V e i n t i d ó s.

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-Toma-le tendí un vaso de café con una sonrisa, ella la tomó con sus mejillas sonrojadas.

Habían pasado un par de días, en los que me fue imposible alejarme de ella, y es que no quería hacerlo, cuando traté de hacerlo ella vino hacía mi, como si estuviera destinado que estemos juntos. Suspiré, menos mal que ninguno de los chicos puede leer mis pensamientos porque sé que sería objeto de sus burlas.

Caminamos hacia una pequeña sala de espera y nos sentamos en uno de los sillones, hombro contra hombro. Ella me contaba sobre su infancia y momentos con su familia y yo la escuchaba atentamente, queriendo saberlo todo. Se me hacía tan extraño y trataba de no pensar mucho en eso, pero últimamente me encontraba queriendo saber más y más de ella, queriendo saber su pasado, su presente y hasta querer ser parte de su futuro.

Cuando estábamos separados yo sólo quería saber qué estaba haciendo o si ya había comido, me la pasaba pensando en ella y todo a mi alrededor me la recordaba. Nos mensajeábamos mucho cuando no estábamos juntos y teníamos largas conversaciones telefónicas hasta altas horas de la mañana.

Podía darme cuenta que me estaba perdiendo a mi mismo en ella y, estaría mintiendo si dijera que no estaba asustado.

Me asustaba el pensar que puedo llegar a perderla, que cuando todo salga a la luz ella no querrá tener nada que ver conmigo, me daba miedo los sentimientos y pensamientos que tenía. Es por eso que trataba de no pensar en absoluto, sólo actuar de la forma en la que quiero o creo que es necesario, actuar por  impulso, por instinto, en vez de hacer movimientos calculados.

Trataba de simplemente no prestarle atención a lo que estaba pasando, aunque los chicos me lo recordaban cada vez que podían. Es trabajo. Un trabajo que se sentía más como felicidad genuina, una felicidad que hace mucho no experimentaba.

-Sabes-habló luego de unos segundos de silencio-es mi primera vez viajando con alguien que no sea de mi staff o mi familia-confesó, con sus mejillas sonrojadas.

-¿En serio?-pregunté asombrado-¿Te cuento un secreto?-me acerqué más a ella, rodeando sus hombros con mi brazo-también es la mia-sonreí.

-¡No te creo!-exclamó con sorpresa, yo asentí.

-Hace mucho tiempo no hago un viaje porque realmente quiero hacerlo, últimamente siempre es para hacer conciertos. No suelo irme de vacaciones a ningún lado por un tema de horarios y además sería caótico-me encogí de hombros.

-¿Cuando viajas para dar shows tienes tiempo para visitar un poco los países?

-No, por lo general llegamos, tenemos un pequeño descanso de a veces media hora, damos el concierto y volvemos a subirnos a un avión hacía el próximo destino-expliqué.

-¿Y cuando tienen uno o dos días antes de viajar hacía otro país para el próximo concierto?

-Solemos quedarnos en el hotel ya que estamos tan cansados y afuera es todo un caos.

-Eso es triste-murmuró, mirándome con sus grandes ojos tristes-Es decir que, estás en tantos países pero a la vez no. No creo que puedas decir que "viajaste por el mundo" si realmente no lo viste.

Yo reí y sacudí la cabeza bajando la mirada.

-Exacto, no puedo decir eso, yo simplemente canté por casi todo el mundo. ¿Eso está mejor?-la miré, ladeando la cabeza hacia un costado mientras ella me observaba atenta.

Era como si supiera cómo me estaba sintiendo. Era como si supiera cómo pensaba. Era como si supiera lo mucho que me dolía no poder hacer ciertas cosas, por más que hablé con un tono casual y desinteresado.

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⏰ Última actualización: Jul 08, 2019 ⏰

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