D i e z.

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Nota: Parece que todo lo que hago en los capitulos es pedir perdón, pero realmente lamento no haber subido capitulo en un largo, largo, largo tiempo. He estado bastante ocupada con diferentes temas y recién ahora me hago un pequeño espacio para poder escribirles este capitulo. Este es un capitulo que me gustó mucho escribir y espero que les guste como a mi :) ¿Cómo han estado ultimamente? ¿Todo bien? Voten y dejen sus lindos comentarios de siempre. Tengan un hermoso día y buena semana, nos estaremos leyendo muy pronto. Las adoro, besos xx.

Me quité el abrigo cuando entramos al departamento y lo colgué en el perchero a un lado de la puerta. El frío se estaba haciendo notar cada día más pero aquí adentro estaba cálido.

Grace se sacó su bufanda y cerró la puerta detrás de ella, quedándose unos segundos en su lugar, su mirada pasó por todo el living, como si lo estuviera analizando o planeando su siguiente movimiento, carraspeó y finalmente me miró.

-Entonces-alargó, moviendo los dedos de sus manos.

-Entonces-repetí, reteniendo una sonrisa.

-Pizza ¿verdad?-empezó a caminar hacia el teléfono inalámbrico que estaba a un lado del sillón.

-Exacto-asentí-Pizza y peliculas-sonreí, siguiéndola.

-Claro, en aquel cajón están las películas-señaló con su dedo-Iré a llamar la pizza, tú puedes elegir mientras-me entregó una sonrisa nerviosa y salió de la sala.

Suspiré cuando la perdí de vista y sobé mi rostro, llegando a mi cabello para desordenarlo. No quería pensar mucho hoy, por un momento solo quería pasar un tiempo como si esto fuera normal, aunque claramente no lo era.

Giré y me dirigí al cajón debajo de la televisión donde había dicho que se encontraban las películas, para empezar a ver las que tenía. Había una gran variedad de películas, la mayoría antiguas, de acción, romance y comedia.

A mis espaldas, escuché los suaves pasos de Grace entrando a la sala.

-La pizza llega en quince minutos-avisó, luego de unos minutos en casi un susurro.

-Genial-respondí, en cuclillas y dándole la espalda.

Escuché otra vez sus pasos, esta vez más cerca, y esperé a que acotara algo más o al menos se sentara, pero no hizo nada de esas dos cosas. Simplemente se quedó en su lugar, lo más probable, es que observándome. Sonreí con satisfacción, sabiendo muy bien que me estaba examinando y probablemente le gustaba lo que veía. Flexioné un poco mis músculos para que mi espalda se vea un poco más ancha en mi remera blanca y estoy seguro de que escuché un pequeño jadeo.

Retuve una pequeña risa que quería salir, y controlándome, elegí una película al azar, de repente queriendo observarla.

-¡Encontré una pelicula!-grité mientras me levantaba y giraba sobre mis talones.

Mi respiración se atoró en mi garganta cuando fijé mi mirada en ella, había tomado una rápida ducha y dejó su cabello suelto, este lucía mucho más brilloso que cualquier otro que haya visto antes, y su rostro sin una pizca de maquillaje me aseguró lo hermosa que era. Dios mio, deseaba acercarme a ella y besarla.

Se sobresaltó un poco ante mi grito, ella estaba parada del otro lado del respaldo del sillón, y apretó sus manos sobre este.

-Oh, no sabía que estabas aquí-mentí, acercándome a ella sin poder evitarlo.

Apoyé una de mis rodillas en el almohadón del sillón y la miré a centímetros de su rostro. Su piel blanca parecía de porcelana, mientras unas pequeñas pecas casi invisibles adornaban su nariz. Bajé la mirada a sus labios, tan rosados y entreabiertos, como si me estuvieran dando una invitación para besarlos. Oh demonios, ansiaba realmente tanto poder besarla. Sus ojos, que ahora lucían aún más celestes que de costumbre, con un pequeño brillo en ellos siguieron mi mano cuando la levanté para acariciarla, arrepintiéndome a último momento.

Perfect | hsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora