Capítulo 17- Como la nieve en primavera

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Serena:

Permanecemos de esa manera, abrazados, durante un largo tiempo. Alcé la vista y nuestras miradas se conectaron, mientras que siento como un rubor se extiende por mis mejillas.

Y es entonces cuando me acuerdo. Todo el mundo nos observa. Satoshi se aparta suavemente del abrazo, y me sonríe, tierno; de verdad amo esa sonrisa.

¿Pero que pensaría todo el mundo? Giré la cabeza aterrorizada; la multitud nos mira con ternura. Miro al suelo, con un fuerte rubor en mis mejillas. Ambos nos quedamos allí estáticos.

Una figura rubia, con un pelo casi albino, se coloca delante de nosotros, estresada, y claramente alarmada.

— ¡Quisiera hacer una aclaración!- agita las manos— Mi amiga cometió una pequeña confusión, no son novios.- oigo sonoras carcajadas a mi alrededor, y me retiro, junto a Satoshi, hacia una esquina, donde se encuentran los demás, que nos reciben con sonrisas burlonas. Me fijo entonces, en la expresión inquebrantable de el azabache. Seriedad, vergüenza, o, ¿ algo más?

Con paso aligerado, y, bajo mi punto de vista un millón de años más tarde, llegamos allí, apartados de la multitud.

— Así que novios, ¿ eh?- comenta Brock abrazando por el cuello a su amigo.

Lilie, Mallow y Bonnie se acercan, las dos últimas con una sonrisa burlona reflejada en sus rostros.

- ¡Bonnie!- le grito enfadada. La pequeña sólo acierta a reírse y a encogerse de hombros.

— ¡Venga ya!— Mallow me pone la mano en el hombro, acercando su cabeza a mi oído- Tu y yo sabemos que no te molestó...

Le dedico una mirada asesina, pero luego reímos. Curiosas son las pocas jornadas en las que tardé en volverme su amiga.

La noche, paulatinamente, va pasando entre risas, sarcasmos, y gruñidos de cierta persona, a menudo sintiendo la mirada de Satoshi en la nuca. Cuando nuestras miradas se encontraban, un sonrojo más tarde, volvían a ponerse en la posición anterior.

Lo noté extraño; su actitud no era animada, como siempre, sino que parecía pensativo.

De repente, una figura enchaquetada, se acerca hacia nosotros; Máximo. (Steven en Latinoamérica)

Satoshi:

Reflexionaba sobre lo que estaba apunto de hacer; ¿no era demasiado pronto como para dar ese paso? Sin embargo, ¿cuando si no? Sabía que Serena llevaba esperando este evento durante un tiempo, había repasado mentalmente sus palabras durante tiempo.... ¡espera! ¿Desde cuándo yo, Satoshi de Masara Town se paraba a revisar algo? Seguro sonaba artificial de esa manera. Zarandeé mi cabeza, exasperado. Ese no era mi mayor problema, ¿y si discutíamos mientras éramos novios? ¿La perdería para siempre? No podría sorportar eso.

Cuando ella volvió a mi vida, en Kalos, no realicé lo importante que era para mí; su actitud era amable y considerada con todos -especialmente conmigo-, le gustaba animarme, ayudara a los demás, y demostraba nunca rendirse, por muy mal que la situación se presentase.

Sabía que el día de separarnos llegaría pronto, mas cuando el díaa del aeropuerto llegó, pude ver como si mi famila kaloniense se descumposiera.

Estando ya en mi casa, algo más calmado pensé en la pelimiel: extrañaba todo sobre ella, y entonces también, su beso, aquel que me dejó un extraño sentimiento, un sentimiento cálido y genial que por fin entendí; era el principio de un gran amor. Por eso quiero ser su novio, porque sólo , y tal vez sólo así, podría alargar ese maravilloso sentimiento.

Ver a Steven aproximarse me sacó de mis pensamientos.

-¡Hola Steven!- tomé la inciativa saludando. Todos los de Kalos y Brock, saludan al peliblanco.

Nunca te rindas, nunca hasta el final- AmourshippingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora