C a t o r c e.

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NOTA: Holi mis niñas, aquí tienen otro capitulo. Sean felices, las adoro. Comenten y voten, tengan un hermoso días. Besos xx.

Eran pasadas las diez de la noche y nosotros seguíamos en la calle, como si faltara toda una eternidad  para que el día termine. Íbamos caminando por el parque, tomados de las manos y riendo a carcajadas, sin deternos en ningún momento. Me gustaba mirar su perfil pensativo, cómo su nariz se arrugaba cuando contaba alguna anécdota y sus ojos celestes brillando bajo la luz de la luna cada vez que giraba a mirarme. 

Su mano era cálida y suave en la mía, su sonrisa era enorme y de sus labios salían las más increíbles historias que alguna vez haya escuchado. 

Me sentía cómodo a su lado, era refrescante escuchar su risa y se me hacía irresistible no besar sus labios despues de eso.  

-Sígueme-apreté su mano y me apresuré a cruzar la calle al ver un letrero con luces que decía "Tattoos" 

-¿En qué estás pensando?-preguntó, cuando nos detuvimos frente al cristal del local, observando los dibujos que tenían colgados. 

Giré a mirarla y una sonrisa imposible de ocultar apareció en mi rostro mientras ella fruncía el ceño  para luego hacer una mueca entendiéndolo todo. 

-Ohh, ¿quieres?-dejó la pregunta en el aire, sin estar segura de terminarla y sin saber por qué, lancé una risa. 

-Un barco-dije simplemente y su ceño se funció nuevamente. 

Había leído unos días atrás que el barco tenía un gran significado con el que me sentía bastante identificado últimamente. 

-¿Un barco?-preguntó con curiosidad. 

-Así es, un barco, vamos-apreté su mano y volví a arrastrarla hacia la entrada del local. 

Dejé que entrara primero y luego entré yo con una voz grave en mi cabeza que decía "Nada de tatuajes por un tiempo".

Oh si, mírame hacerlo. 

* * *

-Gracias por hoy-dijo ella, sus mejillas sonrojadas y su cuerpo inclinado hacia el marco de la puerta. 

No pude evitar sonreir hacia lo tierna que era, eran las tres de la mañana y había sido un largo día, sin embargo no me sentía cansado o aburrido, solo tenía ganas de seguir con ella. Estiré mi mano para tocar la suya y acariciar sus nudillos que se encontraban fríos. 

-Yo te lo agradezco a ti-murmuré, mirando nuestras manos unidas.

Grace no tenía idea de cuánto había significado para mi el día de hoy, y no tenía palabras para agradecerle. A su lado, simplemente pude olvidar, desconectarme un poco de mi loca vida y por más de que ella también tenía una vida complicada, sé con seguridad que a ella no le importa mi fama, mi dinero o quién era. Y no sé bien cómo sentirme ante eso. 

-Me gusta pasar tiempo contigo-admití y miré sus preciosos ojos celestes que brillaban fuertemente. 

-A mi también me gustas-dijo y observé cómo sus mejillas se pintaron de un rojo que llegó hasta su cuello-Digo, pasar tiempo contigo, me gusta, si, eso-tartamudeó con nervios, logrando sacarme una pequeña risa, era tan malditamente adorable.

Me acerqué a ella, acercando mis manos a sus mejillas y acariciándolas suavemente antes de juntar nuestros labios. Me tomé mi tiempo besándola, sin querer que nuestro tiempo juntos termine, sabía que debía irme pronto, que los chicos deben de preguntarse dónde estoy ahora mismo, pero nada me importaba. Si podía quedarme unos minutos más a su lado, lo haría. 

Perfect | hsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora