Tarde O Temprano, Los Cambios Siempre Llegan.(Gabentine)

Episodio 21.- Especial.

|Día 4|

— ¿Ya me lo dirás?

— No.

— ¿Y ahora?

— ¡Qué no! Ya deja de preguntar tanto, todos se nos quedan viendo.—Replicó Clementine deteniéndose.

— No me importa si se enteran de lo nuestro.—Exclamó Gabe dramáticamente poniéndose frente a ella.

— Quítate.—Exigió Clem empujándolo despacio para no causarle daño. Después de esto se fue y el pelicastaño la siguió.

— Hey, ¿ni siquiera piensas decirme el porqué el odio hacia mi padre?

Clementine dejo de caminar y bajo la mirada.

— David es un imbécil.

— Ahm. . . él es mi padre.

— Lo siento, pero alguien debía decírtelo.—Dijo levantando la vista de nuevo.

— Oh, tranquila, ya me lo han repetido un millón de veces.—Dijo rodando los ojos sarcástico.

— ¿Vamos o quieres perder tu oportunidad tan rápido?

— Esta bien, iras a dónde yo quiera, ¿no?

— Desafortunadamente, si.

— Genial—Replicó.—. Vamos, hay un lugar en especial que quiero mostrarte.—Añadió tomando su mano y comenzando a caminar por el centro de la ciudad.

Habían pasado unos largos minutos merodeando por los alrededores del atracado lugar, según Clem, solo estaban perdiendo el tiempo diciendo que el solamente no sabía a dónde ir y por eso estaban dando vueltas por doquier.

— ¡Aquí es!—Exclamó con emoción el chico.

— Gabe, te juro que si esta es otra de tus bromas, te mato.—Replicó la chica molesta y cansada.

— ¿Eh? ¿Por qué lo dices? ¿No te gusta?

— ¡Hemos pasado por este lugar unas cinco veces!—Gritó enojada, captando la atención de varias personas.

—  ¿En serio?—Ella asintió rápidamente tres veces.— Perdón, siempre me confundo al venir a este lado de la ciudad.

— Ya lo note.

— Bueno, ¿entramos?—Propuso a punto de dar un pasó.

— Espera—Lo detuvo.—, ¿eres un friki?

— ¿Que? No. . . Solo me gustan los videojuegos y el anime.—Mencionó comenzando a entrar al lugar.

— Ah, claro, eso lo explica todo.

— ¿A ti no te gustan?

— Pues, si, pero no soy tan aficionada. Solo los suelo jugar cuando mis primos van a casa.

— ¿Tienes una Xbox y ni siquiera la usas?

— ¿Cuando rayos notaste eso?