Una pequeña alma que poco poco se apaga, sus últimos suspiros los daba en un maldito cuarto de hospital. Mientras tanto un ser despiadado que busca un esclavo que sacie sus deseos y más crueles fantasías, sucumbirá ante el encanto del pequeño...pero...
Mi cabeza palpitaba una y otra vez, mi boca estaba seca y mis pies dolían. Abrí los ojos y la luz de las cortinas, aunque era tenue, me molestaba.
Miré a mí alrededor y solo podía ver más allá de mi nariz y los pies de la cama. Me levante lentamente y abrí la puerta, llegando un olor deliciosamente culinario junto con canela y manzana. Al enfocar mire una figura alta, robusta, con un mandil negro y unos pants, su espalda se veía con varios tatuajes: primero era una calavera la cual se encontraba en su hombro derecho junto con unas rosas, en la parte trasera de su cuello se encontraba una estrella con la que se representaba al Diablo, en su costado derecho otra estrella con una forma diferente a la del cuello y el último era en el brazo izquierdo el cual eran unas llamas; terminando con ellos, tenía unas alas de demonio.
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( Este tatuaje es más pequeño, viene en las especificaciones cuando Mikey lo ve, al igual que todos)
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