Era el día de nuestra graduación.
Todos mis compañeros se acercaron y comenzaron a repartir abrazos.
Mi mejor amigo tomó mis cachetes y los jaló mientras reíamos de la felicidad por haber culminado una etapa importante para ambos.
Lo próxima fue mi amigo en el piso sangrando su nariz a causa de un puñetazo que él le había dado.
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¿Tenías que ser Tú?
Short StoryPara un hombre, obtener él rechazo de una mujer puede ser un tiro al blanco en su ego. La venda impuesta por la irrealidad en nuestros ojos puede jugarnos a favor o en contra, la aprovechamos y nos permitimos vivir conforme a lo que soñamos, o atent...