Abro los ojos y una rosa roja encuentro al lado de mi rostro. Me levanto de golpe sentándome en la cama y veo muchas más esparcidas por todo el lugar. Mis ojos se llenan de lágrimas de felicidad. Lo veo encontrar y voy a su encuentro enfuñándolo en mis brazos.
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¿Tenías que ser Tú?
ContoPara un hombre, obtener él rechazo de una mujer puede ser un tiro al blanco en su ego. La venda impuesta por la irrealidad en nuestros ojos puede jugarnos a favor o en contra, la aprovechamos y nos permitimos vivir conforme a lo que soñamos, o atent...