Episodio 4.- Pequeño detalle.

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-Saldrás conmigo por una semana.-A esta se le abrieron los ojos como dos platos de porcelana, mientras que el miraba su cara divertido.-Cómo si estuviéramos en nuestra luna de miel.

Esas palabras no dejaban de retumbar en la cabeza de Clem, ella sabía que lo más probable era que estuviera bromeando pero, ¿y qué tal si no? Tal vez simplemente debió decirle que no, todos esos pensamientos no la dejaban dormir por la noche, así que no tuvo de otra que salir de la habitación y prepararse un chocolate con leche esperando que eso calmara su ansiedad, pero solo logró despertarla más. Lo cual conllevo a que comenzará a reflexionar más sobre la decisión tan estúpida que creyó haber hecho.

-¿Qué sucede, corazón?-Escuchó la voz de Lee llamarla.-¿No puedes dormir?

-N-no, no es eso. Ya iré a dormir.

-¿Segura? Ya cenaste, ¿cierto?

-Si.-Dijo.-Tranquilo, vuelve a dormir, no es nada.

Lee no pudo evitar sentir que algo andaba mal, así que decidió insistir mas de forma un tanto indirecta.

-No, yo aun no he cenado, ¿sabes?.-Sé dirigió a la alacena de la cocina y saco una caja de cereal y la leche del refrigerador.

-Oh...

-Y dime, cariño-Comenzó diciendo mientras se servía su cereal en un plato.-, ¿cómo les fue con él proyecto? ¿lo terminaron?

Clem tragó saliva al escuchar aquello.

-Ah, bien. ¡Bien! Nos fue bien...-Respondió con una sonrisa nerviosa.

-Qué bien... Y dime, el no hizo nada indebido, ¿verdad?-Añadió al notar el nerviosismo de Clem aumentarse.

-¿Eh? ¡No! No, claro que no... Es solo que...-Dijo rápidamente ante lo que pudiera pensar.

-¿Qué sucede?

-Eh... Tal vez ya deba ir a dormir, buenas noches, Lee.-Evito la pregunta, para después darle un rápido beso en la mejilla que acostumbraba hacer, cómo si fuera su padre.

-Clem...

-¿S-si?-Dijo nerviosa volteando a verlo antes de poder irse.

-Sé qué ya no tienes la misma edad que solías tener cuando me contabas mas de tu vida diaria pero, aun así, me gustaría decirte que deberías hablar con alguien con quién te sientas cómoda. Cómo tus amigas, ¿de acuerdo?-Aconsejo mientras la veía con una sonrisa y algo de preocupación.

Ella solo asintió y sé fue a su cuarto.

Le parecía muy lindo que Lee aun siguiera pensando en ella como si fuera su hija y también le encantaba que la tratara con mas delicadeza al aceptar que estaba creciendo. Era como el padre ideal de todos. Sintió que era demasiada afortunada de tenerlo, aunque no fuera su padre, deseaba que cuando al fin decidiese tener hijos, los trataría como sus hermanos menores, con esperanza y los tendría mas tarde, porque lo acepte o no, ella es muy celosa.

Al fin pudo descansar en cama pensando en las tiernas palabras que le había dicho su casi padre y mejor amigo. Contacto a su amiga y la invitó a salir para pasar el rato. Nada podría salir mal, ¿o si?

A la mañana siguiente un delicioso olor la levanto de su sueño. Sé levanto después de un rato de asegurarse de que olor se trataba y sé dirigió a la cocina aun con su "pijama" puesta.

-Buenos días, Clem.-La saludo sonriente Carley, la causante de aquel delicioso olor.

-Buenos días.-Le devolvió el saludo con la misma sonrisa al ver lo que estaba preparando.-Hot Cakes...-Añadió casi murmurando.

Tarde O Temprano, Los Cambios Siempre Llegan.(Gabentine)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora