DEVASTADA ES POCO
— No puedo creer que Cody no vino a mi cumpleaños — me senté en un sillón, comenzando a pasándome las manos por el cabello.
— Va a venir, solo es cuestión de tiempo — susurró mi padre tratando de tranquilizarme, pero obviamente él estaba tan preocupado como yo.— ¿Venir? Ay, papá por favor. ¡Son más de las doce de la noche! Ya todo el mundo se ha ido, incluidos los Simpson. Vamos papá... claro que no vendrá. — exclamé adolorida.
— Cariño estoy seguro de que hay alguna explicación para esto. Cody no sería capaz de hacer tal cosa, él te ama y lo sabes. — se agachó y tomó mis dos manos entre las suyas.
Cerré los ojos por un instante. Me sentía terrible. Todo mi cuerpo estaba frío y sencillamente quería encerrarme en la habitación para llorar con todas mis fuerzas.
— Tal vez ya no me ama como antes.— No... No digas eso, Nicole — pronunció mi padre.
— Lo digo porque es algo que seguramente es verdad. — tragué saliva. — Seguramente se dio cuenta de que yo no soy el tipo de mujer que está hecha para él. Seguramente se ha conseguido a otra o quiere vivir la vida. Es joven ¿No? Querrá disfrutar.
— Cody no haría semejante cosa. Creo que Geoff me lo habría dicho. Él estaba tan confundido como nosotros.
— Cody no le cuenta nada a su padre. Lo conozco, al último que recurría para confesarle algo sería a Geoff. — me levanté del sofá y me limpié las lágrimas con una de mis manos.
— Nicole... Esperemos a mañana, estoy seguro de que...
— No estés tan seguro, Papá. — hablé, caminando hacia las escaleras. — Tal vez solo lo hizo por venganza. Tal vez nunca debí reanudar ésta relación.
Subí por las escaleras rápidamente. Corrí hacia mi habitación y cerré la puerta con seguro. Me lancé a la cama y me cobijé.
Estúpido Cody. ¿Por qué tuvo que hacerme eso? ¿Por qué tuvo que faltar a mi cumpleaños? Él sabía lo importante que era para mí que él estuviese presente.
Las imágenes de él estando con chicas comenzaban a llenar mi cabeza. ¿Y si estaba haciéndolo con otra? ¿Y si había buscado a la chica de la fiesta? ¿Y sí no lo había hecho sentir tan bien cuando lo hicimos la noche pasada? Maldita sea.
Cerré los ojos con fuerza mientras abrazaba a mi almohada.¿Qué fue lo que hice? ¿Por qué tuvo que faltar? Ni una llamada, ni un mensaje. Nada. ¿Debía preocuparme? No, claro que no debía de hacerlo.
+++
Llegué a la escuela e inmediatamente fui hacia el aula de clases de Cody. Busqué con la mirada y encontré a algunos de sus amigos, más no a él.
— ¡Hey, Justin! — exclamé, levantando la mano.
El rubio elevó la mirada y me devolvió el saludo con la mano. Se levantó del pupitre y caminó hacia mí. No se veía confundido o preocupado por nada.
— ¡Hola Nikki! — saludó con una sonrisa, manteniendo la distancia conmigo.
— Justin... — hice una pausa. — ¿Sabes en dónde está Cody? ¿En dónde estuvo ayer?
— No lo sé. No hemos platicado desde ayer en la tarde. La última vez que lo vi fue aquí en la escuela. Ni idea de donde esté, además no me contesta las llamadas.
— ¿Estás seguro? — pregunté, frunciendo el ceño.
— Por supuesto. No tendría razón para mentirte — se quedó mirándome. — ¡¿Acaso no se presentó en tu cumpleaños?! — exclamó.
Negué débilmente.
— ¿Pero que...? — se rascó la nuca. — No puede ser posible, algo le tuvo que pasar. El hecho de que no se presentara en tu cumpleaños es algo grave. Muy grave de hecho.
— Ya ha pasado y nada puede cambiarlo — concluí con el tema. — Y si te soy sincera no creo que algo le haya pasado. Ya hubiese llamado a sus padres, dado alguna señal. Tú conoces a Cody.
— Le llamaré nuevamente. — sacó su móvil del bolsillo y lo tecleó, luego se lo llevó al oído y esperó a que alguien atendiera.
Luego de un momento negó con la cabeza y colgó.
— No contesta — informó preocupado.
— Maldición — susurré.
— Debe ser algo grave, Nikki. Él no puede estar haciendo esto a propósito.
Alguien pasó por nuestro lado. Era el maestro Davis, quién era el responsable de la clase. Caminó hacia su escritorio y le echó una mirada rápida a Justin.
— Hablamos luego, Nikki. Estoy seguro de que esto se va a solucionar — me dio un leve golpecito en el hombro y volvió a su pupitre.
Angustiada por lo que estaba pasando, me di la vuelta y caminé hacia mi aula de clase. Mi mirada vagaba por todos los lugares en busca de Cody.
Entonces Ruth apareció entre la gente.— Nicole — tomó mi brazo con urgencia y me jaló por todo el pasillo. Abrió la puerta de la sala de sistemas, la cuál estaba vacía por supuesto y me hizo entrar allí. Cerró la puerta y se giró para verme.
— ¿Qué pasa Ruth? — pregunté, alterada.
Se acercó.
— Cody no durmió en casa — informó en voz baja. — Ni siquiera llamó. Te juro que comienzo a angustiarme por el estúpido barbado de mierda que tengo como hermano. Nunca pensé sentirme así, pero en realidad me preocupa. — comentó, y vi sinceridad en su mirada.
— ¡Ay! — me quejé y me volteé. — ¡Maldita sea! Cody no tiene porque estar asustándonos de ésta manera. Pensé que lo vería hoy y podría gritarle todos los insultos que tenía pensados desde ayer en la noche, pero mira con lo que me encuentro. Todo mi cuerpo está congelado y comienzo a pensar que pudo pasarle algo malo.
— Mis padres llamarán a los hospitales y estaciones de policía. Sea como sea lo vamos a encontrar, ya verás que al final solo será una mala pasada.
— ¿Y si le pasó algo malo? — me volví hacia ella. Mis ojos comenzaban a aguarse. — ¿Y si está herido o muerto? Ruth, ¡¿Qué tal si pasó algo con Cody?!
Se quedó mirándome por unos segundos. Sus ojos también estaban aguados. Entonces sujetó mis dos brazos.
— No pensemos en eso, Nicole — habló.
La abracé fuertemente.
Luego de las clases (las cuales parecieron durar horas), Ruth y yo fuimos inmediatamente a su casa. El sentimiento de que iba a recibir una mala noticia crecía en mí cada vez más. Además ver a Ruth tan preocupada influía mucho en mi preocupación. Nunca la había visto de esa manera. En realidad estaba preocupada por su hermano. Quién iba a creerlo.
Ruth metió la llave dentro de la cerradura y abrió la puerta. La primera imagen que llegó a nuestros ojos fue la de sus padres sentados en un sillón. Angie tenía la cara escondida entre sus manos y Geoff miraba al suelo.
Sentí que mi corazón se salió de mi cuerpo.
— Le pasó algo malo a Cody, ¿no es así? — fue lo primero que pregunté.
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Cody el Posesivo
Fanfiction¿Qué tan posesivo puedes llegar a ser cuando tu novia rompe contigo? ¿Hasta dónde estás dispuesto a llegar?