Capítulo 11 "El dinero todo lo puede"

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Narra _____

Cuando noqueé a Alessia, en mi mente se reprodujo, como si fuera una película, el momento en el que Betha mató a Lola frente a mis ojos.

En cuanto se llevaron a Alessia a la enfermería, me fui detrás de ella. Sé que suena tonto, por las condiciones en las que estamos y que dentro de tres semanas nos tendremos que matar, pero le pediré una disculpa.

****

Pasé tres horas en la enfermería, hasta que por fin Alessia despertó y enfocó sus ojos color esmeralda en mí. Pude notar que se tensó de inmediato.

—¿_____? ¿Qué haces aquí? —preguntó, sonando entre sorprendida y asustada.

—Tranquila, ¿sí? ¿De verdad tengo cara de querer hacerte algo? Vine a disculparme por dejarte inconsciente por tres horas —dije, fastidiada. ¿Por qué hace como si me tuviera miedo? No voy a hacerle nada. Suspiré—. Lo siento —dije y bajé la cabeza.

—No te preocupes, tenías que hacerlo. Creo que yo también te debo una disculpa por el empujón, la caída, los rasguños, tirar de tu cabello —Hizo una pausa—. Espera. ¿Por tres horas dijiste? ¡¿Estuve inconsciente por tres horas?! —preguntó Alessia, notablemente alarmada.

—Sí, te dolerá la cabeza por un buen tiempo —dije, mostrando una media sonrisa— de nuevo, lo siento.

—No tienes por qué disculparte a cada momento, no es nada —dijo Alessia, brindándome una sonrisa cálida— Solo tengo una curiosidad. ¿Por qué lo haces? 

—¿Hacer qué?

—Disculparte. A la mayoría de los que están aquí, los demás jugadores les valen mierda. Así que, ¿por qué viniste a disculparte?

Y allí la pregunta que quería evitar a toda costa. ¿No le basta con que me disculpe? 

—Cuestiones que no creo que sean de tu inconveniencia —Dije, cortante .

—Lo siento —Bajó su cabeza—. Solo quería saber la razón, eso es todo —dijo, aún con la cabeza gacha. 

Me recuerda a mí antes de entrar a la cárcel. Era así frágil. Aunque me hicieran daño, yo seguía brindando cálidas sonrisas. 

Esa chica se ha ido.

Suspiré. —Escucha, Alessia. No quería sonar cortante, es solo que no te tengo suficiente confianza como para contarte cosas personales, ¿entiendes? —dije, intentando ser comprensiva.

—Tal vez, esa chica no se ha ido del todo —dijo mi subconsciente.

—Entiendo perfectamente. A veces no quieres que nadie se entere se ciertas cosas. Si no es de mi incumbencia, entonces no me meto.

—Gracias por entender.

—No es nada —dijo con una sonrisa— Aunque..., ¿te puedo hacer una pregunta?

—Ya la estas haciendo —Intenté reírme de mi tonto chiste, pero parece que a ella no le hizo gracia—. Es broma, hazme la pregunta entonces.

—Hoy viste que soy pésima peleando, ¿cierto? —dijo ella, con una sonrisa tímida.

—Sí, me di cuenta de eso.

—Bueno, como dices, me debes una..., así que se me ocurrió que, tal vez, tú..., ¿me podrías enseñar a pelear? 

—Sabes que yo no debería hacer eso, ni siquiera debí venir a disculparme. Además, dijiste que no debía hacerlo. Tampoco tengo que hacer algo por ti.

—Ya sé lo que dije, pero igual viniste a disculparte por casi matarme —dijo Alessia

De inmediato mi mente volvió a la escena de Betha matando a Lola.

—Está bien, está bien. Te voy a enseñar a pelear —dije, notablemente irritada—. Empezamos mañana.

—Gracias, _____ —dijo la enana, con una sonrisa de satisfacción dibujada en su rostro.

****

Narra Louis.

Ahora estoy aquí, acostado en mi habitación, mirando hacia el techo. Hago lo mismo que he hecho todas las noches durante un año: pensar en todo lo que me pasó antes de que me despidieran del FBI por la culpa de _____.

Estaba totalmente perdido en esos pensamientos cuando tocaron la puerta. Me levanté de mi cama y fui a abrir la puerta. En serio, algo así no me lo esperaba.

Era Liam.

—Liam, ¿qué haces aquí? —dije, cambiando mi asombro por seriedad.

—¿No me invitarás a entrar? —preguntó Liam, mostrando su hipócrita sonrisa.

—¿Qué quieres?

—Tenemos que hablar, Louis. Creo que te interesará.

Le cedí el paso,  entró a la habitación y se sentó en la cama.

—Habla - Dije, aún enseriado, y me recosté en la pared.

—¿Recuerdas que te dije que ibas a reintegrarte en el FBI si ganabas? —dijo Liam

—Sí, lo recuerdo muy bien, y estoy seguro de que era una mentira para solo meterme en el juego. Por si no lo notaste, aquí estoy. Ahora, si no te molesta, puedes salir de mi habitación —dije, señalando a la puerta detrás mío.

—No era mentira, Louis. Si ganas podrás entrar de nuevo en el FBI. Tus ex-jefes están enterados de esto, te darán el trabajo de nuevo.

—Si es así, estoy seguro de que solo me tienen aquí para acabar conmigo. Una manera fácil de vengarse de la persona que mató a uno de sus mejores agentes.

¿Era necesario que él viniera a recordarme eso?

—Ellos quieren que ganes. Estas aquí para matar a la basura del mundo —dijo Liam, ya cansado—. Exigieron que estés en el juego para asegurarse de que el ganador no fuera un asesino en serie, sino un ex-agente del FBI que será reintegrado pronto.

—¿Cómo? —Alcé mis cejas— Entonces lo que pensé era cierto —susurré.

—¿Qué dices? 

—El FBI está involucrado en esto. ¿De quién fue la idea? —dije, esta vez con voz clara.

—Pues, la idea fue mía.

—¿Y la agencia por qué está metida en esto?, ¿por qué me metió aquí? —pregunté, frunciendo el ceño.

—Haces muchas preguntas —Bostezó—. Tengo sueño, me voy.

—Antes, me responderás la pregunta que te hice. 

Liam hizo un gesto de fastidio.

—El juego fue mi idea, como ya te dije. El FBI está involucrado porque hablé con su director, Eustace Grace, para que borrara los antecedentes del ganador. Y claro, como el dinero todo lo puede, accedieron. Aunque, con una condición. Me exigieron que debías entrar porque saben que eres capaz de ganar. Comprenden que expulsarte fue una pérdida y este juego es una excusa para reintegrarte sin perder su orgullo —explicó y me dirigió una mirada cansada—. Ya te expliqué todo. ¿Feliz?

—Muy feliz, más ahora que sé que este juego ya está ganado.

—Yo no te ayudaré en ello, de eso te encargarás tú —Fruncí el ceño de nuevo— Yo solo veré qué arma te daré en el campo de batalla para asegurarme de que no piensen que los traicioné —dijo Liam, levantándose de la cama y dirigiéndose hacia la puerta.

—Como sea, no tenía pensado perder. Ahora que dijiste todo, ya te puedes ir —dije y abrí la puerta.

Hasta que por fin se fue Payne.

Cerré la puerta, me dirigí a mi cama y me acosté. Ese tipo acaba de darme la mejor noticia de toda mi vida. Ya es casi un hecho que volveré al FBI.

Uhhh..., _____. Ahora sí que no sabes con quién te metiste.

Condenados (Louis y tú) [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora