TIENES QUE ROMPER CON ELTodos se apartaron y entonces apareció Ruth.
—¡Vayan a una habitación!—gritó.
Cody se rió y yo me sonrojé. No estábamos haciendo nada más que mirarnos el uno al otro. Él me entregó la bandeja de comida y también pagó. Una vez tuvimos nuestro almuerzo, nos acercamos a la mesa en que estaba Ruth.
—Hola—sonreí, sentándome.
—Nicole, ¿qué tal la clase? —preguntó, sonriendo.
—Aburrida, gracias a ti—hice un puchero.
Se encogió de hombros y soltó una inmensa carcajada.
—Tenía cosas más importantes—miró a Cody, asegurándose de que estuviera distraído antes de continuar hablando pero en voz baja. —Quedé con Ryan, y... ya sabes. —dijo guiñándome un ojo.
—Eres una adicta al sexo, ¿faltas a clase para estar con él?
—Sí, tenía que hacerlo, tuve el impulso.
Hice una mueca.
—Ruth, demasiada información.
Le sonreí a Cody, quien empujó un plato de pescado y patatas fritas hacia mí. Estaba sentada junto a Ruth y Cody justo en frente. Comencé a comer, mientras Ruth cogía algunas patatas fritas. Sonrió y guiñó un ojo a alguien por encima del hombro de Cody. Seguí su mirada y vi a Matt, un jugador de fútbol de bajo coeficiente intelectual.
—¿Vas a ir a la fiesta de Landon? Escuché que a va a ser épica —preguntó Ruth.
Miré a Cody, quien tenía el ceño fruncido mientras escribía en su teléfono móvil, pero aún así la oyó.
—No, no irá.
—Vamos, Cody, deja de tratarla como si fueses su padre y déjala vivir un poco.
—No la trato como si fuese su padre, y te he dicho que Nicole no irá a esa fiesta.
Ruth se volvió hacia mí. Me encogí de hombros con impotencia. Miró a Cody.
—Eres un idiota.
Cody se encogió de hombros y se levantó. Empujó la bandeja de su comida hacia la de Ruth.
—No empecemos. Me tengo que ir.
Se inclinó hacia mí y me dio un beso en la mejilla. Me estremecí cuando sus labios tocaron mi piel. Me hacía sentir en las nubes. Jamás había estado tan enamorada de una persona, Cody me había enseñado lo que era el amor, aunque claro, la forma en la que él lo veía.
—Nos vemos más tarde, dulzura.
De repente, se subió a la mesa. «Oh, no. Otra vez no.» Gemí internamente. Tiré de sus pantalones.
—¡Cody, no te atrevas! —susurré.
Bajó la mirada y sonrió.
—Tengo que hacerlo.
Me guiñó un ojo y miró hacia los estudiantes reunidos en la sala. Una sonrisa se apoderó de su rostro e inmediatamente subió el tono de voz.
—Escuchen chicos, lo de siempre: No miren a Nicole, no hablen con ella, no coqueteen con ella, ni le hagan daño, ni la inviten a fiestas o no hagan nada inapropiado, saben que no me gustará. Porque si lo hacen, personalmente les daré una paliza y les romperé todos los huesos. Y con nadie quiero decir nadie. Ni gays, ni lesbianas, ni transexuales—agregó lo último de forma jocosa, pero estaba serio. —¿He sido claro? —preguntó.
Todos asintieron y murmuraron un ''sí''. Me sonrojé al ver que todo el mundo se giró hacia mí. Cody sonrió. Se bajó de la mesa, me sonrió y se fue con sus amigos. Hubo un momento de silencio en el que preferí mantener mi cabeza inclinada. Después de unos largos segundos todos volvieran a lo que estaban haciendo.
—Maldito loco, estoy harta de esto—despotricó Ruth.
Por mucho que quisiera a Cody, tenía que admitir que Ruth tenía razón. Todo estaba fuera de control. Cody estaba completamente loco.
—Tenemos que hacer algo. Hacerle comprender que no puede decirte lo que tienes que hacer. Joder, tiene que darse cuenta de que necesitas divertirte, salir, disfrutar, estar con otros chicos—dijo.
—No estoy segura de lo de los chicos, pero sí a todo lo demás.
—Quiero decir, como amigos—sonrió.
Asentí.
Sí, también quería tener a chicos como amigos. No todos eran animales enloquecidos por el sexo. Algunos eran dulces, amables y cariñosos. Me encogí de hombros.
—Pero, ¿qué podemos hacer? Siempre ha sido así.
Ruth dejó de comer por un momento para pensar. De repente, sus ojos brillaron; eso significaba que tenía un plan. No estaba segura de qué, pero suponía que tenía que ser algo de locos.
—¿Qué? —pregunté.
Ella vaciló.
—Bueno, no estoy segura de si te va a gustar esto o no, y a él seguramente que no le gustará. Pero... —se interrumpió. Quería saber de lo que estaba hablando. ¿Que podía ser tan malo para que no nos gustara a ninguno de los dos? —Bueno, eh...
—Dime.
—Tienes que romper con él—espetó.
Le miré sorprendida.
—¿Cómo?
—Rompe con él, dale una lección, muéstrale que no puede controlarte, de lo contrario, podría ser demasiado tarde—explicó.
Sentí una agitación desagradable en mi estómago.
—No quiero romper con él. Lo quiero.
Ruth suspiró.
—Por supuesto, sólo un tiempo, luego, una vez que se dé cuenta de sus errores, pueden volver a estar juntos.
Pensé en ello durante un tiempo. En realidad, parecía una buena idea. Cuanto más pensaba en ello, más me atraía. Tal vez se daría cuenta de que no podía ser dominada continuamente.
—Vale.
Ruth pareció sorprendida.
—¿En serio? No pensé que fueras a estar de acuerdo.
Me reí. Era una buena idea. ¿Qué podría salir mal?
—¿Cuando tengo que hacerlo? —pregunté.
—Hoy.
—¿Hoy? ¿Tan pronto?
—Sí, de lo contrario nunca podremos controlarlo—dijo con firmeza.
—Está bien. Hoy.
—Entonces vamos—se levantó de la silla y me cogió de la muñeca, levantándome. —Vamos a buscarlo.
—¿Qué? ¡No! —me entró el pánico.
Ruth me miró.
—Ahora.
—Pero... —balbuceé.
«Puedes hacerlo»
Dejé que Ruth me arrastrara hasta sacarme de la cafetería, en busca de Cody. Tragué saliva, secándome las manos en los pantalones. No tenía ni idea de cómo Cody iba a reaccionar.
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Cody el Posesivo
Fanfiction¿Qué tan posesivo puedes llegar a ser cuando tu novia rompe contigo? ¿Hasta dónde estás dispuesto a llegar?