Estuve encerrada el fin de semana llorando.
Yo no era suya, o al menos no lo sentía y estaba muy lejos de serlo así.
Mi madre entró con una taza cargada de chocolate, acomodó mis mechones rebeldes detrás de mí oreja y limpio mis lágrimas.
-Si sientes una opresión en tu pecho que te lastima debido a sus actos, aléjate, el verdadero amor nunca te querrá provocar un daño.
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¿Tenías que ser Tú?
Short StoryPara un hombre, obtener él rechazo de una mujer puede ser un tiro al blanco en su ego. La venda impuesta por la irrealidad en nuestros ojos puede jugarnos a favor o en contra, la aprovechamos y nos permitimos vivir conforme a lo que soñamos, o atent...