Al día siguiente sería la tan aclamada boda, pero Mikey no quería; Teufel era su único amor y no había nadie más. Pidió si le dejaban ver a su abuela, la cual vivía montaña abajo, al principio sus padres se habían negado, pero ver a la abuela era lo único que l mantendría cuerdo.
- Los veo mañana...- dijo poniéndose la capucha de su capa roja y montando al corcel blanco, perdiéndose en el frondoso bosque.
El galopar despacio del caballo y el helado viento de otoño, casi invierno era fuerte, pero no había nada que pudiese helar más su corazón; Teufel. Quería verlo, besarlo, abrazarlo y decirle que lo amaba hasta que no pudiese respirar más. Se escuchó el crujir de las hojas de las pisadas de alguien más.
Miró a su alrededor y vio una mancha negra detrás de un árbol, sus ojos rojos y sus colmillos sobresalientes de las fauces; Teufel.
- Teufel...- se bajó del caballo y caminó en dirección a este, recibió como respuesta un gruñido tronador.- Tranquilo...soy Mikey...tu dulzura- entonces tomó su forma humana, pero había algo de diferente; sus ojos no eran ese degradado de atardecer, eran completamente rojos.
- ¿Cómo te atreves a decir que eres mío?- dijo con una voz profunda y ciertamente irritada.
- ¿A q-qué te refieres? T-Teufe- fue interrumpido por un fuerte gruñido y un caminar pesado, lo cual lo aterró.
- Decirme que me amabas, juraste amor eterno por mí, me dijiste que eras mío por toda la eternidad...¡¡¿¿PARA QUÉ??!! ¡¡¡ME USAS TE!!! ¡¿Y AHORA TE VAS A CASAR?!- era verdad que estuviese enojado, pero Mikey no sabía que lo había visto todo.
- T-Teufel...d-dejame explicarte todo...t-te juro q-
- ¡¿¡¿QUÉ ME VAS A JURAR?!?! ¡¡ERES IGUAL A TODOS!! ¡¡UNA MIERDA DE HUMANO QUE NO PIENSA EN LOS SENTIMIENTOS DE NADI MÁS QUE DE SÍ MISMO!!- Mikey no sabía cómo reaccionar, las palabras de Teufel resonaban en un zumbido en su cabeza.
- N-no digas e-eso Teufel...d-de- fue interrumpido por tercera vez, Teufel había perdido lo último que tenía de cordura.
- ¡¡CÁLLATE!! ¡¡¡¡NO PIENSO ESCUCHAR MÁS DE UNA MALDITA PROSTITUTA COMO TÚ!!! ¡¡SI PUDIESE MATARTE LO HARÍA!!!...Lárgate...lárgate y nunca...jamás...me vuelvas a buscar, porque no pienso hacerme responsable de lo que te pase...te odio, y no pienso dejar que vuelvas a ser alguien especial para mí...
- T-Teufel...n-no digas eso, déjame explicarte bie-
- ¡¿¡¿¡¿¡NO ENTIENDES!?!?!?! ¡¡¡¡¡LÁRGATE Y NO VUELVAS, VE CON TU PROMETIDO Y DÉJAME SOLO!!!!! ¡¡¡ALCABO QUE SOLO SOY UN MONSTRUO!!!-esas fueron sus últimas palabras antes de irse y dejar a Mikey completamente roto.
Lloró, lloró y no dejo de hacerlo, todo el camino se repetía una y otra vez que no debió de haberse ido y que debió de haber sido más insistente. Llegó hasta casa de su abuela y bajó del caballo, con una canasta de pastelillos tocó la puerta.
- ...Mikey bebé...- su abuela, una señora ya mayor, de cabello nieve y una tez un poco bronceada, pero de unos hermosos ojos azules claro. Estaba vestida con un sencillo vestido café oscuro y un delantal blanco, el cabello lo tenía atado en una trenza con un lazo blanco.
- A-Abuela Tally...- dijo lanzándose a los brazos de la mayor, la cual lo recibió con amor y cariño.
- ¿Qué pasa amor? ¿Está todo en orden?- dijo con su voz dulce mientras acariciaba la cabeza de su nieto, el cual solo negó la cabeza en medio del llanto.- Pasa
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DIABLO
Narrativa generaleUna pequeña alma que poco poco se apaga, sus últimos suspiros los daba en un maldito cuarto de hospital. Mientras tanto un ser despiadado que busca un esclavo que sacie sus deseos y más crueles fantasías, sucumbirá ante el encanto del pequeño...pero...