Episodio 26.- Ciclo.

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A/N:

Wuu, ¿ya vieron la nueva portada? Le robe el edit a mi nueva gran amiga Klaudyiah la verdad no sé de donde lo saco, pero me gustó mucho como para no usarlo?)

Por cierto, ya casi se acerca el final de este fanfic :'3 la verdad no sé qué haré con mi vida cuando lo acabé :'v tal vez empiece otro fanfic o haga otra temporada de lo mismo, aunque quien sabe, igual me pueden dar sugerencias, no sé xD bueno ya. ¡Empecemos!

|Día 6|

Gabe P.O.V:

— ¡Sólo déjame en paz! ¡¿Quieres?!—Exclamó una muy enfadada Clem soltándose del agarre por el que la sostenía.

— Clementine, por favor, ¡solo quiero ayudarte!

— ¡¿Quieres ayudarme?!—Asentí varias veces.— Entonces, ¡DEJAME SOLA!—Grito esto último dándose media vuelta y partiendo hacia su casillero.

— ¡Me has estado ignorando todo el maldito día!—Expliqué siguiéndola.—  Y cuando tengo la oportunidad de hablarte, ¿tu simplemente te vas y me dejas hablando con el aire?, ¿en serio?

— Déjate de estupideces, Gabe—Dijo cerrando la puerta del casillero después de dejar sus libros en el.—. Solo te estoy pidiendo que me dejes en paz, ¿es mucho pedir eso?

— Si, si es mucho—Clem se sorprendió y frunció el ceño para después irse de ahí bufando.—. ¡AGH! ¡CLEMENTINE!—Suspiré resignado de seguirla. Me cruce de brazos y mire hacia el suelo. No podía seguirla, se molestaría mas de lo que ya está, supongo que no puedo ayudarla. . . ¿Es su lucha. . .?

Di otro suspiro esta vez más alargado y molesto. Aún debíamos hacer el otro trabajo que nos encargaron en español, ¿debería llamarla? Después de todo, es para el jueves. . . Hablando de días. . . Ya solo es un día más, un día más y terminara la promesa de hace aproximadamente una semana. Pero, no podía hacerle eso a ella, Clementine estaba destrozada y se notaba por las ojeras que colgaban por debajo de sus ojos al no poder dormir bien y en su voz torpe y temblorosa con un temor terrible al sentir que en cualquier momento rompería en llanto. Me sentía inútil, así me sentía. El no poder hacer nada para ayudarla en serio que me molestaba. Probablemente ahora mismo sigue llorando mientras yo solo estoy aquí tumbado en cama como si estuviera esperando que me lanzará una señal para ir corriendo hacia donde sea que estuviera en cualquier instante.

— ¿Permiso para entrar en territorio ajeno de hermano tonto?—La voz de mi hermana me saco de mis pensamientos, provocando una ligera risa en mi.

Hice una señal para que entrara, me cruce de piernas recargandome en la pared encima de mi cama y Mariana se sentó a mi lado.

— ¿Euchre?—Sugirió.

Negué con la cabeza.

— No estoy con ánimos. . .

— Supongo que esto te levantara el animo.—Sonrió mientras deslizaba su mano por el bolsillo de su pantalón, de el saco una fotografía.

La mire extrañada y está me sonrió extendiéndome la imagen, la tome y mi cara se torno a una de mayor confusión.

— ¿Esta es Clem?—Pregunte ante lo obvio.

— Si, Sarah, mi compañera de clase, me la ha dado para que te la entregará.—Respondió, sonreí ante ello.

Tarde O Temprano, Los Cambios Siempre Llegan.(Gabentine)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora