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La tarde era calurosa; hacia una semana que su esposo dejo la ciudad.
Hacía media semana desde que se encontraba con él, no sabia en que momento exacto se decidió por ello. Tal vez influenció su repentina partida. Lo amaba. Nunca estaría eso en duda.
Más si no fuese por él.

Suspiro frustrada. Siendo sincera no quería llegar a casa.

"simplemente debí decirle, Dante, habría entendido"

Pasando una mano por su largo pelo , miro detenidamente la entrada de su casa. Sintiendo un escalofrío recorrer su columna.

-Te he hecho esperar demasiado-dijo helena, frotándose los brazos, mientras, hacia una mueca.- Deberíamos entrar.

Poniendo se a la par de la puerta, sacó sus llaves nerviosamente. Mirándolo de reojo. No podría negar que era un hombre apuesto. Alto de piel pálida, cuerpo fibroso, espaldas anchas y un rostro encantador.
Adornado por unos ojos de mirar intenso, de un profundo azul. nariz recta, labios carnosos, mandíbula marcada. Tan perfecto, o al menos lo habría sido para ella. Si no fuese por esa fina cicatriz, que iba de su ceja izquierda al final de su mandíbula.

-Deberías de dejar tanto nerviosismo, helena, solo le daremos un vistazo- dijo él, mientras empujaba la puerta y entraba.- ¿siempre se siente así la casa?

- No. Esto es nuevo.- Mirando nerviosa la sala.- Por la mañana todo se sentía normal. Ahora. Ahora sólo. . .

-Ahora todo se siente fuera de lugar, incómodo. Pesado.- Atravesando toda la sala y yendo por el primer de los dos pasillos.- ¿Qué otra cosa has notado?¿Aún sientes que te vigilan?

-A cada instante del día. Ya no sólo en casa.

Moviéndo las manos nerviosamente. Continuaron en silencio, revisando uno a uno cada cuarto de la casa, sin poder encontrar el origen de aquella perturbación.

Frustrado, Adam, miro detenidamente la sala. Tres sofás, una mesa ratonera, alfombras, distintos adornos sobre las paredes.

-Ahí.-susurro

Con la mirada afilada y pasos seguros, llego frente al cuadro de una mujer pelirroja. Rostro terso, mirada ángelical, rasgos finos, ojos verdes, nariz respingo. Todo en ella mostraba pureza, una pureza que rayaba en lo absurdo.

"¿Quien sería tan idiota para dejar tanto poder en un triste cuadro?
Bufo divertido, mientras negaba.

-¿Que es gracioso?

-La ingenuidad de la humanidad.-Descolgando el cuadro. -La mayoría de las personas tienen esa tonta idea sobre la inmortalidad, creen que por hacer tratos, pactos y demás cosas, pueden seguir viviendo sin ningún tipo de limite. Que el pago será mínimo comparado con todas las riquezas, depravación, poder y sin duda cosas banales.

La humanidad hace tanto que dejó de ser rescatable en algunos aspectos. -envolvió el cuadro sin darle mucha importancia. - Lo llevare conmigo, Helena, si algo llegase a suceder no dudes en ponerte en contacto. Francia se ha plagado de estupidos practicantes.

Helena le miraba con expectación y temor. Apretó sus manos empuño, asintiendo. Siguiéndole hasta la puerta, con la firme idea de un mañana mejor.

- ¡Seguro que Dante no me creerá todo esto!. - Río armoniosamente.

Recargandose en el marco de la puerta.

-Tal vez. Aunque deberías decírselo, Helena, sabes muy bien que esto no es un juego de niños. Podría haber sido algo peor, agradece que estuviera cerca, llevo años poniéndote sobre aviso.- Apretó el cuadro bajo su brazo.- Sabes que te quiero. Nunca he dejado de hacerlo y nunca lo are, pero no podre correr hacia ti.
Te lo dije, él tiene algo extraño, desde su obsesión por mudarse aquí.- Chasqueo la lengua.- Cómo lo ha hecho toda su familia.

Helena le vio marcharse sin atreverse a decir nada, era verdad, se había llevado el susto de su vida. Solo de recordarlo, sentía la piel erizarsele. Esas voces le rasgarban lo más profundo de su alma.

Unas manos le recorrieron los costados. Haciéndole proferir un pequeño y muerto grito, al girar se encontraba sola.

"Dante, regresa pronto"

Cerrando la puerta. Sin percatarse de una presencia perturbada que le seguía desde el cobijo de la noche.




Hola!
Y antes que nada
Quiero dedicarle este capítulo con todo mi cariño, a una personita MUY especial para mi. Quien me animo y ayudó a diseñar la porta
Y también darle el visto bueno a mis confusas ideas
Mi querida Fa-nu!
Esto es por ti ♡
Te adoró
Aquí les dejo este pequeño capítulo. Espero y sea de su agrado.
saludos a Nanu!
Y a todos aquellos que se tomen la molestia de pasarse por aquí

Besos
Trataré de publicar la semana que viene

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