6 de junio 2017
Otra copa de justin Quiles sonaba por mi habitación.
Al ritmo de la música hacia mi cama y recogía un poco él cuarto, último día de clase antes de verano.
Me vestí de sport y baje a desayunar.
Vivíamos en Barcelona.
Mi madre me había preparado él desayuno.Me senté con todos a desayunar.
-Ya tenemos destino al que ir estas vacaciones-dijo mi padre.
-A donde?-dijo mi hermana.
-Mallorca-dijo mi madre, realmente mallorca me gustaba , él calor, la playa...no íbamos desde pequeñas.
-He hablado con Gilberto -dijo mi padre.
-Y ese quien es?-dijo mi hermana
-No es él hombre aquel de mallorca?-dije confusa.
-Si-dijo mi padre- nos ofrecen su casa, es bastante grande.
-En su casa?-dijo mi hermana, ella tenia 8 años .
-Si, sus hijos son de la edad de Andrea.
-Igor es mayor papá-dije tomando un trago de zumo.
-Te acuerdas de ellos?-dijo mi madre sorprendida.
-Si, del nombre del pequeño no, leí él otro día mi diario, lo encontré en una mochila de hello kitty escondido.
-Que gracia-dijo mi madre.
Terminamos de desayunar y me fui a clase.
Me dieron las notas, había aprobado todo.
Me despedí de mis amigas y volví a casa.
Preparamos las maletas ya que al día siguiente nos íbamos a Mallorca.
Estaba...¿Nerviosa? No se, hace mucho que no veo a esa familia, a saber como han crecido ellos y tal ...
Mi hermana durmió esa noche conmigo ya que se ponía nerviosa por él avion y dormir conmigo le calmaba.
Al día siguiente nos despertamos a las 9:30.
Me vestí
Desayunamos y pedimos un taxi al aeropuerto.Nos subimos al avión y pusimos rumbo a Mallorca.Me puse mis cascos y mire por la ventana, me encantaba ver él mar, hacia mucho, mucho sol.
Aterrizamos después de 1 hora de avión.
Cogimos las maletas y salimos del aeropuerto, allí estaba Gilberto, vino a buscarnos.
Mi padre y él se dieron un abrazo enorme, no habían dejado de hablar desde entonces.
Y Maria la madre de Marco y la mía tampoco eran amigas, muy amigas.
Gilberto se acerco a mi, me dio dos besos y me abrazó, yo le correspondí al abrazo.
-Que guapa estas-dijo él.
-Muchas gracias-dije avergonzada.
Nos guió hasta su coche y nos subimos, yo iba atrás con mi hermana y mi madre.
Estaba nerviosa, muy nerviosa.
Llegamos a la que seria nuestra casa, era enorme pero enorme.
Bajamos y abrió la puerta del jardín.