-Soy él que te va a partir la boca como no te Pires-dijo Marco casi rozándose con él.
-Marco porfavor-dije intentando separarle de él pero no sirvió de nada porque no me hizo caso.
-Quita niñata-dijo él otro chico empujándome, yo me cabree, le tire la copa que llevaba en la mano y le metí un puñetazo.A si se me olviaba hago karate desde los 6 años.
Él chico se cayo al suelo sangrando y Marco y yo salimos corriendo de allí.
Él iba delante mio agarrándome de la mano corriendo, empezó a llover , aquel chico se ve que iba con sus amigos y nos persiguieron pero conseguimos despistarles.
Fuimos hasta un portal que daba al lado de la playa.
Mientras Marco respiraba una y otra vez sofocado por la carrera que nos acabábamos de echar yo me quite los tacones y comencé a andar por la arena, era de noche y estaba lleno de luces.
Marco me siguió, y me tiro un poco de arena al pelo, así hasta que comenzamos una guerra de risas y arena mucha arena.
Eche a correr por toda la playa y marco detrás hasta que me alcanzó y los dos caímos al suelo, quedando él encima mía a centímetros.
¿Por que era tan perfecto?
Estábamos a punto de besarnos pero su iPhone tenia que sonar como no...
Se levanto corriendo y lo cogió.
-Si?- Yo me levante limpiandome la arena que tenía.
-Estamos donde la playa- decía Marco mientras yo le observaba .
-Vale, ya vamos- colgó.
-Quien era?
-Mi hermano que donde estábamos, volvamos donde esta él coche anda.
Comenzamos a caminar hacia él aparcamiento sin articular palabra, casi nos besamos pero no a podido ser.
Cuando llegamos nos mataron a preguntas.
-Ojo con la karateka-dijo Igor.
-Me estaba artando ya, eso que quiero ir de señorita pero bueno...
Marco solo observaba.
Comenzó a conducir hasta casa ya que Igor había bebido.
Cuando llegamos, aparcó él coche y entramos al jardín.
Igor se metió dentro de casa y yo me quede con Marco en él borde de la piscina sentados y hablando.
-No te e dado las gracias-dije un poco avergonzada.
-Darme las gracias?-dijo confuso.
-Si, por defenderme
-Yo tampoco te las e dado a ti por defenderme también -los dos reímos, teníamos mucha complicidad.
Las luces de la piscina estaban encendidas y lo demás todo oscuro.
Metí mis piernas en él agua y Marco hizo lo mismo.
-Se esta bien aquí-dije mirando hacia las estrellas y respirando él aire puro de Mallorca.
-No te vayas a enamorar de todo esto-río.
Lo que él no sabia es que lo peor igual era que me estaba enamorando de él.