capitulo seis

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Día dieciocho:

—Ya que me siento mejor, ¿Por qué no aprovechamos y te invito a cenar? Cerca de la cafetería donde me reúno con Severus, hay un restaurante francés que todo el mundo recomienda...—Le propuso Harry a su novio mientras le tendía una taza de café negro. Al rubio no le paso desapercibió el hecho de que su novio había dicho Severus y no Snape, y sonrio por ello, aunque según dos después su sonrisa se convirtió en una mueca—.

—No puedo—dijo el rubio, haciendo un pequeño puchero—. Me reúno con Weasley, ¿peor que tal mañana?—propuso el chico, sorbiendo café—.

—No puedo—contesto Harry, frunciendo el ceño—. everus tiene algo que hacer mañana en la tarde y me pidió que, en lugar de tomar café, cenáramos.

—¿No puede cancelarle?—cuestiono el rubio, haciendo un pequeño puchero. La verdad era que últimamente, entre el trabajo de ambos, todas las reuniones referentes a la boda y las tardes con Snape, apenas tenían tiempo para pasar juntos—.

—Fue tu idea que hiciera esto—le recorto el chico a su novio, haciendo una mueca burlona mientras tomaba a su novio por la barbilla y le daba un rápido beso—. Además...—Comenzó a decir, pero se detuvo—.

—¿Qué?—cuestiono Draco, enarcando una ceja de forma desafiante, un gesto demasiado Malfoy—.

—Comeremos en Hogwarts.

Draco parpadeo un momento, sin entender en un principio.

—oh, ya entiendo, ¿me cambias por un grupo de niños?

—no exactamente...

Malfoy volví a enarcar las cejas.

—¿Te dejara sentarte en la mesa de los profesores?

—¡Sí!—dijo escapar Harry. Aunque intento mantener su voz neutra, la emoción se filtró en ella. Se sentía como un niño emocionado—.

—Oh, aun mejor, me dejas por un grupo de adultos medio estúpidos—le contesto el rubio en tono burlón—.

—¡Podre sentarme en la mesa de los profesores y mirar mal a quienes no me agraden!—argumento Potter, ya sin tratar de disimular su emoción—. Te traeré un pastel—le prometió Harry para luego besar la mejilla del chico—.

—Vale, pero espero que sea uno especialmente grande para compensar que me cambiaste—le acuso el rubio, haciéndose el difícil—.

—un pastel enorme de melaza, lo prometo—le dijo el chico con su sonrisa de cachorrito—.

—Me conoces bien—acepto Malfoy para luego acariciar la barbilla de su novio. Paso el pulgar por el labio inferior de Potter y luego lo beso. Harry aun luego de tantos años (y tantos besos), seguía sin entender porque lo hacía. Desde la primera vez que Draco lo había besado, el rubio siempre le había acariciado el labio antes de besarlo. Quizá algún día le preguntaría por qué—.

Por alguna razón, su mente no se concentró ni un solo momento en el rubio mientras sus labios se mantuvieron unidos.

. . .

Día diecinueve:

Los alumnos y Harry estaban experimentando algo extraño. Los alumnos miraban a Harry. Harry miraba a los alumnos. Ninguno se decidía por comenzar a comer, aunque en la mesa de los profesores estos ya comían y conversaban animadamente.

—Me están mirando—murmuro Harry mientras bajaba su mirada al plato de comida—.

—Madura, Potter, y come de una vez—le contesto Snape en tono burlón, avivando los murmullos del comedor—.

El Precio Del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora