Dieciocho

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Castle of glass
Take me down to the river bend,
Take me down to the fighting end,
Wash the poison from off my skin
Show me how to be whole again
Fly me up on a silver wing
Past the black where the siren sing
Warm me up in a nova's glow
And drop me down to the dream below

'CASTLE OF GLASS'







Si algo le gustaba en verdad a Efessto eso era torturar; control. No debía olvidar.

Su Tamara le esperaba.

Ya su ejército listo y dispuesto, esperaba por sus ordenes. Y si no se equivocaba, Tamara tenía un as bajo la manga, un plan de respaldo.

Ella nunca le fallaba.
Con una sonrisa sádica, invoco una docena de demonios.

-!Ataquen! Destruyan la barrera.-caminando directo al pergamino. Tenia curiosidad-. Cuando seas libre Charlotte te daré el infierno si así lo deseas, todo sea por ver destruido a Lorcan. Quiero verlo rogando a mis pies, llorando por sus hijos y la traición.

Entre risas y palabras obscenas, describiendo cada una de las cosas que se les antojaba hacer con sus cuerpos. Todo tan retorcido, bizarro.

Los quebrarian, su espíritu cedería a ellos.

Podía oírlos. Ahora podía, su sangre hervía del profundo odio. Mataría al culpable de ponerle ahí.

Era tan brillante, le cegaba. Con ese olor a incienso y agua bendita. Tan parecido a estar en algún templo.
Su mente no estaba clara, alguien le traicionó. Sabía que tenía algo por hacer. No lograba recordarlo, su cuerpo protestaba ante el esfuerzo de salir.

Deseaba ser libre. Volar y alcanzar las nubes.

Ver ese cielo tan azul el cual sus pequeños mellizos solían amar, pronto, muy pronto volverían a encontrarse y entonces, no le permitiría a nadie arrebatar esa nueva oportunidad. Ya no existía alguna cosa que no allá hecho por llegar a ellos. Lo sentía en ella, estaban cerca.

Una vez mas volverían a estar juntos.

Nuevos gritos la atrajeron fuera de sus cavilaciones.

Voces y más voces.

Una presencia que le llamaba. Atraía todos sus sentidos, demandando atención.

-Déjalos ir.-murmuró una voz en las sombras-. Ella no estará muy feliz cuando salga. Porque ten por seguro que lo hará.

Ante esa voz, algo en su interior se lleno de calma y serenidad.

Le conocía.

-¿Y tu quien eres? Muéstrate.-demandó, asechando. Manteniendo parte de su atención en las destruidas barreras-. Aunque no creo que tu hagas la diferencia. Charlotte se quedará a mi lado. Es mía.

-Ella nunca lo haría.-mostrándose. Su apariencia rejuvenecida. Sosteniendo una lanza en su mano izquierda-. Pronto pagarás por tu atrevimiento, la voy a liberar y te arrepentirás, será digno de ver su máximo poder. Casi siento lástima por ti. Casi.

Un simple movimiento y su lanza atravesó tres de sus demonios, materializandose de regreso a sus manos. Repitiendo nuevamente su ataque, así se redujeron a cinco de ellos.

Si continuaba a ese ritmo, su energía quedaría diezmada. Y eso era algo que sabia, pero era un precio a pagar y no se arrepentía de ello. Decidido a dar todo en este encuentro.

Cazador De AlmasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora