Capitulo 44 ∞

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  No puedo hablar contigo mientras estés con el.


—Hablo muy en serio. —levantó las manos y tomó mi cara con éstas. Intenté alejarme, pero no pude, simplemente estaba pasmada ante las palabras que acababan de salir de su boca. —Quiero recuperarte... No quiero perderte. No quiero sentirme vacío. ¡Sin ti no soy nada, Nicole! Te necesito como si fueses un órgano importante. Sin ti mi vida no tiene ningún sentido.

—Cody...

—Te amo, Nicole. Jamás había amado tanto a una persona. —sus ojos acqua enviando escalofríos a través de mí, haciéndome sentir indecisa. Mi corazón latiendo fuertemente. —Perdóname. No te vas a arrepentir, te lo juro. —se inclinó, y presionó sus labios contra los míos delicadamente.

Y ahí estaba yo. Una chica enamorada que no sabía lo que era correcto, que vivía de suposiciones. Esperaba a que Cody cambiara, como lo había dicho. Pero aún así me sentía nerviosa, tonta, estúpida. ¿Cómo podía perdonarlo después de todo lo que había pasado? Algunos me llamarían idiota, pero aquellos no podían comprender todo lo que sentía por Cody.

Una chica enamorada cómo lo estaba yo de Cody, está jodida.

Sujeté sus manos con las mías mientras sus labios llenaban los míos. Podía sentir su respiración en mi piel. Mis ojos estaban humedecidos. Estaba malditamente enamorada de Cody y odiaba no poder controlar mis sentimientos. Odiaba no poder hacer algo al respecto. Maldita sea mi facilidad para ceder ante él.

—La dueña de mi corazón solo eres tú, Nicole. Te amo con toda mi alma y sé que daría mi vida por ti. —acarició mi nariz con la suya.

Reí bajito.

—¿Estás seguro de que puedo confiar en ti? —pregunté, alejándome un poco. Clavé mis ojos en los tuyos, asimilando lentamente cada facción de su rostro.

—Sí, Nicole... Estoy decidido a cambiar. —sonrió sin mostrar los dientes. —¿Me quieres?

Asentí.

—Yo también. Adorarte es poco para describir lo que siento. —Me dio un beso en la frente y se sentó en la cama. —¿Tienes una camisa de Thomas que puedas facilitarme? Mi ropa está sudada. —se quejó.

—Claro —suspiré, caminando hacia la puerta.

Abrí la puerta y salí de la habitación. Caminé hacia la habitación de mi padre, entré buscando el interruptor. Cuándo encendí la luz, caminé hacia el armario y busqué una playera. Cuando la tomé, una foto de mamá cayó al suelo. Me incliné para tomarla.

Suspiré, observándola.

—No —negué, volviéndome a levantar. Coloqué la foto nuevamente en su lugar y me quedé quieta por unos segundos. Mi madre nos había hecho mucho daño al marcharse de esa manera.

Suspiré profundamente una vez más.

Salí de la habitación y me dirigí a la mía, en donde encontré a Cody sin camisa. Su ropa estaba doblada encima de mi mesilla de noche. Me acerqué lentamente y le entregué la playera.

—Gracias bebé —la tomó con sus manos.

Me quedé observando sus brazos y abdomen, sus abdominales eran perfectos y marcados. Un poco más abajo aprecié los músculos en forma de "v" exageradamente marcados.

—Puedes tocar, ¿quieres? —bromeó, guiñándome un ojo.

Pude sentir el color que comenzó a formarse en mis mejillas. Me incliné un poco, apoyando mis manos en sus hombros. Mis labios se presionaron contra los suyos. Estaba llena de sensaciones. Sus manos se colocaron en mi cintura y me apretó delicadamente.

Cody el PosesivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora