas dudas.

– Esas dudas deberías aclararlas con Bryan o tu padre–. Me interrumpe Sheryl, ¿de verdad? No empecé a preguntar y ya me está dando largas.

– Tranquila, no voy a preguntar por mi familia–. Parece relajarse.

– Al grano–. Suelta Joshua.

– Tu misma, me dijiste que el día del accidente, me viste en la fiesta del instituto, pero que no hablamos y yo me pregunto ¿Cómo es posible que siendo mi mejor amiga, no cruzáramos palabra?–. Suspira de forma relajada, me parece que estaba preparada para esa pregunta.

– Discutimos una semana después de tu cumpleaños y tú simplemente me alejaste, dejaste de contestar mis llamadas, mis mensajes–. Niega con la cabeza y se encoge de hombros. Estaba a punto de preguntar el motivo de la discusión y pareció leer mi pensamiento. –Por tu actitud, ya has visto tu habitación, pues también estabas cambiando tu forma de ser, para molestarles, tan solo quería recuperar a mi amiga–. Parece estar a punto de llorar –No podía permitirlo– susurro.

– ¿Qué no podías permitir?

– Ver como el odio te consumía–. Se le escapa una lágrima y rápidamente limpia su mejilla.

– ¿Por qué aparento consumir alcohol en las fiestas, si en realidad no lo hago? – Si, lo sé, mi amiga está llorando y yo sigo con mi interrogatorio, no es que no me importe, ni que no me afecte, no soy ninguna insensible, sólo que toda esta situación me sobrepasa, ¿qué haríais vosotros en mi lugar?

Habéis escuchado el dicho, sobre el relato de Platón sobre Sócrates, ese que dice "Solo sé que no se nada", pues, es lo único, que se me pasa por la cabeza ahora mismo, necesito respuestas y tengo que darme prisa, ya que en cualquier momento se puede aparecer Bryan o Alexander y las dos personas que me hacen compañía, no soltaran prenda.

AYRINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora